Cold ⇒ Park JiMin.

15

Ahora me encontraba en el restaurante que quedamos, de verdad no tienen la menor idea de cómo me estoy esforzando en controlarme.

Los nervios quieren apoderarse de mí, pero no, no puedo permitir eso, ya estoy aquí, no puedo permitir que esto se prolongue más.

Me lo propuse y yo siempre cumplo lo que me propongo.

Veo mi reloj y casi más de un cuarto de hora ha pasado.

Por un momento me quede mirando un punto en concreto, viajando por mis pensamientos, noto como una elegante silueta se sienta frente a mí.

– ¿Y esa cara?

Bueno nací con ella, ¿Qué te digo?

– También me alegra verte MiSuk.

– Oh, lo siento, Hola.

– No te preocupes.

– A decir verdad, me sorprendió que me invitaras a salir, me habías dejado de hablar.

– Algunas cosas me han tenido entretenido.

Cosas que tienen que ver contigo, me encantaría reprocharle todo eso, pero, ¿Quién soy yo para hacerlo?

– ¿Ya ordenaste?

– No, te estaba esperando.

Continuamos hablando de algunas cosas triviales, me empezó a comentar sobre las cosas nuevas que ha hecho en el trabajo, le comente que he hecho en el mío y cosas así.

De vez en cuando podía verla tomar su celular para contestar mensajes en el transcurso de la comida, apostaría todo lo que tengo a que es YoonGi.

Al principio sentí una incomodidad, pero ahora siento una tranquilidad enorme que no sé cómo describirla.

Ella de verdad me gusta, no, estoy seguro que he comenzado a enamorarme de ella.

– ¿Quieres ir a otra parte?

Le pregunte al salir del restaurante.

— Me encantaría, pero me siento algo cansada.

— ¿Podemos dejarlo para otro momento?

— Por mí no hay problema, discúlpame.

— No pasa nada.

Esto está ocurriendo más rápido de lo que me imagine.

Tengo que decírselo, tengo que decírselo.

— Hey JiMin.

— ¿Qué pasa?

— ¿De verdad estas bien?, te llame como cinco veces.

— Si, disculpa, ¿Qué decías?

— Te preguntaba que si querías que te llevara a tu departamento.

No me di cuenta que estábamos detenidos justo al frente de su auto.

– ¿Puedo manejar?

– Claro.

No saben la satisfacción que sentí al ver que me confiaba su auto, me gustaría presumírselo a Hyung, pero sería infantil.

Mientras estábamos de camino a mi casa, no podía dejar de pensar en lo genial que seria que ella fuera mi novia, tenerla de copiloto así como en estos momentos, en mi propio auto, escuchando música, escucharla a ella cantar sin ir a un lugar en específico.

— Disculpa, me puse a cantar sin querer.

No pude evitar reírme, a pesar de su carácter, en algunas ocasiones me parece tierna.

– Descuida, ¿Cómo se llama esa canción?

– Dancing With A Stranger.

– ¿Sam Smith?

– Así es.

La canción seguía reproduciéndose, pero ahora ella no cantaba, solo tarareaba.

— No entiendo por qué dejaste de cantar, lo haces demasiado bien.

— Oh cállate.

Golpeo mi hombro, una gran carcajada salió de mí, también estaba algo sorprendido por su reacción.

— ¿Por qué?, si solo estoy diciendo la verdad.

— Cierra la boca.

Estuve a punto de decirle que ella me cerrara la boca, pero estoy seguro que me golpearía en la cara.

Llegamos afuera del edificio donde vivo.

Nos quedamos hablando un poco acerca a donde deberíamos ir en la próxima salida.

Puede notar en su rostro algo de cansancio, había trabajado así que entiendo porque esta así, por lo cual era la hora de decir todo.

— MiSuk.

— ¿Qué pasa?

Ahí estaba ella buscando en su celular alguna otra canción que poner.

— ¿Puedo confesarte algo?

Al oír eso, dejo su celular de lado para prestarme atención, se acomodó mejor en el asiento del copiloto para verme directamente.

— Adelante.

Ya es hora, estuve esperando este momento todo el día, todo este tiempo, pero nada de mi sale, maldita sea Park JiMin dijimos que lo haríamos.

No seas cobarde.

— ¿Entonces?

No podía verla a los ojos, desvié mi vista y se lo dije.

— Me gustas.

Un silencio se creó después de mi confesión.

¿Por qué no dice nada?, ¿Por qué no se apiada de mí y acaba con esta incertidumbre de una vez?

Estoy seguro que han pasado ya un par de minutos, sigue sin decir nada y yo sin poder verla a los ojos.

— No lo entiendo.

Lentamente me atreví verla, ella miraba ahora a la ventana.

— ¿Qué no entiendes?, MiSuk.

— El cómo te puedes gustar una persona como yo, simplemente no lo entiendo, es eso.

No sabía que decir, maldita sea, me esperaba su rechazo, pero una contestación como esa.

Ella tenía razón, no lo entendía y yo no tenía la respuesta.

Es algo que simplemente no lo puedo explicar.

Pero, ¿Qué quiere decir con una persona como ella?

Estaba por preguntarle pero ella hablo primero.

— No te lo tomes a mal JiMin, pero no puedo darte una respuesta en este momento.

La verdad es que no sé cómo sentirme, creo que aliviado, ya no tengo ese peso encima y no me rechazo, aun, porque existe esa posibilidad todavía.

– No te preocupes, bueno, es mejor que me vaya para que vayas a descansar.

Salí del auto y ella también para tomar el lugar en el que antes estaba.

Antes de subirse al auto una vez más, me dijo.

— Lo siento JiMin.

— Esperare tu respuesta, buenas noches MiSuk.