Historia inspirada en la canción de la bella y la bestia - Porta
Izuku de 15 años omega es forzado a casarse con Katsuki de 23 años alfa quien se oponía al matrimonio por que él amaba a otra persona pero lo separaron para casarse con un omega que n...
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Libertad, es una palabra que Izuku no conoce, escucho muchas veces esa palabra a lo largo de su vida, pero nunca lo a experimentado, ahora mismo piensa que tal vez jamás lo conocería, tras aquel día Bakugo había tomado medidas extremas, durante el día Izuku se quedaba encerrado en la lavandería hasta que Bakugo regresara de trabajar, en las noches también se la pasaba encerrado en la habitación de invitados, tenia prohibido hablar o mencionar a los vecinos o a sus visitantes, en fin el peliverde no podía respirar sin que Bakugo lo permitiera.
Había pasado ya dos meses desde entonces, los primeros días intento gritar par que alguien viniera en su ayuda, cada vez que alguien tocaba la puerta el gritaba o pateaba la puerta pero nada, nadie llego a ayudarlo.
Hoy era un día lluvioso, podía escuchar los estruendos del cielo resonar por toda la silenciosa casa, estaba sentado encima de la lavadora, pensaba en su vida, como era que había terminado así, que hizo mal en su vida, pero sobre todo porque Bakugo de un momento a otro tenia esa obsesión por él, al principió este ni lo quería ver, que había pasado con este.
Tenia miedo, durante las últimos semanas el cenizo tenia comportamientos raros, mas de una vez este lo obligaba a besarlo, otras veces mientras Izuku cocinaba, Bakugo se acercaba por atrás y se restregaba descaradamente en él, en algunas ocasiones solo ponía su nariz sobre su collar y lo olía por horas, sin decir o hacer nada, solo oler ese lugar.
Tal vez el celo del alfa estaba cerca, era una posibilidad, porque la de él faltaba un año más, su celo debía llegarle una vez el cumpla los 17 años, pero eso no quitaba que estaba muerto de miedo, ya una vez Bakugo había intentado abusar de él, en esa ocasión fue salvado, pero ahora sabia que nadie vendría a su rescate.
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Como casi todos los días ambos se encontraban sentados sobre el sillón viendo algún programa de televisión, Izuku realmente estaba nervioso, Bakugo no dejaba de mirarlo.
- mañana saldremos de viaje, estaremos fuera algunos días así que prepara algunas cosas -
El miedo que antes sentía se convirtió en completo terror - ¿a-a-donde iremos?-
- no es tu incumbencia, tú solo haz lo que te dije -
- esta bien-
Un miedo se instalo en su pecho, tal ves era su instinto tratando de avisarle que algo malo se avecinaba y que ese viaje sólo le traería desgracias.
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Bakugo
La noticia de que Kirishima seria padre lo destruyo completamente, más cuando se enteró que este también se casaría, al principio se negó a creerlo, pero quería comprobar con sus propios ojos que todo lo que el pelirrojo dijo era verdad, lo comenzó a seguir, durante los primeros días no pudo conocer a la otra persona, pero sigo insistiendo hasta que un domingo a la tarde siguió al pelirrojo hasta afueras de la ciudad, donde este entro a una mansión, lamentablemente él no pudo ingresar a la residencia, por lo cual espero, al poco rato salieron en el auto de pelirrojo este acompañado de una persona más, parecían muy felices teniendo una conversación ignorando el hecho de que él estaba ahí observándolos, llegaron a un restaurante cualquiera, nada caro, ahí lo pudo observar mejor, era un chico joven según él, no pasaba de los 18, tal ves 19, pelo rubio con una mecha negra, pero lo que más llamó su atención no fue el claro anillo que este lucia en su mano izquierda sino fue el prominente vientre de este, por lo menos de unos 7 meses de embarazo, como era eso posible, en esa época ellos aun eran pareja, acaso Kirishima lo había engañado, no podía ser verdad, ellos se amaban, ellos aun se aman, no podía ser verdad, lleno de rabia decidió confrontarlo, pedirle explicaciones.
