|15| ÚLTIMO CAPÍTULO DEL AÑO ESCOLAR

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Patrice salió de la enfermería acompañada de Neville. Había pasado ya un mes desde que tuvieron la pelea que llevó a Patrice a la enfermería.

-¿Dónde quieres ir primero? -Preguntó Neville. Todavía tenía unas pocas ojeras alrededor de sus ojos. Esa semana, el chico apenas se había separado de la camilla de su amiga, sintiéndose realmente culpable por haberla enviado allí. Unos pocos alumnos de Ravenclaw los pararon para preguntar a la chica por su estado. La mayoría miro de manera desagradable a Neville, pero este ni se inmutó, solo tenía ojos para su mejor amiga.

-A la biblioteca, debo ponerme al día ahora mismo. Pediré a Flitwick que me ayude a repasar las últimas lecciones de Encantamientos todas las tardes. -Respondió Patrice. Aunque no dejaba que se notase, la chica estaba realmente preocupada por su rendimiento escolar. Tenía a Neville que la ayudaba con Herbología, pero no conocía a nadie experto en Pociones, y desde luego no iba a pedir ayuda a Malfoy.

Mientras se dirigían allí, los dos chicos se cruzaron con Theodore Nott. A los tres todavía les atormentaban los sucesos del mes anterior y solo hicieron un pequeño gesto con la cabeza a modo de saludo. El Slytherin continuó por su camino.

Patrice y Neville llegaron a la biblioteca y se sentaron en su habitual mesa. Estudiaron todo el día y al anochecer, Patrice se negó a irse ante la bibliotecaria Pince. Al ver a su mejor amiga tan agobiada, Neville salió al rescate:

-Pat, espera. Podemos coger todo esto -Señaló al repertorio de libros y apuntes que se encontraban esparcidos por la mesa -E irnos a la sala común, todavía estamos a viernes. Te ayudaré a estudiar toda la noche si es necesario. De todos modos, voy súper atrasado con Pociones y tu eres mínimamente mejor que yo, necesitaré tu ayuda -Ambos amigos rieron, y finalmente Patrice aceptó.

Salieron de la biblioteca y entraron a la sala común de Gryffindor. Se apropiaron de un par de mesas y estudiaron sin parar. A eso de las 4 de la mañana, Patrice durmió apoyada en el hombro de Neville, y este sonrió dulcemente, acomodándose. Que feliz era junto con ella.

- - -

-Chicos, despertad.

-¿Crees qué estarán... Ya sabes, muertos?

-Eres un idiota, Ron.

-Solo bromeaba...Creo.

Patrice se despertó. Estaba encima a Neville, en un sillón. La mayoría de los estudiantes de Gryffindor los observaban, entre risas y cuchicheos por lo bajini. Se sobresaltó, y cayó torpemente del mueble granate. La caída de la chica del sillón despertó a Neville. Desde su boca colgaba un hilillo de saliva.
-Mmm... Qué sexy estoy, Dios -Dijo medio adormecido, abrió los ojos y puso una cara de espanto mientras todo el mundo reía -¿He dicho eso en voz alta? Dios mío...

Después de varios minutos de risas y carcajadas, la sala granate se fue vaciando. Neville salió un momento por el retrato de la señora gorda (Con un poco de ayuda de Percy Weasley, todo hay que decirlo), y volvió al cabo de cinco minutos con dos platos llenos de bacon, judías y jugosas salchichas. Al no saber si eso estaba permitido, ambos amigos comieron tan rápido como pudieron, hasta tal punto de que Neville casi murió atragantado, y Patrice tuvo que hacerle la maniobra Heimlich.

Después de ese pequeño susto, se pusieron a estudiar. Al cabo de un par de horas, dónde no pararon de escribir apuntes ni para beber un poco de agua, Neville rompió el silencio:
-¿Te conté lo que me pasó el día que me rompí la muñeca?
-Pomfrey te la curó en un momento, pero te quedaste a descansar allí.
-Si, pues me dijo que me podía ir una hora después de echarte, apróximadamente. Subí a la torre de Gryffindor, y frente al cuadro de La Dama Gorda me di cuenta de que no me acordaba de la contraseña. Al final, tuve que tumbarme a esperar que alguien me ayudase. Peeves pasó por el pasillo, pero no quiso darme la contraseña.

¡Apártate, asquerosa! Neville y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora