Recuerdos

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Durante la tarde, Nicolas le hizo saber a sus compañeros de departamento, por medio de un mensaje, lo que había presenciado en el vestidor del club de remo. Para Felipe, la noticia ya la veía venir; en cambio Viktor se sorprendió al enterarse, aunque no lo tomó a mal como lo estaba haciendo su amigo, quien decidió no pasar la noche en casa de otro compañero de universidad. Un tenso silencio inundó el departamento de los Makina, Eric se encerró en el dormitorio a llorar, mientras que Boris salió junto a Pipe a caminar un rato para conversar. Tomaron rumbo hacia la orilla del río en donde buscaron una banca para sentarse y estar más cómodos.

- Esto me pone triste- Es lo primero que se le ocurre a Boris decir, luego de un breve silencio -No me sentía así desde que perdí a Julián- sus ojos se llenaron de lágrimas.

-¡No, hermano!- Exclamó Felipe, al tiempo que se le acercaba para abrazarlo -Por favor, no te sientas mal por lo ocurrido- Suspiró con fuerza -Nico es un Imbécil si no entiende que no hay nada de malo en que ustedes se quieran- Observaba como unas lágrimas caían por las mejillas de su amigo.

-Lo sé, espero que entienda- Boris secaba sus lágrimas- Sobre todo por Eric, el es su amigo- Miró a pipe a los ojos - Me siento culpable, si yo no hubiese venido, nada de esto estaría pasando- Su voz estaba temblorosa.

-Boris, no digas eso, esto iba a suceder tarde o temprano- Afirmó Felipe -Hace rato que Eric andaba haciendo cosas a escondidas y la verdad yo prefiero que el esté con una persona como tú a que ande con cualquier desconocido - Lo abrazó con fuerza - Ya, mi hermano de la vida...te quiero y no sigas triste, esto lo superamos juntos otra vez-Lo besó en la mejilla.

-Gracias Pipe, igual te quiero mucho hermano- Respondió Boris más aliviado.

Se quedaron un momento sentados conversando hasta muy tarde, hasta que el celular de Felipe comenzó a sonar con mensajes que le llegaban de su profesora. Se puso incómodo ante la mirada de su amigo.

-Sabes que yo no diré nada, eso lo tienes que decidir tú solo- Le dijo Boris, ya con mejor semblante. La situación le causaba risa y no podía juzgar a su amigo.

-Sí, lo sé Bro - Pipe leía los mensajes - Dice que quiere que hablemos en persona - Sentenció mirando a Boris como si estuviese asustado.

-Bueno, eso puede ser que realmente quiere hablar o directamente te va a llevar a su cama- Boris soltó una risotada, no se contenía al ver la cara de Pipe con tantas dudas - Pero debes pensar bien en qué pasará con Camila, ella no debe sufrir...te lo prohíbo- Finalizó poniéndose de pie para que tomaran rumbo al departamento, ya se había hecho muy tarde y cada vez estaba más frío el ambiente.

Al llegar, entraron en silencio y se fueron directo al dormitorio en donde estaba Eric durmiendo, tendido con ropa sobre la cama. Justo antes de cerrar la puerta, Felipe se quedó inmóvil y le dio un suave silbido a Boris para que volteara a verlo.

-Iré a terminar con esto ahora mismo- Susurró Felipe para no despertar a Eric.

-¿Estás seguro Pipe?- Murmuró Boris, atónito con la repentina decisión de su amigo.

-Sí, Bro...debo estar frente a ella para saber si yo siento algo o es solo un juego - Se dieron un apretón de manos y luego se fue hacia donde vivía Tamara.

Boris cerró la puerta, procurando no hacer mucho ruido, caminó lentamente en puntillas hacia su improvisada cama en el piso, cuando se dio cuenta de que los llorosos ojos de Eric lo miraban fijamente.

-¿Cómo estás Eric?- Boris se sentó a su lado de inmediato.

-Siempre evité que este día llegara- Respondió al tiempo que se sentaba en la cama, sus ojos estaban hinchados de tanto llorar- Hacía rato que estaba sintiendo atracción por los hombres, pero lo evadía y continuaba saliendo con chicas- Tomó la mano de Boris, quien escuchaba atento - Me negaba a aceptar la verdad y por temor no le dije a mis amigos lo que estaba pasando.

-Tranquilo, tus amigos de verdad estarán siempre a tu lado- Boris le acarició su cabello - Viktor se sorprendió, pero no está enojado y Felipe ya lo intuía hace rato, pero para el no es tema- Sonrió para darle algo de esperanza y reconfortarlo.

-Espero que Nico entienda, nunca quise mentirle- Eric comenzó a llorar nuevamente - Yo no sabía como abordar esta situación -Abrazó a Boris con fuerza, sintiendo que era la única persona en quien podía confiar plenamente.

-Ya podrás hablar con Nico y verás que todo pasará- Boris se acomodó a su lado para que Eric se desahogara. Continuaron abrazados por largo rato, hasta que la pena disipó y el sueño fue más fuerte que ellos, quedándose dormidos abrazados sobre la cama.

Varias calles más lejos, Felipe estaba llegando a su destino. Nuevamente casi petrificado frente a la puerta, intentando decidir si seguir o retroceder, pensando en su relación de tanto tiempo y en lo que podría significar que el aceptara las insinuaciones de su profesora.

- Al fin llegas, chico guapo- Escuchó decir de forma sorpresiva. Era Tamara quien esta vez salió a recibirlo, pues sabia que se le podía escapar otra vez.

-Sí, eh...Hola_ Atinó a decir Felipe, con un nudo en la garganta.

-¿Vas a pasar?- Preguntó, coquetamente la apuesta mujer - Prometo no hacer nada que mi estudiante no quiera.

-Vengo a que hablemos sobre esto- Respondió Pipe, caminando tras de ella en dirección a la puerta.

-Sí claro que hablaremos- Tamara abrió la cerradura y lo hizo pasar - Tenemos toda la noche para conversar- Esperó a que Felipe entrara y cerró la puerta - Pero antes, ¿no te gustaría que hagamos otras cosas mejor? - Añadió mientras se desabotonada la blusa, dejando entrever sus atributos.

-Sabes que yo tengo una ...- Felipe pensó en mencionar a su novia, pero ella lo detuvo poniendo su dedo en los labios del nervioso muchacho.

-Hace mucho que quería tenerte aquí conmigo, me encanta verte entrenar- Tamara se le acercó, arrinconándolo contra la pared - Sé que estás aquí porque quieres lo mismo que yo- Rozó su mano por el pecho de Felipe, sintiendo su corazón agitado.

-Yo...-Felipe intentaba hablar, pero ella de manera muy hábil, llevó su mano hasta la entrepierna del joven, con lo cual lo hizo temblar en cuerpo completo.

- Esto es justo lo que quiero probar- Tamara pasó su lengua por el cuello de Felipe y luego se puso de rodillas, subió la mirada para contemplar la cara de aquel chico que deseaba desde hace mucho y luego sin dudarlo abrió el pantalón de este. En ese instante, Felipe estuvo perdido y sucumbió a la tentación que por largos meses había evitado. Tamara al fin, tenía entre sus sábanas al estudiante, como lo quiso desde el primer día de clases.

Heterocurioso ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora