Capítulo 15: La cena. Parte 1

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Más de tres semanas habían pasado, tres semanas llenas de más clases de baile y unas ridículas clases de etiqueta, las cuales obviamente habían sido propuestas por Ichigo, para hacer de Rukia una "señorita decente".

–Esto es ridículo– la chica se quejó sosteniendo con la mano el libro que hace unos instantes había estado sobre su cabeza.

–No, es absolutamente necesario – el chico arrebató el libro y lo colocó sobre la cabeza de su compañera una vez más–. Anda, sólo una vuelta más, y recuerda estar en silencio, estamos en la biblioteca.

Una anciana con gafas les fulmin+o desde el fondo del pasillo, tal y como lo había hecho desde el momento en el que habían llegado, hace poco más de 30 minutos.

–No puedo creer que esté diciendo esto– la joven habló con lentitud a causa de que se concentraba en su caminar–, pero me muero de ganas por que llegue el día de la cena.

–¿No te lo he dicho? – Ichigo le cuestionó, recibiendo por respuesta de Rukia una profunda y cuestionante mirada– . Es mañana.

–¡¿Mañana?! – no pudo invitar soltar un grito.

–shh– sonó desde el fondo del pasillo, a lo lejos.

–Sí, cállate...

–¿Cuándo rayos pensabas decírmelo? – la joven le golpeó con el libro.

–Creí que ya te lo había dicho– el chico se sobó el hombro herido.

–Sí que eres tonto. Hay cosas para las que necesito prepararme, necesito tiempo para...

–Realmente no– el chico la interrumpió –, ya tengo todo organizado para que estés lista mañana.

–Estoy segura de que no has pensado en todo lo que necesita una chica para una cena de gala – la joven se cruzó de brazos.

–Solamente en el vestido, el peinado, maquillaje, zapatos, eso y una cita en el mejor spa– enumeró con sus dedos –, ya sabes, para que te relajes y quites ese mal humor.

–Realmente no tenías que hacerlo – y en su voz a pesar de que muy tenue había un deje de gratitud.

...

–La dejó en sus manos chicas – Ichigo se despedía con una enorme sonrisa de las mujeres encargadas del salón de belleza –. Asegúrese de dejar la más hermosa de lo que es, claro si eso es posible.

Una sonora carcajada de emoción resonó por el lugar.

–Así será señor Kurosaki– una de las mujeres respondió alegremente observando como Ichigo se introducía en el auto y se alejaba.

–Adelante, querida – la más delgada de las mujeres se impuso a la chica al interior del local–, este será el mejor día de tu vida.

–Lo dudo– Rukia susurro nerviosa al ver como todas las mujeres le veían con una enorme sonrisa que desde su punto de vista, podría parecer incluso de malicia.

–Dinos cariño...

–La están agobiando– una de las mujeres alejó un poco las demás –, parecen unas salvajes – la mujer sentó a Rukia en una silla –. Soy Liv – dijo agitando su castaña y larga cabellera –, ella es Emma– señaló una mujer regordeta su derecha–, y ella es Emily– y por último señaló a una menuda y delgada mujer.

–Mucho gusto – respondió dubitativa, aún algo asustada por remoción y enorme sonrisa de las mujeres –. Soy Rukia – añadió notando como todas la veían un expectante.

Dear, I hate youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora