Fin del juego

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Incontables carros policiales estaban exparcidos por todo Seúl, pues la noticia de la nueva desaparición de tres personas corrió como flash en lo menos que canta un gallo. Jin estrujaba entre sus brazos a la pobre mujer que derramaba lágrimas consecutivas al enterarse de que su querida hija, T/N, había vuelto a ser raptada y nuevamente por la misma persona, Rose.

Los minutos parecían eternos y la noche empezaba a caer pesada, el inexpresivo rostro de HoSeok era el que más preocupaba, pues normalmente él era quien siempre estaba feliz y esa alegría radiaba por todo su ser hasta el punto de contagiar a los demás. TaeHyung nunca lo soltó y aferrado a él estuvo durante todo el trayecto en el que estuvieron buscando junto con los policías. Namjoon, quien desde un principio se había ido, se acercó tanto a la sala que al sentarse al cómodo sofá ocultó su rostro entre sus manos y seguido de ello llevó sus cabellos hacia atrás en un obvio acto de desesperación. Habían pasado horas tras horas con la búsqueda que les empezaba a agotar y más aún cuando las pistas no daban señales de vida.

- ¿Ya se durmió?- preguntó una suave y casi inaudible voz femenina captando la atención de todos los presentes.

- Hace poco cayó en un profundo sueño gracias a la pastilla que le dimos, tal vez no sea lo mejor que hagamos pero mientras más llore, más difícil se nos hará poder concentrarnos- respondió un castaño deslizándose en el sofá hasta llegar al cuerpo tenso del chico de tez morena tomando el brazo de este para rodearlo sobre su cuello y dejarle un suave beso en la mejilla.

- Jin hyung tiene razón- intervino el más callado de todos en ese momento sorprendiendo a todos los presentes-. Con llorar no resolvemos nada y si nos quedamos aquí por más tiempo seguro ya se nos haya hecho tarde- suspiró al terminar su oración desconcertando a todos los individuos que reunidos estaban sentados en pareja.

Un incómodo silencio reinó el lugar haciendo de cada uno de ellos, a excepción de HoSeok, un gran sentimiento de sorpresa e impacto. Pues nunca imaginaron algo así por parte del pelirrojo, nunca les pasó por la mente vivir el horrible y frío estado de ánimo de aquel chico alegre. Todos lo conocieron como una persona que sonreía día y noche ayudando a sus amigos en darle esperanza de que las cosas se arreglarían, en que todo siempre iba a tener una solución y que ese tarrito de esperanza jamás desvanecería. Pero ahora, ese chico al que todos habían apodado como "esperanza" era todo lo contrario, su luz de alegría había sido apagada, su sonrisa había desaparecido y esa energía positiva se había vuelto en negativa.

¿Dónde había quedado el HoSeok de siempre?

¿Dónde había ido ese tan alegre e imperativo HoSeok de toda la vida?

Los chicos voltearon a verse entre sí preguntándose el porqué de la reciente actitud del pelirrojo y el porqué estaba tan afectado por la reciente noticia. TaeHyung se aferró más al brazo de su hyung besando su mejilla con cariño para poder reanimar al mayor, si algo sabía TaeHyung era que él mismo podía por lo menos animarlo un poco así que decidió hablar.

- Oh vamos, cariño, es verdad que aún no hay noticias pero tenemos que tener esa esperanza de que vamos a dar con el paradero de ellos. No te desanimes tan pronto, amor, podremos tenerlos con nosotros nuevamente pero necesitamos que tú te mantengas fuerte, necesitamos que no desanimes tan pronto...- bajó su rostro para suspirar y luego volver a ver a su adorado hyung, su gran amor-. Necesitamos que seas nuestra esperanza.

Todos los presentes observaron fijo al pelirrojo quien había guardado silencio nuevamente al oír las palabras de su chico quedando sorprendido por lo profundo y sincero que fue TaeHyung con él. Entre ellos jamás hubieron secretos, se tenían confianza el uno con el otro y siempre confesaban lo que verdaderamente sentían, jamás escondían sus sentimientos y eso adoraba HoSeok en su querido Tae, siempre sabía como animarlo. HoSeok le dedicó una dulce sonrisa y lo abrazó, agradeciéndole por abrirse constantemente con él y por lo más importante, haberle entregado su amor y jamás haberlo dejado solo. Jungkook sonrió, se sentía conmovido por ese amor entre sus hyungs y ese miedo que lo invadía había sido calmado al ver tan tierna escena.

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