Capitulo 4: La razón

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Ichigo se encontraba recostado en la cama de su habitación, concentrado. Desde el ultimo encuentro que había tenido con Rukia había quedado atrapado dentro de sus propios pensamientos. Su mente deba vueltas al ultimo encuentro que había tenido con la chica, una extraña sonrisa se asomó sobre sus labios al recordar el rostro colorado de la joven después de que la acorralara contra la puerta, pero esta se esfumó transformándose en una extraña mueca al recordar como había caído sobre ella cuando estaba a punto de...


Sacudió su cabeza con violencia tratando de sacar ese tonto recuerdo de sus mente, cosa que fue inútil pues, por más que trataba de huir de sus propios pensamientos siempre terminaba por recordar como sentía el suave roce del choque de la dulce respiración de la chica sobre sus labios.

—Maldita sea—- sujetó su rostro desesperado al no poder sacarle de su mente -, si tan solo no me odiaras tanto, maldita enana. - hundió su rostro en la almohada en la que segundos atrás se encontraba recostado.

Kurosaki recordaba perfectamente como era que el odio de Rukia por el había nacido, lo recordaba como si hubiera sido ayer, tenia perfectamente en mente la expresión que la chica tenia en su rostro la primera vez que le grito "¡Eres un idiota!" Y también recordaba que fue en ese momento en el que cayó en cuenta de que le encantaba hacer rabiar a Kuchiki y aun más la expresión de su rostro al hacerlo.


Todo había comenzado hace poco mas de dos años.


Flash Back


—Excelente partido Abarai— el joven de pelo naranja escuchó como elogiaban las habilidades de su enemigo a lo lejos.

—Sí claro, "excelente partido Abarai"— imitó burlón el comentario.

—tsk, idiota. — Grimmjow reprochó molesto recargándose sobre los casilleros de los vestidores.

—No puedo creer que nos volvieron a golear. — ichigo limpiaba el sudor de su frente aun agitando por el partido.

—Es solo un juego Kurosaki. — Hitsugaya, a pesar de haber perdido junto con ellos se mantenía indiferente.

—No, Toshiro — el chico mencionado frunció el seño — ,esto es personal. — Ichigo golpeó con fuerza lo casilleros.

—No es para tanto. — el joven de baja estatura protestó.

—Se cree tan bueno en todo, ya verá. — y dejando sus palabras en el aire Ichigo salió de los vestidores hecho una fiera.

Caminaba molesto por los pasillos, descargaba su ira al pisar tan fuerte que aseguraba se podía oír a metros de distancia.

Renji Abarai era más bueno que él en todo, si absolutamente todo, Kurosaki era siempre el segundo lugar después de él y eso le frustraba.

Abarai se encontraba becado, no era perteneciente a una familia pudiente ni mucho menos de calificaciones ejemplares, si no que era becado por su habilidad deportiva y no solo en fútbol como lo había demostrado unos minutos atrás pateándole el trasero por enésima vez a Ichigo y su equipo, si no que era hábil para todos los deportes habidos y por haber, desde basquetbol hasta handbal pasando por lucha y cualquier otro que se practicara en el instituto.

De cierta forma era una clase de "señor perfecto" pues no solo era hábil en los deportes, incluso era mejor que Ichigo en todas las demás clases y a pesar de que al este no le importaran mucho las calificaciones, con Abarai era una historia totalmente diferente.

Y no bastaba con deportes y calificaciones, si no que el muy maldito incluso era suertudo con las mujeres ¡Con todas! La que el quisiera la tenía en la palma de su mano, el chico de cabellos anaranjados tampoco se quedaba atrás en cuanto a chicas se refiere, pero sin duda alguna Renji estaba un par de peldaños mas arriba que el en las encuestas de popularidad con las mujeres. El solo pensar en Abarai le frustraba, y mas aun el saber que este no tenia debilidad alguna. Kurosaki, nunca podía ganarle en absolutamente nada, siempre que lo intentaba terminaba con su trasero pateado, y finalmente con Abarai restregándole en la cara sus victorias.

Renji tenia en su estantería todos los trofeos que Ichigo alguna vez deseo tener, y entre sus brazos al único que realmente añoraba con todas sus ganas: Rukia Kuchiki, no era la chica mas guapa del instituto, ni mucho menos la del mejor cuerpo, pero sin duda tenía algo que llamaba su atención de una extraña forma que ninguna otra chica había hecho jamás y lamentablemente se encontraba presa en los brazos de su mayor enemigo. Ichigo le había mandado notas pidiendo salir con ella en múltiples ocasiones, las cuales había sido completamente ignorado, pues los ojos de Kuchiki estaban fijos en Abarai, él cual no tardo en notar que la chica tenía ciertos sentimientos por el y rápidamente la relación se consolidó, a pesar de que Renji era el centro de los reflectores del instituto y Rukia prefería pasar desapercibida, rápidamente formaron una relación estable, dejando a un Ichigo mas que harto de Abarai.

El chico se mantenía pensando en lo mucho que odiaba a su enemigo, cuando al parecer le invocó pues logro divisar a este a unos cuantos metros mas delante de el entablando una conversación con Rukia.

Necesitaba vengarse ya, no soportaría seguir a la sombra de Abarai y ser el segundo lugar por siempre, se acercó decidido al par sin un plan en mente. La pareja al notar como Ichigo se acercaba pararon su charla en seco e Ichigo se detuvo al frente de Renji, a un lado de Rukia.

—Kurosaki. — habló con expresión seria el chico de rojos cabellos.

—Abarai. — le sonrío de la manera mas hipócrita posible.

—¿Qué quieres? — se cruzó de brazos —. ¿Buscas que te patee el trasero a ti a tus amigos de nuevo? 

—Emmm... no, en realidad no — contuvo su ira — ,en realidad venia para felicitarte por tu triunfo de hoy- Ichigo sonrió, las palabras de el tomaron por sorpresa a Renji.

—¿Ah sí? — se mantuvo serio —, pues gracias, es bueno que comiences a aceptar tu puesto de segundo lugar. — rió burlón.

—No soy un segundo lugar — sí lo era —. ¿Cierto, Rukia? Anda dile a este idiota que no lo soy, al menos no para tí. — Ichigo introdujo a Rukia a la conversación.

—Déjala a ella fuera de esto. — Renji perdió su pose relajada y tenso su cuerpo levemente.

—Esta bien, esta bien — Kurosaki elevo las manos —, yo solo quería felicitarte — se encogió de hombros.

—Solo lárgate Kurosaki. — giró los ojos el joven.

—Ya me voy, solo de nuevo felicidades — tomó la mano de Abarai estrechándola sin el consentimiento de este -,hasta luego Rukia- le tendió su mano.

¿Que clase de venganza había sido esa? Le reclamo su subconsciente.

Rukia dudosa sujeto la mano de Ichigo solo para que se fuera de una vez por todas, pero en ese momento algo en la cabeza de Kurosaki comenzó a funcionar o tal vez algo dejó de hacerlo.

Sujetó con fuerza la mano de la chica y tiró de esta en dirección hacia sí mismo y en un rápido movimiento la atrajo hacia él, las cosas sucedieron tan rápido que ninguno de ellos tres las procesaba con exactitud. Tomó el mentón de la chica que permanecía confundida, agachó su cabeza y colocó sus labios sobre los de ella. Renji y Rukia permanecieron en shock por un par de segundos, hasta que Rukia reaccionó y se alejó con un empujón de Ichigo.

—¡Eres un idiota! — Gruñó tocando sus labios.

—Eres hombre muerto Kurosaki.

Y la pelea de pasillo comenzó para prontamente ganar espectadores.


***

Renji le había golpeado tan fuerte que perdió el conocimiento, su cara tenia moretones por todos lados e incluso una de sus costillas estuvo a punto de romperse.

Las consecuencias fueron mas allá de lo que Ichigo alguna vez pensó, Renji había sido expulsado del instituto, pues este había tirado el primer golpe y había mandado a Kurosaki al hospital, a diferencia de Ichigo quien con suerte logró conectar un par de golpes.

Renji perdió su beca y salió del instituto, Ichigo simplemente fue "suspendido" durante el tiempo que estuvo en el hospital, claramente las influencias de su padre le habían ayudado, puesto que no tubo ninguna sanción mas y esta no afectó sus calificaciones en lo mas mínimo.

Rukia se había quedado sin su novio, y con el acceso restringido a cualquier persona que no formara parte del instituto y sin la oportunidad de salir de este más que en días festivos y las cortas vacaciones, rápidamente le cogió un intenso odio a Ichigo, quien ahora le molestaba ya que no tenía a quien le defendiese, convertido esto en el día a día de ambos.


Dear, I hate youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora