6. Realidad

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Izuku.....

- ayyyy - dijo Izuku, él estaba en su cuatro limpiando sus heridas con un paño húmedo.

Se había levantado del suelo muchas horas después de la paliza, se fue caminando a tropezones ya que sus piernas no podían sostenerlo.

Su cuerpo estaba lleno de moretones por todos lados, silencio su llanto para no despertar a Bakugo, no quería recibir otra paliza así.

Una hora paso y el sol salió, él aún no había terminado de limpiar sus heridas cuando oyó que alguien bajaba por las escaleras, un frío helado recorrió su cuerpo haciéndole temblar.

Los pasos se acercaban lentamente hacia donde el estaba, no quería ver a su esposo, le tenía miedo así que decido esconderse entre los cestos de ropa y se tapo con una tela vieja que estaba ahí.

- maldita sea, porque tenían que adelantar esa reunión - Bakugo entró pateando la puerta, lo primero que hizo fue aventar sus prendas en la lavadora y prenderlo, mientras la ropa se lavaba él empezó a fumar.

Luego de un rato sacó la prendas y las puso en el secador y otro cigarro prendió.

Al cabo de un rato se fue de ahí.

Izuku escucho como subía la escalera y decidió salir de su escondite.

Aún temblando de miedo, siguió curando sus heridas hasta que oyó como la puerta principal era cerrada con fuerza.

El estómago de Izuku gruñón por cómida, pues ayer no había probado bocado, decidió salir a pesar del dolor, se dirijo a la cocina abrió el refrigerador y no encontró nada, busco en los demás estantes y cajones y nada.

Su estómago sonaba cada vez más, pensó y pensó hasta que decido salir en busca de comida.

Fue por su llave y tomó una chaqueta y salió de ahí, como nunca había salido de su casa no sabía como usar el ascensor así que busco las escaleras y empezó a bajar.

Apenas y pudo bajar los 40 pisos de ese edificio. Al llegar a la puerta vio que ahí están un hombre que cuidaba la puerta, no sabía si era correcto salir sin decir nada, o tal vez el hombre se daba cuenta de sus golpes y le preguntaria que le había pasado, no sabía que le iba a decir.

Espero hasta que el hombre se moviera de su lugar y así poder salir.

Una vez afuera camino por las calles, muchos se le quedaban mirando, otros simplemente lo ignoraban.

Paseo por las calles de esa cuidad, quizo comprar algo para comer pero el dinero que traía no le alcanzaba.

Al no poder comprar nada  decidió volver a casa, le costó un poco volver ya que no conocía muy bien el lugar pero como el edificio era muy algo fue fácil visualizarlo.

Justo en la puerta de detenio, vio que el guardia estaba ahí y se volvió a esconder, fue a la parte de atrás del edifico y espero un poco detrás de los grandes basureros que había ahí.

Espero un rato ahí, hasta que un muchacho salió de la puerta trasera del edificio y depósito muchas bolsas negras en el contenedor de basura y luego volvió a entrar.

LA BELLA Y LA BESTIA (Katsudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora