Quédate para siempre

Capítulo 11

Han pasado ocho meses...

Unos relámpagos desvelan a Kate, Castle duerme profundamente a su lado; ¿de verdad están viviendo juntos? Lo decidieron el mismo día que le dieron el alta en el hospital; pasaron el resto del verano en los Hamptons pero esta vez Martha y Alexis les acompañaron.

- Vamos cielo, no molestemos al papi.- Beckett se levanta, coge su bata y sale de la habitación. La tormenta lleva varios días en la ciudad, Enero llega con ganas de guerra; la calefacción mantiene la temperatura ideal para los que viven en el lujoso loft. Kate se queda de pie observando cómo los rayos iluminan de forma interminente su nuevo hogar.

- ¿Kate?- Ésta se sobresalta, Alexis camina hacia ella.- ¿Estáis bien?

- Perfectamente, me he desvelado, nada más.- Alexis le acerca una silla, Kate se lo agradece.

- ¿Cómo se encuentra mi hermanita?

- Parece que me ha dado una pequeña tregua, lleva todo el día dándome patadas.

- ¿Puedo?- Pregunta la joven, Kate asiente con una gran sonrisa. Alexis coloca sus manos sobre la barriga de ocho meses.- Me parece que alguien desea salir.

- Es un terremoto.- ambas observan en silencio cómo la lluvia se va transformando en nieve, los grados bajan rápidamente.

- Oye Kate, ¿ya habéis decidido el nombre?

- Pues... la verdad es que no lo hemos decidido. ¿Tú has pensado en alguno?- Alexis sonríe.

- Siempre me ha gustado Emily si es niña; es un nombre muy bonito.- unos pasos suenan detrás de ellas.

- ¿Qué hacen mis chicas favoritas despiertas a estas horas?- Castle lleva un pantalón de chándal y una camiseta de manga corta.

- No podíamos dormir.- responde Kate llevándose sus manos a su barriga.

- En realidad yo he bajado para beber agua, me vuelvo a la cama. Buenas noches.- se despide de su padre y de Kate.

- Deberías descansar Beckett, no quiero que mi pequeña se quede despierta hasta las tantas; además.- besa a su compañera con dulzura.- sois muy importante para mí.

- Está bien, ¿me ayudas a levantarme?- Inspectora y escritor vuelven a acostarse, su hija nacerá en unas pocas semanas y los nervios empiezan a aflorar.

Castle conduce todo lo deprisa que puede, Kate no deja de gritar; no queda nada para llegar al hospital. En cuanto llegan allí una enfermera se lleva a Beckett a la sala de partos; Rock va detrás.

- ¡Vamos Katherine! ¡Empuje con todas sus fuerzas!- Castle le anima a la vez que nota como su mano va perdiendo movilidad; Kate aprieta con demasiada fuerza.

- ¡Un poco más, ya veo la cabeza! ¡Sólo un empujoncito más!- Beckett cae inconsciente, despierta a los pocos minutos.

- Hola.- Rick sonríe, coge una toalla húmeda y la pasa por la frente de su compañera.

- ¿Dónde está...?- La enfermera coge una caja tapada con una sábana, cuando la aparta Kate se queda muda de asombro.

- Enhorabuena.- ¡tiene que estar de coña! Unos gatos le miran fijamente, nadie parece darse cuenta excepto ella.

- ¡Emily!- Kate se despierta sobresaltada, Rick le observa preocupado.

- ¿Qué ocurre?- Todo va bien piensa Beckett, sólo ha sido una pesadilla.

- He soñado que teníamos gatitos, ¿eso es normal?- Castle no puede evitar reírse, recibe un golpe por ello.

- Vamos Kate, estás embarazada de ocho meses. Es normal que estés asustada.

- ¿Crees que seré una buena madre?- Recibe un beso como respuesta.

- Serás una madre estupenda y Emily no podrá quererte más.- Kate alza una ceja.

- ¿Emily?

- La has llamado así, pienso que es un nombre bonito, ¿no crees?

- Me gusta Emily.- Castle coloca sus manos sobre su pequeña, se acerca para hablarle.

- Mamá te protegerá, siempre.