EN LA MEMORIA

EL DESPERTAR:

EL DESPERTAR:

TRES MESES DESPUÉS:

Kakashi, Naruto, y todo el equipo médico de la hoja, aún seguían en esa Aldea. Los ninjas de la Arena habían partido de vuelta hacía dos meses. Los habían apoyado tanto como les era posible, pero ya no había nada más que pudieran hacer.

Sakura seguía tan dormida como al principio, sus heridas habían comenzado a sanar, ya no había moretones en su cuerpo, ni siquiera ese horrible morado en su delicado rostro, su pómulo ya no estaba hinchado, pero sus ojos seguían sin abrirse.

-Hoy le quitaremos el yeso y los soportes – le anunció Shizune.

-¿Estás segura?, podrían lastimarla...

-Ella está bien, Kakashi. Ya no los necesita, sus heridas ya sanaron, es sólo que...

-¡No despierta!, Shizune. Hace tres meses que no abre los ojos, que no se mueve, no muestra señales de vida.

-Su corazón sigue latiendo, es lo más importante.

-Lo sé, lo lamento.... Estoy desesperado... – admitió derrotado. Durante tres meses había intentado mantener la esperanza, pero era demasiado.

-Lo entiendo, pero debemos tener paciencia.

Kakashi asintió y salió de la habitación donde Sakura seguía durmiendo. La observó unos segundos antes de marcharse.

Necesitaba despejar su mente, así que salió del pequeño Hospital, prácticamente ese lugar se había convertido en su casa, pasaba allí la mayor parte del tiempo. Afuera, el día parecía tan brillante como siempre, no parecía justo que Sakura no pudiera disfrutarlo, no parecía justo que el sol siguiera resplandeciendo cuando su alumna estaba postrada en esa cama.

Respiró un poco de aire fresco.

-Debería descansar, Kakashi-kun – era una de las enfermeras de esa Aldea, una de las primeras en atender a su alumna.

-Lo haré cuando Sakura despierte.

-Entonces por lo menos debería comer – el ninja observó a la mujer que estaba frente a él, era bonita, sin duda que sí, y claro que podía reconocer el interés que ella le demostraba, no era la primera vez que se acercaba o que lo invitaba a comer.

-Tal vez otro día, debo asegurarme de que Sakura esté bien – siempre la misma respuesta.

-De acuerdo, lo veré después.

El ninja regresó al Hospital, la verdad era que no podía pensar en otra mujer que no fuera Sakura y su lamentable estado. No creía poder disfrutar de una simple comida y fingir que su alumna estaba bien. Lo mismo sucedía con Naruto, apenas podía comer, hacía semanas que no reía y que su optimismo estaba por los suelos. El equipo siete esta inactivo, y lo seguiría estando hasta que su integrante despertara. Ni Kakashi ni Naruto, se imaginaban teniendo otra misión. Así que, si no había tiempo ni energía para eso, mucho menos para tener una cita.

-Ya puedes entrar, Kakashi-sempai – Shizune y todo el equipo médico estaban saliendo de la habitación.

-Gracias.

-Cuando Naruto vuelva, necesito hablar con ambos.

El Jounin asintió y entró a verla. La joven se veía totalmente diferente. Incluso parecía dormida. Ya no tenía ningún yeso ni soporte en las costillas o el cuello, incluso le habían quitado las vendas que cubrían su melena rosada. Su cabella caía en pequeñas ondas sobre sus hombros, a Kakashi le parecía que su cabello estaba más largo, debía ser su imaginación. Se acercó y la observó fijamente, realmente parecía dormida, era como si de un momento a otro fuera a despertar.