Wanted || Albalia

Capitulo 6

Alba's POV

Nuestro trabajo avanza bastante bien. Pero nuestra relación no. Por unos minutos pensaba que Natalia se comportaría diferente conmigo, pero no. Es como antes. No habla conmigo al menos que sea imprescindible. Esta chica es todo un misterio. Y eso me encanta.

Cuando me dio el donut ayer en el baño me pregunté algo, y ahora no me lo saco de la cabeza. ¿Sigue robando a gente? La verdad es que prefiero no saberlo.
Ahora mismo estamos haciendo el trabajo de Química. Bueno, ella lo hace, yo mientras tanto la miro como una idiota. Es como si creyese que con mirarla voy a descubrir todos sus secretos. Pero lo único que consigo es parecer tonta.

-¿Te parece bien?-me pregunta después de decir algo que no escucho.

-¿El qué?

-No lo voy a repetir.-contesta rodando los ojos.-Trajiste los libros de Inglés, ¿verdad?

¿Los libros de Inglés? ¿Para qué los quiere? Pensaba que solo hablamos quedado para hacer el trabajo, no para hacer todos los deberes. El lunes tenemos un examen, y no lo llevo muy bien, así que obviamente traje los libros para estudiar. Los saco de mi mochila y los dejo encima de la mesa.

-¿Para qué los quieres?-pregunto.

-Te dije que te ayudaría con el Inglés.-responde bastante seria.-Y aunque no me haga mucha ilusión, lo haré.

Y así es como empieza a darme clases de Inglés. Habla realmente bien, y por lo que sé, no tiene antepasados americanos. Ojalá hablase tan bien como ella. Es muy buena profesora, porque la entiendo perfectamente y por fin soy capaz de conjugar bien los verbos. La dejo hablar a ella, me gusta escucharla hablar en Inglés. Por muy mal que se me de, me sigue pareciendo un idioma muy bonito. Y por muy mal que suene cuando me habla, su voz me sigue pareciendo preciosa.
Cuando me quiero dar cuenta, ya son las 7. Ya tendría que estar arreglándome para ir al baile. Quedé con mis amigos en la puerta del instituto a las 8 y media. ¿Con quién irá Natalia al final? Se que no va ni con Joan ni con Miki, ya que lo habrían dicho.

-Me tengo que ir.-la interrumpo en mitad de una frase.

Natalia frunce el ceño, pero solo durante un par de segundos, luego asiente con la cabeza.

-El baile.-dice.

-¿Con quién vas?-le pregunto mientras guardo mis cosas.

-No voy.-contesta antes de marchar.

Natalia's POV

El baile. Uno de los días mas importantes del año. El día en el que algunos enamorados se declaran a las personas que aman. Y yo no voy. Simplemente no es lo mío. Bailar se me da muy mal y además no tengo vestido. Ni pareja. Muchos chicos me lo pidieron, y esa es otra de las razones por las que no voy. No quiero que discutan entre ellos ni que se sientan mal cuando escogiese a uno, así que decidí no ir.

¿Con quién irá Alba? Seguro que se lo pidieron varios chicos, porque es una chica muy guapa y simpática. Por alguna razón la idea de verla bailar con otra persona me pone enferma.

-¡He vuelto!-anuncio dejando la mochila al lado de la puerta.

-¡Y yo me voy!-se oye a Santi gritar desde arriba.

Santi invitó a una chica de su clase de Matemáticas llamada Lucía. Es realmente guapa, tiene ojos claros y el pelo oscuro liso y ondulado. No hablé con ella, pero parece bastante simpática.
Santi aparece con un traje de papá puesto. A mi padre le quedaba pequeño y a Santi perfecto. Es de color negro, la camisa que lleva es blanca, y su pajarita es de color negra. El pelo que normalmente va despeinado, ahora lo lleva un poco más arreglado pero sigue siendo el mismo peinado.

-Qué guapo.-comento sonriendo.

-Gracias.-me agradece devolviéndome la sonrisa.-¿Me puedes llevar a casa de Lucía?Le dije que la recogería allí.

-Te llevo yo.-mi padre aparece por la puerta del salón.

Tiene las llaves del coche en la mano, y no me voy a negar a que mi padre salga de casa. Santi coge un ramo de flores que le compró a Lucía y se va de la casa junto con papá.

-Natalia, ¿puedes venir un momento a tu habitación?-grita mi madre desde el piso de arriba.

Normalmente esas palabras me darían escalofríos, pero algo en su tono de voz parece diferente a todas esas veces en las que me riño por tener la habitación desordenada. Subo las escaleras tranquilamente y choco los nudillos con mi hermana Elena cuando pasa corriendo a mi lado escaleras abajo.
Cuando llego a mi habitación, me encuentro con algo que no esperaba. Mi madre está sentada en el borde de mi cama, y a su lado hay una bolsa de estas donde se guardan los trajes y vestidos. Y se perfectamente qué hay dentro.

-Mamá...-empiezo.

-Hoy mientras estabais en clase, tu padre salió a dar una vuelta.-me interrumpe.-Y volvió con esto.

Señala la bolsa y me acerco a ella.No saco lo que lleva dentro, pero sí que bajo un poco la cremallera. Lo único que veo es una tela de color azul turquesa, mi color favorito.

-Lo tenía encargado desde hace tiempo.-continúa hablando mi madre.-Quiere que vayas al baile con él.

-¿Con papá?-pregunto confundida.

-No, con el vestido.-responde mi madre riendo.

-Pero no tengo con quién ir.-digo.

-¿Tus amigas van?

-Sí,pero...

-Pues ya hay alguien.-insiste.-Lo pasarás bien.

Resoplo mientras asiento con la cabeza. Mi madre sonríe y se va de la habitación. Esto lo hago por mi padre más que otra cosa. Abro la cremallera del todo y dejo escapar un suspiro de sorpresa y admiración en cuanto veo el vestido. Es precioso. Es ceñido desde los pechos hasta la cintura, y aparto de ahí se abre un poco. La forma, el color, la tela...Todo es increíble. Debió de ser bastante caro, y eso es lo que me preocupa.

Me empiezo a quitar la ropa que llevaba puesta y me voy a la ducha.No me lavo el pelo,ya que lo tengo demasiado bien y si lo lavo lo estropearía. Puede que sea casualidad que justamente hoy, que es el día del baile, tenga uno de esos días en los que puedo hacer lo que quiera con mi pelo. Cuando vuelvo a mi habitación, suspiro mirando el vestido. No soy de llevar vestidos, pero este es muy bonito y no puedo aparecer con vaqueros en el baile. Bueno, sí que podría, pero quiero llevar el vestido de mi padre.                    

Una vez que lo tengo puesto,me miro al espejo y abro los ojos como platos al verme. Estoy...diferente, pero guapa. La puerta se abre de golpe y mi madre entra. Al verme sonríe de oreja a oreja.

-Estás increíble.-dice.-Y ya verás cuando te arregle un poco más.

Y desde ese momento, me dejé llevar. Mi cuerpo pasó a ser pertenencia de mi madre, yo era como un maniquí. Me peinó, me maquilló y me dio uno de sus tacones, y yo la dejé. No dejó que me mirase al espejo en ningún momento, no hasta que terminase.

-Ya estás.-anuncia sonriente.

Me levanto de la silla de mi escritorio y voy hacia el espejo. Cuando me miro empiezo a reírme, esta no soy yo. Estoy muy arreglada, pero realmente guapa.