La Heterocuriosidad mató al gato

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Alrededor de las ocho de la mañana, Viktor se levantó raudo como era costumbre antes de ir a la universidad, aunque esta vez no tuvo que disputar un lugar en el baño, pues ninguno de sus amigos se había levantado; en efecto, Nicolás aún no regresaba al departamento, Felipe continuaba en casa de Tamara y tanto Eric como Boris, estaban durmiendo todavía. No fue hasta que Viktor cerró de manera torpe la puerta del departamento al salir, que se escuchó un fuerte estruendo en el lugar, despertando súbitamente a sus compañeros.

- Me quedé dormido- Dijo Eric retorciéndose entre los brazos de su acompañante.

-Sí, yo igual- Respondió Boris, intentando estirarse sin soltar a Eric -Dormí demasiado bien contigo- Agregó al tiempo que le acariciaba el cabello.

-Creo que yo también dormí plácidamente - Eric disfrutaba aquel instante -Gracias por estar conmigo- Se le acercó a la cara de manera insinuante.

-De nada, no podía dejarte solito- Boris respondió acercándose también a él - ¿Crees que podamos acostumbrarnos a dormir juntos? - Agregó mientras rozaba su nariz en la mejilla de Eric.

-Es altamente probable - Le respondió, tomando a Boris por la cintura y finalmente dándole el beso que tanto deseaba.

Y sin más palabras que decir, sólo entre caricias y furtivos besos, poco a poco fueron despojándose de la ropa con la cual habían pasado la noche. Eric al fin se estaba pleno y en completa libertad para expresar lo que sentía por Boris, estaban completamente desnudos tocándose sin ningún límite.

- Quiero que me lo hagas - Le dijo Boris, estremeciéndose al sentir el roce del cuerpo de Eric sobre él.

- ¿De verdad lo quieres? - Le respondió mientras perdía sus manos entre las piernas de Boris.

-Sí, busca un condón- Boris lo besó apasionadamente, luego Eric abrió uno de sus cajones para buscar entre sus cosas un preservativo.

-¿Quieres ponerlo tú?- Le insinuó, tocándose de forma provocativa.

- Sí, ven aquí- Boris se levantó para ayudarlo en tan excitante tarea, enseguida se tendieron sobre la cama y dieron rienda suelta a todas las ganas contenidas.

Tras una extensa jornada de sexo matutino, volvieron a quedarse dormidos con sus cuerpos entrelazados y sudorosos, olvidándose del resto del mundo.

A eso del mediodía, fueron nuevamente despertados por sorpresa, esta vez era Felipe quien entró en la habitación sin tocar, pensando que el departamento a esa hora estaba vacío.

-¡Ay! ¡perdón! -Exclamó apenas abrió la puerta y encontró a sus amigos metidos en la misma cama, los que de un brinco se sentaron medio adormecidos todavía.

-¡Pipe!...apareciste - Boris intentaba hablar coherentemente tras abrir los ojos.

-Eh, sí- Respondió el moreno, pasando aceleradamente a buscar una toalla al closet - Disculpen no sabía que estaban aquí a esta hora- Agregó mientras se apuraba por salir para no incomodar a sus amigos.

-Hey, tranquilo- Le dijo Eric - No hay problema- Añadió mientras se sentaba con la ropa de cama cubriéndolo desde la cintura.

-Me gustaría saber dónde pasaste la noche - Boris le sonrío, suponiendo cuál iba a ser su respuesta.

-Creo que me ducharé y de ahí hablamos - Respondió Felipe con la toalla en la mano -Parece que los tres tenemos harto de qué conversar- Les hizo un gesto con las cejas y luego cerró la puerta.

Rato después, los tres ya se habían duchado y estaban en la cocina preparando algo para almorzar; tenían sobre la mesa unas verduras por cortar, mientras que Boris les hacía una taza de café.

-Pipe, tú ya sabes qué pasó con nosotros- Le dijo Boris tras pasarle su taza de café -Ahora, me gustaría saber qué sucedió contigo amigo mío -Añadió con picardía.

-Pues pasó lo que ya debes suponer -Respondió ante la atenta mirada de sus amigos, Eric aún no entendía mucho.

-¿Te acostaste con Tamara? - Preguntó Boris con ansiedad.

-¡La profe de la Universidad!- Exclamó Eric, ahora entendiendo todo.

-Sí - Felipe tomó un sorbo de café -Pasé la noche con ella.

-¡Sabía que eso pasaría bro!- Boris se acomodaba junto a Eric - Y ¿Qué tal?- Preguntó con curiosidad.

-Increíble- Respondió Pipe haciendo un gesto de aprobación con su pulgar.

-Pero y ¿Qué pasará con Camila?- Eric estaba intrigado.

-No sé si sea lo más adecuado contarle - Felipe se sentó sobre una banca - Creo que lo de anoche sólo fue eso...una noche. Lo pasamos muy bien, pero siento que Tamara va por la vida así, seduciendo estudiantes y seguro ya no vuelve a pasar, sólo quería quitarse las ganas - Afirmó con seguridad.

-Y tú también te quitaste las ganas- Añadió Boris sonriendo.

-Jajaja ... Claro que sí hermano- Respondió alzando su taza como un brindis - Al igual que ustedes- Les hizo un guiño.

-Veo que a ti no te complica- Eric tomó la mano de Boris.

-No amigo, para nada- Felipe se acercó a ellos - Ustedes son mis amigos y los quiero ver felices - Los abrazó por la espalda.

-Ojalá y Nico pensara igual - Dijo Eric con un dejo de tristeza.

-Tranquilo, ya verás que podremos hablar con él en algún momento- Boris apretó su mano.

Luego continuaron conversando sobre la ajetreada noche que habían tenido, entre risas y confesiones de amigos, terminaron de preparar una ensalada que se devoraron rápidamente.

-¿Ustedes irán a entrenar ahora?- Dijo Felipe, dejando su plato en lavadero.

- Yo creo que no- Respondió Boris, ante la mirada atónita de Eric.

- ¿No iremos? - Dijo mirándolo con curiosidad.

- Creo que debemos aprovechar que Pipe saldrá para continuar lo de la mañana- Boris no pudo contener la risa.

-¡Ah ya entendí!- Exclamó Felipe, dirigiéndose a su habitación - ¡Sacaré mi bolso y me voy a entrenar muchachos!- Gritó mientras sacaba sus cosas de debajo de su cama.

-Qué vergüenza que digas eso frente a Pipe- Eric estaba algo avergonzado.

-No te preocupes, es mi hermano y no dirá nada- Boris se le acercó y puso su rostro frente al de él - Dime que no quieres repetir lo de la mañana - Le sonrió.

- Sí quiero- Eric lo besó -Claro que quiero- Agregó antes de volverlo a besar.

-¡Ya me voy!- Se escuchó gritar a Felipe desde la salida -¡Volveré tarde!- Se oyó justo antes de cerrar la puerta. Llevaba su celular en la mano, mientras leía unos mensajes de Camila preguntándole si se iban a ver más tarde. Se detuvo antes de bajar las escaleras del edificio y tras un largo suspiro, abrió la aplicación para responderle.

>Sí amor, te busco después de entrenar.

Luego metió su celular al bolsillo y corrió para no llegar tarde a la práctica de remo.

Heterocurioso ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora