Aquella noche estuvo llena de dudas. Burke no pudo dormir en un intento por descifrar porque Aiden y Franco habían discutido de forma sigilosa.
Creía que la muerte de Stephano era sólo el final de una mala experiencia para la familia LeClair y el resto de sus conocidos más cercanos, pero era evidente que el caso de Gia no quedaría sin resolverse ¿Por qué apareció justo después de la muerte de su padre?
Ligar cada situación, cada circunstancia era como intentar resolver un acertijo con múltiples respuestas.
Y para Burke eso resultaba extrañamente fascinante.
A la mañana siguiente sin perder más tiempo, llevo a Donatella consigo para recoger a Aiden en la puerta de su casa.
Como siempre el Enfant Terrible como solían llamarle, que a pesar de llevar un conjunto casual guardaba una apariencia radiante.
— ¿Y bien?— sugirió el castaño encogiéndose de hombros esperando que Burke le dijera cualquier cosa. —¿Cuál será la sorpresa de hoy?
—Imagine que el clima era estupendo para que los tres demos una caminata por el champ de Mars.— respondió Burke intentando que la invitación sonara formal a modo de burla.
Aiden bajo la vista hacia el mini pig rosado y redondo como un pompón con un listón rojo al rededor del cuello, ciertamente le parecía una mascota un tanto, inusual. — ¿Y ese cerdito? Es...
—Donatella.— la presento Burke. —mi compañera de apartamento.
—Ho, es encantador.— Aiden intento responder sin que el sarcasmo fuese notorio en su semblante, pero sólo el cielo sabría si funcionó o no...
Después de algunos momentos silenciosos, un par de cigarrillos y cuidar que Donatella no se alejara mucho Burke decidió que era momento de hacerle una pregunta directa, pero habiendo tantas cosas, resumió todo a modo que Aiden pudiese sentirse cómodo. —Cuéntame de ti...
El castaño dejó a un lado su teléfono. — ¿Qué quieres saber exactamente?
—Todo.— Burke dió una calada a su cigarrillo y soltó el humo sin dejar de prestar atención a los ojos de Aiden. — Me gustaría conocerte, según tus propias palabras.
Aiden bufó imitando la acción de Burke con el cigarrillo y después de pensarlo un poco decidió responder. —Ha pasado mucho tiempo desde la primera vez que escuché esa pregunta.— confesó. —y justo ahora no me siento seguro respecto a eso.— suspiró. —No creo ser el chico ingenuo que fui en la universidad, pero tampoco creo ser demasiado pesado como lo fui al volver a casa...
—¿Crees que has encontrado un punto medio?— sugirió Burke intentando asimilar aquella respuesta, pero sólo pudo observar a Aiden negar una y otra vez con suavidad.
—No creo que vaya a lograrlo, pero, lo intentó todos los dias.— el castaño le dedico una pequeña sonrisa, no muy pronunciada, sin embargo, los hoyuelos en sus mejillas eran visibles y lo hacían ver aún más lindo de lo que Burke le creía.—¿Y tú?— Aiden espero que su pretendiente no fuera a darle la misma clase de respuesta. —Debe haber mucho que contar acerca de Burke Hoffman.
El chico de cabello cobrizo arqueo ambas cejas con algo de sorpresa. — bueno, yo, a decir verdad.— titubeo antes de apagar su cigarrillo y lanzar la colilla a la suerte. —soy escritor, de hecho.— respondió con una media sonrisa poco convincente. —logré publicar un libro en Berlín, y pretendo seguir a penas termine la maestría...
—Entiendo.— Aiden asintió de modo comprensivo. —supongo que la universidad, dos empleos y una mascota, juntos se convierten en una tediosa obligación.
Burke se encogió de hombros al instante. —Tener algo en que distraer la mente es mejor que no hacer nada.
<<Como investigar un poco más de ti cada noche>>.Aiden apago su cigarrillo. —Y ahora supongo, pretendes que forme parte de tus distracciones.— Arqueo ambas cejas burlón.
<<Claro que si>>. —No seas idiota. — Burke puso la mirada en blanco antes de tomarle por la cintura y besarlo repentinamente.
Era curioso imaginar a Aiden alguna vez hubiese accedido a salir con alguien como Burke. Ambos tenían una vida ocupada, a pesar de llevar un ritmo de vida distinto, sin embargo, ambos se miraron con un brillo especial.
En ese instante los dos experimentaron ese cosquilleo que llaman mariposas recorriendo ascendentes en su interior.
Las sensaciones que puede causarte una persona en menos de unos instantes pueden ser tan poderosa como destructiva.
Y ambos ignoraban los efectos colaterales que podían atraer a futuro.
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Stalker (Spin-off) : Una historia de Fashion Killer
Teen FictionBurke Hoffman es ordinario y encantador, hasta que se obsesiona con alguna persona que llame su atención. Aiden LeClair era la clase de persona que Burke admiraria desde la distancia, lo suficiente para investigarlo y hacer lo posible por entrar y f...