final

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Mae:

Meli-boludaa, Dios, ¿cual vas a usar? rosa o Violeta- me pregunta mostrándome los diferentes tipos de sobras para el casamiento.
M-ninguno, me pinto de algo más oscuro, gris capaz- bufo y agarro la sombra gris para meterla en la bolsa.

Salimos de la perfumería para ir a tomar un helado.

M-¿que te vas a poner vos?
Meli- que se yo, el vestido ese que te preste la otra vez-asenti una cucharada de helado de limón paso por mi garganta- ¿estas nerviosa?-negue- ya tres días, no lo puedo creer-
M- yo menos, osea, es algo que posta quiero y me hace muy feliz estar con alguien como Paulo que a pesar de todo seguimos acá, eligiendonos, increíble-
Meli- me acuerdo de la vez que llegamos Mendoza y tipo se te hicieron brillos los ojos al verlo- sonrei recordando el momento.

Se hicieron las seis y ya me había cansado de andar con el carrito con Mía para todos lados así que meli se fue a su casa y yo a la mía.

Entre y estaba Paulo sentado con 5 tazas al lado de el, miles de hojas alrededor y comiendo un lápiz.

M-hola amor- me puse a atrás de él e inspeccione más de cerca el panorama.
P- holaa, como les fue?- me da un beso fugaz y agarra a Mía.
M- bien- respondo todavía observando.
P- estuve tratando de escribir un tema, pero ya no puedo, ¡me tome cinco cafés,  cinco!
M- por qué no te relajas un rato, estuviste toda la tarde solo, casi siempre estás solo, vamos a acostarnos un rato los tres- abrio los ojos en grandes, y empezó a escribis- ¡Paulo, por Dios, no puede ser que seas, tan...tan...vos!- ¿que mierda dije?
P- ya está, sisisi, siempre solo- forever alone, como soy, está todo planeado jeh, gracias mi vida- me da un beso en la frente y corre a la pieza.

Me saca de quicio que se vuelva tan loco por el trabajo, el da todo siempre, pero no deja de laburar ni un segundo.

Ordene las tazas y le di de comer a Mía.
Cuando se durmió la acosté al lado de Paulo que, por cierto, también se durmió.

En tres días  me casaba, no creo que el casamiento vaya a cambiar mucho las cosas pero me hace tan feliz de que el allá tomado esta iniciativa tan linda al lado mío.

Me acomodé en el poco lugar que me dejaron los Londra. Senti los ojos pesados hasta que me dormí.

Paulo:

Ahí estaba parado. Un lugar con no mucha gente, sino la necesaria.

Tenia mariposas en la panza, llego el momento pero estoy en shock esperándola.

Escuche la puerta abrirse. Por ella pasó una figura Blanca y hermosa.
Con sus manos en los costados la mirada fija y una sonrisa gigante. Única diría yo.

Cura- hoy estamos reunidos para unir a Paulo Londra y Mae Alonso en matrimonio- Mae agarró de mi mano con fuerza y no dejaba de sonreír- Paulo ¿acepta a esta mujer como su esposa, en la enfermedad y perfecta salud, en la pobreza y la riqueza hasta que la muerte los separe?

P- yo, Paulo, acepto a esta mujer hasta que la muerte los separe.

Cura- Mae, ¿acepta a este hombre como su esposo, en la enfermedad y perfecta salud, en la pobreza y la riqueza hasta que la muerte los separe?

M-yo- me volví loco cuando sonrio de su forma tan única- Mae, acepto a este hombre hasta que la muerte nos separe- me temblaban las piernas con solo escuchar esas palabras.

Cura- si así es, que traigan los anillos- Juana entro con las manos extendidas para dejar los anillos.

J- suerte- nos susurró.

Agarre la mano de Mae y pase el anillo con toda la delicadeza del mundo.
Ella con su suave tacto tomó la mía y pasó el anillo que en algún sentido nos unía.

y te elegí a vos... |Paulo Londra|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora