Capitulo 19

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Natalia's POV

Santi por poco me mata cuando me vio. Tardé media hora en salir del instituto, literalmente. Lo bueno es que valió la pena. Cuando llego a casa, subo a mi habitación para preparar la maleta con mis cosas. Iba a hacerlo cuando llegase a casa después de quedar con Alba, pero como no vamos a poder quedar, lo haré ahora.

Dejo la mochila al lado de la puerta y saco la maleta negra de debajo de la cama. La pongo sobre las sábanas y me acerco al armario para empezar a meter la ropa. Una vez que toda la ropa necesaria está metida, me acerco a la estantería con libros para coger uno que he leído mil veces, pero que me encanta. En casa de los abuelos no hay televisión y no conozco muy bien la ciudad, así que me imagino que pasaré bastante tiempo dentro de la casa. Frunzo el ceño al no ver Los Juegos del Hambre donde debería estar. Busco en la otra estantería que tengo y, sin querer, tiro una carpeta. La carpeta con mis dibujos, y el primero que aparece es el último que hice. Fue hace unos cuantos meses, pero no parece tanto tiempo.

-Nat.-la voz de mi hermana Elena detrás de mí hace que me gire con la carpeta en la mano.-¿Qué haces?

-La maleta.-respondo confundida. ¿Se le ha olvidado que íbamos a visitar a los abuelos?

-Oh...No te lo dijeron.

-¿El qué?

-No vamos a poder ir, Papá está malo y mamá dice que no está para aguantar el viaje.-contesta.

-¿Qué le pasó?

-Nada, solo es la alergia, ya sabes, por lo de las flores que hay en primavera.

-Polen.-digo riendo.

-Eso.

Asiento aliviada de que no sea nada grave y miro a mi hermana que aún sigue de pie al lado de la puerta.

-¿Querías algo?-le pregunto.

-Solo quería preguntarte algo.

Después de decir eso, Elena cierra la puerta y se sienta en la cama. Al principio me asusta que actúe de esa manera, así que me siento a su lado y pongo una mano en su espalda.

-¿Cómo consigues tanto dinero en tan poco tiempo?

La pregunta hace que se me pare el corazón durante solo unos segundos.

-Trabajando.-contesto.

-¿Cómo?

-Cuido niños, paseo perros... Y a veces riego plantas. Eso último es lo mejor de todo, solo tengo que echar agua a unas plantas.-digo.-¿Por qué lo preguntas?

-Mamá y papá estuvieron hablando cuando volvimos del colegio y dijeron que tú eras la única que traía el dinero a casa.-Eso me suena a la típica discusión que suelen tener al menos 3 veces a la semana.-Mamá estaba muy enfadada.

-Me lo imagino... Pero no te preocupes, se le pasará.

-Quiero ir a andar en patinete.-dice cambiando de tema rápidamente.

-¿Ahora?-pregunto con una ceja levantada al ver la emoción en su rostro.

-Sí.-contesta.-¿Vienes? Mamá no me deja ir sin ti o Santi y él no quiere.

Resoplo rodando los ojos, qué raro que Santi no quiera salir con su hermana pequeña. Me levanto de la cama y cojo el longboard que tengo apoyado en la pared al lado de la cama. Lo único valioso que me negué a vender.

-Vamos.

..........

Siempre que salgo con mis hermanos a andar en bici o en patinete hacemos el mismo recorrido. Salimos de casa, pasamos por un parque, luego por el paseo de la playa; donde siempre paramos a tomar un helado o a comprar golosinas; y luego volvemos. Hoy, por ejemplo, decidimos comprar unos helados.

Mis hermana va agarrando el helado con una mano y con la otra el patinete. Va haciendo eses y me preocupa que acabe dando a alguien. Me freno lentamente y ella también lo hacen.

-¿Y si nos sentamos hasta que acabes el helado?

Elena asiente sin decir palabra alguna, ya que está demasiado ocupados comiéndose su helado. Nos sentamos sobre el muro que separa la playa del paseo y observo a las personas dentro del mar. Hay gente tomando el sol, pero el agua está demasiado fría como para meterse al menos que lleves traje de neopreno. Así que los únicos que están dentro son personas haciendo surf. Echo de menos hacer surf, pero pagaban mucho más por la tabla que por el long y una de las dos cosas me la iba a quedar.

Justo enfrente de nosotros hay un grupo de personas a las que no se le parece dar muy bien. Hay chicos y chicas y solo uno de ellos es capaz de ponerse de pie, los demás van directos al agua. Me fijo más en la cara del chico y me sorprendo al ver a Joan. Y entonces me doy cuenta de que ese grupo de personas son los amigos de Alba, incluida ella. Eso me hace reír, y más cuando localizo a Alba cayéndose de culo al agua. Pero parece divertirse.

-¿Qué pasa?-pregunta Elena, que me ha escuchado reír.

-Son unos compañeros de clase.-respondo señalando el mar enfrente de nosotros.-Vamos a acercarnos más.

Me pongo sobre la arena y me agacho de espaldas a Elena, junto enfrente de ella. Elena pone sus piernas sobre mis hombros y una vez que está bien agarrada, cojo su patinete y mi long y camino hacia la orilla. Elena no pesa mucho, así que no me cuesta llevarla a hombros, de momento. Pasa un tiempo sin que me reconozcan o me vean, así que cuando Alba llega cerca de la orilla después de estar varios segundos intentando ponerse de pie y se cae, decido hablar.

-¡Se te da bien!

Alba gira la cabeza y al verme sonríe de oreja a oreja. Agarra la tabla y sale del agua, se acerca a nosotras tropezándose con el intento y cuando llega me saluda sin dejar de sonreír.

-¿Qué haces aquí?-pregunta.

-Dar una vuelta con mi hermana.-respondo mirando hacia arriba, a Elena.

-¿Eres su hermana?-le Alba pregunta sonriendo a Elena.-Yo soy Alba.

-Me gusta tu nombre.-comenta Elena sonriendo.

-Y a mi el tuyo.-dice Alba.-Pensaba que estarías preparando las cosas para ir a ver a tus abuelos.

-No vamos a ir al final.

-Papá se puso malo.-añade Elena.

Alba me mira confundida, y es lo más adorable del mundo.

-¿Entonces estarás aquí estos días?-pregunta Alba sonriendo.

Asiento a la vez que miro detrás suyo y veo a los amigos de Alba mirándonos raro. Claro, piensan que nos llevamos mal. Señalo el mar y Alba se gira, haciendo que me golpee la pierna con la tabla. Suele pasar cuando aún no estás acostumbrado a andar con ella. Alba se da cuenta y se gira rápidamente, pero antes de que diga nada, hablo yo.

-Estoy bien, vuelve al agua, anda. Si consigues ponerte de pie hoy, te daré algo.

-¿El qué?

-No se, ya se me ocurrirá algo, pero total, no lo vas a conseguir.-bromeo.

-Uy, te vas a comer tus propias palabras.-dice antes de darse media vuelta y entrar en el agua.

La observo meterse y empezar a remar, hasta que la voz de Elena me distrae.

-Es muy guapa.

-Lo se.-digo.

-Creo que le gustas.

La miro confundida, pero ella sigue mirando al frente.

-¿Por qué lo dices?

-Porque te mira de la misma forma en la que yo miro el chocolate. Y ya sabes como me gusta el chocolate.

-Sí...Lo se...

Wanted || AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora