Quédate para siempre

Capítulo 2

Kate está de pie delante del espejo, se lleva los dedos a sus labios; ¿de verdad Castle le besó? Su ídolo, compañero, amigo y...¿novio? Es muy pronto para decirlo, tan sólo fue un beso el cual significó mucho para los dos.

Con ese beso han dado un paso más en la extraña relación que tenían, ¿está haciendo lo correcto? Es decir, Rick le gusta mucho pero ¿lo suficiente cómo para empezar algo serio con él? Además también está la norma que prohíbe que los compañeros salgan juntos, ¿debería hablar con su capitán?

- Kate, ¿va todo bien?- La voz del escritor suena desde el salón de la inspectora. Decidieron ir allí para aclarar varias cosas.

- Estaba...pensando, nada más.- Kate se sienta al lado del hombre con el pelo alborotado y los ojos azules, le atrae demasiado.

- ¿Y en qué pensabas?

- Me extraña que lo preguntes.- Rick sonríe, le aparta un mechón de pelo a Kate y se acerca para besarla pero ésta le detiene.

- Castle, es necesario que hablemos primero. Mira, tú has estado casado dos veces, es normal que desconfíe de ti ¿lo entiendes?

- Tienes toda la razón  pero voy a ser sincero contigo.- Castle le agarra la mano que le queda libre y dirige sus ojos a los de ella, verdes con un toque color avellana.

- Ninguna era como tú, te lo puedo asegurar. Tú me atraes de una forma casi magnética, contigo me siento bien, feliz y seguro. Eres mi musa.- Kate le echa una mirada fulminante.

- Te dije que si me volvías a llamarme musa te partiría las piernas.

- No vas a hacerlo inspectora.

- ¿De verdad lo crees?- Pero Castle tiene razón, Kate no lo ve como el primer día, siente algo muy fuerte y se ve incapaz de hacerle daño.

-¿Y ahora qué? Estoy algo nerviosa.- Rick levanta una ceja en gesto de asombro.

- Katherine Beckett ¿nerviosa? No me lo puedo creer.- ésta le da un codazo, tiene ganas de besarle. Como si le hubiese leído la mente, Rick acerca a Kate hacia él.

- Adoro tu perfume. Las cerezas me pierden y si están en tu cuerpo todavía más.

- Rick, cuando estemos en comisaría ambos estamos solteros. ¿Entendido? Nadie debe saberlo.

- Mi madre y Alexis ¿tampoco?

- Castle, hemos empezado a salir, espérate un poco, por favor.

- Está bien, yo sólo quiero estar contigo Kate. ¿Puedo besarte ya?- Kate asiente, cierra los ojos y se deja llevar por ese hombre que ha puesto su vida patas arriba en cuestión de meses.

A la mañana siguiente...

Rick abre sus ojos lentamente, se espera unos segundos para aclarar su vista. Encuentra a su musa durmiendo plácidamente, ésta deja ver una ligera sonrisa. Castle le besa la frente y en silencio se levanta para preparar el desayuno.

Una taza de café con vainilla espera humeante en la mesilla de la inspectora; junto a ella una nota y una rosa roja. Kate lee la nota: "Buenos días inspectora, disfruta del café. Nos vemos en comisaría.

P.D: Te echo de menos

Esa nota ha sacado una sonrisa en Beckett, se bebe el café y a los pocos segundos recibe la llamada de su compañero. Empieza un nuevo día, pero todo será diferente, Kate desea ver a su escritor.