Capitulo 10

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Natalia's POV

Lentamente abro los ojos y lo primero que noto es un dolor en el lado derecho la cabeza. Cuando abro los ojos completamente, veo que estoy en una habitación de hospital. ¿Que narices hago aquí?

-Hija...

Giro la cabeza a mi izquierda, donde está mi madre sentada en una silla. O estaba. Baja el libro que estaba leyendo y se acerca a mi. Me agarra de la mano con fuerza y me dedica una tierna sonrisa.

-¿Cómo te encuentras?

-Me duele la cabeza.-respondo.-¿Qué ha pasado?

-Te desmayaste en el instituto y al caer te golpeaste la cabeza.-me explica mi madre.-No voy a dejar que estés otros dos días seguidos sin comer.

-Mamá...

-Me da igual tu excusa, no quiero que vuelva a pasarte esto.-me interrumpe.

Todo esto fue por no comer. La comida se acabó de nuevo, y a mi madre le bajaron el sueldo. Iba a ir a cuidar al hijo de mi vecina, pero al final no hizo falta que fuese, por lo tanto no teníamos nada de dinero. Quedaba muy poca comida, asi que me negué a comer hasta que mis hermanos y mis padres lo hiciesen. Y como resultado no comí en dos días.

-Hay una compañera tuya de clase que te acompañó.

-¿Quién?-pregunto.

-No lo se, pero sigue aquí.-responde.-No dejan pasar a gente al menos que sean familiares, pero ella se niega a marchar hasta que no te vea.

Noelia. Seguro que es ella. Me la crucé por el pasillo en el instituto y prácticamente la ignoré. Seguro que se preocupó cuando me desmayé.

-Pero quiero verla.-protesto.

-No la dejaran pasar.

-Pues como dice el dicho "Si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma".-digo mientras me levanto de la cama.

-No,no,quieta ahí.-me frena mi madre poniendo una mano en mi hombro.-Diré que es tu hermana.

Mi madre se va de la habitación, dejándome sola en este lugar tan...blanco y limpio. Hay máquinas a mi alrededor, una es en la que se muestran las pulsaciones y las otras no lo se. En mi antebrazo tengo enganchado un tubo por el que supongo que me alimentaron cuando estaba inconsciente. ¿Cuánto tiempo habré estado así? Menos de un día, eso seguro.

La puerta se abre lentamente y la persona que veo entrar no es la que me esperaba. Pero es una sorpresa agradable. Por alguna razón cuando estoy junto a ella me siento bien, como en casa.

-Nat.-dice sonriendo a la vez que corre hacia la cama.

Me abraza con mucha fuerza, y por bastante daño que me haga, no me aparto. Me gusta abrazarla. Nunca lo había hecho, y se siente genial. Pero es raro. Se aparta de mi y se queda agachada, con las manos apoyadas en la cama y su cara a la altura de la mía. Sus ojos marrones se clavan en los míos. ¿Por qué narices siento que me va a explotar el corazón cuando la tengo cerca?

-¿Cómo estás?-me pregunta.

-Lo mejor que puedo estar, supongo.-respondo con una pequeña sonrisa.

-¿Por qué no me dijiste la verdad?

-No quería preocuparte.-contesto apartando la mirada y volviendo a echarme.

-Una de las enfermeras me dijo que te desmayaste porque no comiste en dos días...

-No quiero hablar de esto, Alba.-la interrumpo antes de que siga hablando.-Ahora no.

-Está bien.-dice sentándose en la silla donde antes estaba mi madre.

-¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?

-Unas... 5 horas.-contesta.

-Vaya... ¿Y llevas aquí todo este tiempo?

-Hasta que no viese que estabas bien no me iba a ir.-explica.-¿Cuándo sales?

-No tengo ni idea, pero espero que pronto.

Y justo en ese momento, entra un médico en la habitación, como si hubiese escuchado lo último que dijimos. Al ver a Alba, frunce el ceño.

-¿No te dije que sólo familiares directos?-le pregunta.

-Soy su hermana.-miente Alba.

-Ya, claro.-dice el médico rodando los ojos.-Venga, espera fuera, Natalia no tardará mucho en salir.

Alba me mira antes de asentir y salir de la habitación. El médico, un hombre alto de pelo canoso y barba de unos pocos días, se acerca a mi. Me hace una revisión rápida para ver qué tal estoy.

-¿Quién es realmente?-me pregunta.

-¿Alba?Una compañera de clase.

El médico me mira desconfiado, pero luego sonríe mientras niega con la cabeza.

-Es verdad.-protesto.

-De momento lo es.

El hombre se aparta de mi y me manda levantarme de la cama. Hago todo lo que me pide a continuación, pero en realidad no estoy atendiendo. ¿Qué habrá querido decir con que de momento es verdad que Alba y yo somos compañeras?

-Pues cuando quieras puedes irte.-anuncia el médico.-Pero come.

-Vale...

El médico sonríe y se va. A los pocos segundos entra mi madre, que deja ropa limpia encima de la cama. Veo por encima suyo como Alba quiere entrar, pero el médico la frena y le señala los asientos que están en el pasillo. El medico cierra la puerta para que nadie más pase y nos deja a mi madre y a mi solas.

-Es una buena chica.-dice mi madre.-Se preocupa por ti.

-Lo se...-digo con miedo.

-¿Como se llama?

-Alba.-contesto.

-Oh, así que ésta es Alba...

Frunzo el ceño bastante confundida. Nunca le he hablado de Alba a mi madre. Ni siquiera le dije que hacia con ella el trabajo de Química.

-La noche del baile Santi me dijo que una tal Alba te había acercado. Que te había cuidado y que había bailado contigo una canción delante de todos.

-Eso último fue casualidad.

-También me dijo que os llevabais mal.-continúa mamá.-Y que por eso se sorprendió al verte en su coche.

-Ya...

-A mi no me parece que os llevéis mal.

-Es que es complicado.

Alba se está acercando demasiado a mi. Demasiado. Y aunque por alguna extraña razón me guste estar bien con ella mas que con los demás, no puedo dejar que se acerque más. Sería peligroso, para mi y para ella.

Wanted || AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora