Capítulo 5

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Una copa llevó a otra y así hasta que los compañeros volvieron a acostarse. El sol insiste en levantar a la pareja, la cual duerme profundamente hasta que una melodía bastante pegadiza comienza a sonar. Kate abre los ojos como puede, estira su brazo hasta dar con su móvil.

_ ¿Si?- Su voz suena como alguien recién levantado tras una noche de fiesta.

- Beckett, ¿eres tú?- Es la primera vez que Espo escucha a su compañera de esa forma.- ¿estás bien?

- Digamos que hoy no me encuentro bien, ¿por qué me has llamado?

- He terminado el papeleo, recuerda que hoy empiezan nuestras vacaciones.- Castle se remueve en la cama, no deja de sonreír a pesar de seguir durmiendo, esa imagen enternece a la inspectora.

- ¿Beckett?

- Sí, perdona, me acercaré esta tarde para recoger unos documentos y para despedirme de vosotros. No nos vamos a ver mucho este verano.

- Cierto, Ryan se va con Jenny y yo me voy a hacer deportes de riesgo por el mundo.

- Nos vemos entonces, hasta luego.- Beckett deja el móvil en su mesa, ¿habrá pensado Castle algo para el verano? Entonces éste levanta su brazo buscando a su compañera.

- Buenos días escritor.- Castle abre los ojos lentamente, a pesar de lo que bebió se encuentra fenomenal.

- Buenos días inspectora, ¿has dormido bien?

- De maravilla, iba a darme una ducha, ¿te apuntas?- Rick levanta su cabeza, acto seguido besa a la mujer que le enloquece.

- Me encantaría, pero mi madre y Alexis se estarán preguntando donde me he metido; será mejor que me huelan y que piensen que salí por ahí con mis amigos escritores.

- Bien pensado, te llamaré más tarde, ya sabes que hoy como con mi padre.

- Deberías hablar con él, si Espo ha hecho el papeleo no te hará falta ir a comisaría.- Kate coge su móvil, escribe un mensaje y rápidamente se lo manda a su padre.

- Vale, voy a ducharme.- Castle se queda totalmente embelesado con el cuerpo tan perfecto de su compañera, unas curvas impresionantes y unas piernas... Deja de pensar para poder vestirse tranquilo; antes de irse prepara un café con vainilla.

Martha y Alexis esperan en la puerta, ambas con los brazos cruzados, Castle entra sigilosamente pero es en vano, su madre carraspea la garganta.

- Buenos días Richard, ¿se puede saber dónde te metiste anoche?

- Salí de fiesta con mis amigos, ¿acaso no puedo?- Abuela y nieta intercambian miradas, sonríen de forma maliciosa.

- ¿Por qué me miráis de esa forma? Asusta.

- Papá, la abuela llamó a todos tus amigos, ninguno te vio anoche.- Castle abre los ojos, se toca la cabeza de forma nerviosa.

- ¿Por qué nos mientes? ¿Qué nos estás ocultando?- El escritor se ha visto cazado por su familia, le prometió a Kate que no se lo contaría nadie.

- Estoy organizando algo para este verano, es una sorpresa. No puedo decir nada más, ahora voy a ducharme.- cuando éste piensa que se ha librado algo le delata.

- ¿Hueles a cerezas?- Mierda, Castle se mete rápidamente a su habitación; su madre es muy avispada, seguro que lo ha descubierto.

Mientras tanto en un restaurante del centro...

El camarero toma nota al abogado y a la inspectora de homicidios, ninguno ha dicho nada desde que se han sentado; apenas se ven y cuando lo hacen hablan del caso que en ese momento tiene Kate pero ahora está de vacaciones y no se le ocurre ningún tema de conversación.

- Oye Katie, sabes que puedes hablar conmigo de cualquier tema. ¿Puedo ayudarte en algo?- Beckett agradece el gesto de su padre pero ¿va a hablar de Castle con él? Acaban de empezar a salir, ya se han acostado dos veces.

- Papá, ¿qué sentiste cuando viste a mamá por primera vez?- La pregunta pilla al abogado totalmente desprevenido, observa los ojos de su hija.

- ¿Es por Richard?- Su hija asiente con la cabeza.

- Bueno pues lo que se siente cuando conoces a esa persona especial no se puede describir con palabras. Es un conjunto de sensaciones entremezcladas, desde alegría, felicidad hasta miedo y preocupación.

- ¿Miedo y preocupación?

- Sí, te empiezas a preguntar si eres correspondido, si te dirá que sí a la primera cita. Mi ventaja fue que tu madre en ese momento estaba más loca que yo; nuestra primera cita fue... Diferente.- Kate se fija en el brillo que aparece en los ojos de su padre cuando habla de su madre, fue una gran pérdida para los dos. Se apoyaron mutuamente hasta que Beckett decidió apuntarse a la academia de policía.

- Papá, estoy algo asustada. Rick me gusta mucho pero ¿y si lo nuestro no funciona? No quiero perderle, me importa demasiado.- Jim coge las manos de su hija, hacía lo mismo cuando ésta era nada más que una niña de cinco años.

- Cariño, si tanto te gusta no dejes que lo vuestro se marchite; anoche os estuve observando y te vi feliz, todos nos merecemos otra oportunidad y Richard es la tuya.

- Gracias papá, de verdad.- en ese momento llega el camarero con la comida, padre e hija disfrutan de una agradable comida.

Quédate para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora