Heterocurioso ©️

Nuevo en el grupo

Tras su llegada a la ciudad, Boris logró entrar fácilmente en el grupo de amigos de Felipe; ya llevaba un par de días compartiendo junto a ellos en el departamento y no parecía un extraño, tanto Viktor como Nico se estaban acostumbrando a tenerlo entre ellos, cada día trataban de integrarlo a sus diferentes actividades en la universidad para que se fuese ambientando con facilidad. Como de costumbre, las alarmas de los celulares comenzaban a sonar casi al unísono a las siete de la mañana, momento en el cual todos saltaban de sus camas raudamente para entrar primero en la ducha y alcanzar a desayunar con más tiempo. Generalmente era Felipe quien llegaba primero, pero esta mañana el puesto lo había conseguido Boris; pues no quería estar entre los manotazos que se daban como ritual matutino. Sabía que la puerta del baño debía mantenerla abierta para que los otros optimizaran tiempo afeitándose o cepillando sus dientes. Mientras terminaba de enjuagarse el cabello; entre el alboroto que tenían Viktor, Nico y Pipe, estaba Eric observando desde la puerta la silueta del nuevo integrante, disimulaba bastante bien y a ratos lanzaba algún golpe aleatorio a los alborotados muchachos frente al espejo. Boris tomó su toalla y la cruzó en su cintura para salir, saludó a Eric levantando las cejas y salió en dirección al dormitorio para vestirse.

-Está muy rico- Pensó Eric viéndolo de reojo mientras secaba su cuerpo.

- ¡Ya despierta hermano! – Sintió una palmada en la cabeza de parte de Nico - ¡Aún estás con la mañanera! -Lo empujó hasta la puerta al notar un bulto en su ropa interior, sin percatarse de la verdadera razón -Ya bájale pervertido, no quiero ver eso- Añadió dando unas risotadas junto con los otros. Eric se sonrojó y prefirió hacerse el desentendido, así pasaba como una más de las tantas veces que se habían visto en esa situación matutina y se hacían bromas al respecto.

Luego de la batalla por el baño y el improvisado desayuno con sobras del día anterior, corrieron hasta el autobús y tomaron rumbo a la universidad, en donde se separaban a sus respectivas aulas durante la mañana. Felipe y Nicolás eran los más apresurados, esa mañana comenzaban con la clase de la sensual profesora y no querían perderse la primera fila para ver sus ajustados jeans.

Ya cerca de las cuatro de la tarde lograron reunirse junto a Camila a la entrada del Club de Remo, lugar en donde se harían las pruebas de admisión para los aspirantes al equipo y Boris era uno de estos entre el gran número de asistentes.

- ¡Tú puedes amigo! – Exclamó Camila, sentada junto a otras chicas a la orilla del río, mientras los remeros acomodaban sus botes en el agua.

- ¡Me pondré celoso! - Intervino Pipe con su sensual sonrisa y le lanzó un beso.

- Hay muchas chicas aquí – Le comentó Boris a su amigo, con quien iba a compartir bote – Parece que son bien populares – Agregó un tanto nervioso.

-Sí, la verdad es que a los muchachos les va bien con las chicas aquí en el club- Respondió el moreno, acomodando su malla en la cintura.

-Así veo bro, hay una mayorcita que no deja de mirarte- Boris le indicó disimuladamente el segundo piso del edificio de entrenamiento.

-Eh, pues ya sabes que uno es sexy- Sonrió Pipe con nerviosismo al darse cuenta de que se trataba de Tamara, la profesora con la cual estaba coqueteando.

-¡Ya pónganse en posiciones!-Se escuchó el grito del entrenador, quien con su silbato puso todo en orden y en silencio. Al cabo de un instante, esperaron la orden y todos los botes salieron de la partida ante el griterío de las estudiantes, que se deleitaban con los tonificados cuerpos de los remeros.

Durante casi una hora estuvieron remando por las pistas, ante la exhaustiva mirada del entrenador y otros profesores del equipo; poco a poco algunos de los aspirantes desistieron y no lograron continuar remando hasta que sólo fueron quedando algunos de los tantos que se habían presentado. Afortunadamente, Boris era uno de estos y consiguió mantenerse firme durante toda la rutina que ya estaba finalizando.