TENTACIONES:

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TENTACIONES:

Kakashi despertó, aún se sentía un poco aturdido. Se talló la cara con amabas manos, tenía que olvidar lo que había sucedido la noche anterior. Involuntariamente sus dedos se quedaron en los labios, los repasaron con cuidado, recordando aquel prohibido beso.

No, no se sentía atraído hacia Sakura, ella era sólo una jovencita, más de una década menor y sin mencionar que era su alumna. Claro que tenía cierto encanto, nadie, ni siquiera él, podría negar lo preciosa que era, pero no despertaba esa clase de sentimientos en él. Nunca la vería más que como la niña a su cargo.

Todo se debía a la pérdida de memoria, no recordaba lo enamorada que estaba de Sasuke, era cuestión de tiempo para que todo volviera a su memoria, y entonces, ella también lo vería como siempre, como debía ser, como su sensei. Involuntariamente cerró los ojos y recordó el momento, rememoró la expresión de Sakura, llena de sensualidad, dispuesta a provocarlo, el atrevimiento en su propuesta, la seguridad en su beso. No pudo hacer más que preguntarse si en la cama era tan sensual como lo demostró en ese momento... era momento de tenerse, la sangre se estaba concentrando en un solo punto y no era precisamente la solución que estaba buscando, no cuando se suponía que estaba convencido de que la jovencita no era la adecuada para despertar ese tipo de emociones. Pero no podía sacarla de su cabeza, revivió el beso de nuevo, pero esta vez imaginó que no la apartaba, imaginó que sus manos llegaron hasta su cuerpo cubierto por la bata, imaginó que comenzaría a subirla, acariciando sus muslos, acercándola a su cuerpo, contra su pelvis donde chocaría con su erección... se aclaró la garganta y detuvo ese ritmo de pensamientos.

Se levantó de la cama, se daría una ducha con agua lo suficientemente fría, entrenaría un poco, buscaría a Mei para disculparse de nuevo, y después visitaría a Sakura, había tenido una relación bastante buena como para arruinarla por una simple confusión, o por sus descabellados pensamientos.

-¡Kakashi-sempai! – le gritó Shizune interrumpiendo su entrenamiento -Es Tsunade-sama, se ha recuperado y quiere hablar contigo.

-De acuerdo.

Los ninjas se dirigieron hasta la Torre Hokage, el ex ANBU ya podía anticipar que algo andaba mal, Shizune estaba particularmente callada y eso significaba que estaba pensando demasiado en algo que debía ser importante, definitivamente se trataba de Sakura. Por un momento le pasó por la mente que su pequeña alumna tuviera una recaída, pero de ser así, la médico le diría de inmediato, no, eso no era. No tuvo más opción que esperar.

-Gracias por salvarla, Tsunade-sama – le agradeció a penas la tuvo en frente.

-Esto no ha acabado – Kakashi observó a la mujer, sin duda se veía cansada, aún no se recuperaba del todo, tenía ojeras y algunas arrugas que no terminaban por desaparecer – Pensé que había hecho lo correcto al despertar a Sakura, pero ahora no estoy tan segura.

-¿Qué sucede?, ella se recupera bastante bien, ayer...

-Su salud está bien, sus heridas sanaron, - interrumpió Shizune – Pero esta mañana, me costó un poco de trabajo despertarla, tuve que aplicar chakra en su cabeza, además, ya debes haberlo notado, ella también lo hace de manera involuntaria... Ayer también tomó una siesta, y no despertó hasta cuatro horas después...

-¿Qué significa? – Kakashi comenzaba a inquietarse y a observar a las dos médicos que se resguardaban sus deducciones para ellas mismas - ¿Sakura, ella estará bien?

-Me preocupa haber forzado su recuperación, Shizune me ha dicho que no recuerda a Sasuke, ni siquiera a ti, apenas a Naruto o a sus padres, y estoy convencida de que, de haberla dejado dormir lo necesario, habría despertado con sus recuerdos intactos. Interrumpí su proceso de curación, por eso su memoria falla, por eso sus, cada vez más largas, siestas, los dolores de cabeza... – Tsunade suspiró frustrada, se masajeó las sienes antes de continuar, parecía mucho mayor, en realidad, casi aparentaba la edad que se le atribuía: - No estaba lista para despertar, podría caer dormida de un momento a otro, o lo que es peor, podría vivir con esos recuerdos borrosos para siempre.

EN LA MEMORIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora