Rendida a sus deceo (Park Jimin)

capitulo 22

— ¿Cómo puedes hacer esto, _________? —. La expresión de mi madre era lívida, sus ojos grises brillaban con la furia. — ¿Cómo puedes haber hecho algo tan depravado?

— ¿Depravado? —.sacudí mi cabeza, suspirando. —Simplemente soy diferente de ti. Lo siento.

Una lágrima escapó de mis ojos. Yo odiaba estar enfadada con mi madre, tal como había odiado tener que dejar a mi padre hacía tanto tiempo.

Cuando terminé de hablar, un movimiento detrás de mi madre capturó mi atención. Mi padre, alto y fuerte, su cara heladamente furiosa, entrando en el cuarto.

—Bien, supongo que estás satisfecho —dijo mi suk, mi madre. —Ella es justo como tú y esa puta con la que te casaste.

Minzy estaba con mi padre.

—Estás en mi casa, mi suk —le recordó minzy, su delgado cuerpo tenso y rígido de cólera. —Sugiero que lo dejes y consideres lo que pierdes con esta demostración en la que pareces estar absorta. ___________ no es una niña. Es una mujer. Su estilo de vida no te concierne.

La furia palpitaba a través del cuarto, casi ahogándome.

—No puedo creer que hicieras esto. Que mi niña se rebajara a los mismos juegos que su padre juega —. Me estremeció bajo el juicio frío e implacable que mi madre hacía.

— ¡ Min suk! —. La voz de minzy fue un latigazo de furia caliente. —Tendré que sacarte de mi casa si no puedes hablarle a tu hija con decencia. Lo que ella haga no es asunto tuyo. Es una mujer adulta.

—Y no necesito a nadie luchando mis batallas por mí —solté yo, más que sorprendida ante el tono lleno de poder y seguridad de mi madrastra. ¿Minzy, firme? no lo hubiera creído.

— ¿Tú sabes lo que estaba haciendo aquí,Dong yul ? —le gritó mi madre a su ex-marido. —Esto ha ido hasta más lejos que los juegos que tú practicas...

— ¡Por Dios, Karen! —. Maldijo mi padre con furia. —Escúchame. ¿Piensas que nuestra hija quiere oír esto? Nuestros problemas no la involucran —. La cara de mi padre estaba rubicunda con su propia vergüenza. —No me preocupa lo que ella hacía. Confío en jimin para protegerla, eso es todo lo que necesito saber.

—Bien, tendrías que haber aparecido un momento antes...-recalco mi madre-

—Entonces yo los habría advertido de mi llegada antes de entrar en la casa —gruñó mi padre de disgusto cuando lanzó una mirada apologética hacia mi. —Por el amor de Dios, deja de humillar a ___________tn debido a tu propia amargura. Esto ha ido demasiado lejos.

Mi madre se volvió hacia mi, sus ojos duros, resentidos. —Recoge tus pertenencias-.