¡Vongola Love Love Lucky Memorial!

Love Love Cloud!

Era una tarde fresca de verano cuando Tsuna decidió que queria un helado. Por supuesto Satán que al parecer no tenía Absolutamente nada mejor que hacer que hacer su vida miserable con su mera existencia decidió ir con ella.

— ¿Te lo vas a comer o le vas a pedir matrimonio? Decide pronto que se esta derritiendo. — Le recomendó Reborn molestándola al ver cómo estuvo mirando con ojos llenos de admiración a su helado.

— Me casaria con el helado antes de que contigo, eso tenlo seguro. — Contesto decidiendo comer su helado comenzando a lamerlo bajo la atenta mirada del Hitman. — Deja de mirarme de esa forma, haces que comer helado se sienta raro.

— Oh ¿mi pequeña Ange esta avergonzada? — Se burlo con una sonrisa engreída.

— Si no respetara tanto este helado te lo embarraria en la cara. — Gruño notando que el clima fuera de la tienda comenzaba a empeorar de la nada, uhm no habia traido un paraguas...

— ¿Respetas al helado mas que a mi? — Dijo fingiendo estar dolido.

— Respetó todo mas que a ti. — Contesto sacando su celular.

— ¿Me engañas? — elevo una ceja al verla envíar un mensaje.

— Para engañarte tendriamos que tener algo y lo unico que quiero entre nosotros es una orden de restricción. — Guardó su teléfono nuevamente.

— No tienes que ser timida sobre tus sentimientos.

— Me voy a sentar en otra mesa, lo juro. — Amenazó notando que su helado se comenzaba a derretir para volver su atencion a el y comer fingiendo que el italiano no estaba mirandola del otro lado de la mesa, estaba 100% segura de que solo lo hacia para incomodarla, el desgraciado.

Cuando estaba por terminar su helado recordó algo y fue a comprar otro bajo la mirada curiosa del Hitman quien no hizo preguntas hasta que la campana de la puerta se hizo presente dejando ver a una persona entrar.

— ¡Fon! — Le llamo Ange caminando hasta él para saludarle. —toma, lo compre para ti por las molestías.

— Gracias, no tenias que hacerlo. — Sonrio tomando el helado. — ¿Vamos? — Tomo el helado y le entrego un paraguas a la joven.

— Seguro, aun queda ver la ultima temporada. — Salio de la heladería dándole una mirada triunfante a Reborn, quien unió los puntos. Oh ¿asi que creia que deshacerse de él seria tan facil?

Cuando salieron la lluvia era bastante ligera pero aún asi era mejor prevenir que lamentar, razón por la que le pidió a Fon al paraguas (Obviando el pequeño detalle de que era su paraguas señal de que estaba en su casa a la hora del mensaje, de que estaba dentro de su casa sin su permiso). Ademas por alguna razón fuera de su entendimientos Fon Parecía bastante preocupado por su seguridad y creía que no le molestaria su pedido. (Y nop, no tenia nada que ver con la pequeña posibilidad de que fuera un cielo, y los cielos sin elementos tendian a ser blanco de personas peligrosas, nop, no estaba relacionado, porque ella definitivamente no era un cielo, su hermana lo era, ella estaba completamente y absolutamente segura de que no lo era)

— ¡Ange! — Le gritó Fon en cuanto sin querer cruzo la calle sin mirar muy metida en sus pensamientos al mismo tiempo que un motociclista pasaba. El sonido de una bala fue callado por un trueno, y unos fuertes brazos la jalaron haciedo la chocar contra algo duro que reconoció como el pecho del asiático.

Tsuna vio en camara lenta como la bala pegaba en la rueda de la motocicleta haciendo que el conductor perdiera el control y derrapara estrellandose con una pared muy lejos de ella.

— ¿Acabas de matar a alguien para protegerme...? — Pregunto girando su mirada para ver por el hombro del asiático a Reborn que le veía inocente con paraguas en mano.

— No tengo idea de que hablas. — Negó suavemente intercambiando miradas con Fon cosa a la que no le prestó atención ya que tomo a Reborn de la mano para correr hasta el cuerpo del motociclista. Reborn tenia llamas de sol y podia curar ¿no?

— Hey, Hey. — Le quito el casco sentandose a su lado importandole poco que se ensuciara. Bien no respondía al sonido, seguia la respiración y pulso, debiles pero estaban ahí, ¿Dolor? solo quedaba ese pero abrir su chaqueta podia ser una situación incomoda para golpear. Sin pensarlo mucho le dio una cachetada y finalmente respondió.

— ¡Hey! ¡¿que estas haciendo?! — Preguntó alerta pestañeando al ver a la castaña mojada con bellos ojos chocolate que parecian brillar de un suave naranja viendole con una sonrisa llena de alivio, una muy linda sonrisa, en la que se estaba perdiendo hasta que sintió dos miradas muy oscuras posarse sobre él... Un escalofrío lo recorrió al ver a dos hombres de cabello negro viendole de forma amenazante.

— Gracias a Dios que estas vivo... — Murmuró la chica abrazándole y las miradas se volvieron mas pesadas... No quería tener que lidiar con la culpa de matar a alguien (aunque tecnicamente hablando lo hizo Reborn) por no mirar por donde iba. — Oh tenemos que llamar a una ambulancia ¡Fon!

— ¡No! ¡Estoy bien! — Les detuvo ganandose una mirada curiosa. — Soy doble... Esta no es la peor caída que he tenido. — Explicó y Tsuna finalmente le reconoció. ¿como no le renocio antes? el tipo literalmente hablando tenia el cabello morado, bueno, quizas por la adrenalina de creer matar a alguien no lo hizo.

— Oh pero estas todo mojado ¿Quieres ir a mi casa? ahi puedes cambiarte de ropa e incluso bañarte si quieres. — Le ofreció y se vio muy tentado a decir que si, pero las miradas detras de ella...

— Uhm tengo que encargarme de mi moto...

— Tranquilo, Satan se puede encargar de eso. — Giro su mirada viendo al de la Fedora ¿Dijo Satan? Ella dijo Satan ¿verdad?

— ¿Y porque haria eso? — Preguntó elevando una ceja.

— Quizas hay algo que no debería estar en la rueda. — Comentó y este rodó los ojos algo molestó.

— Me debes una.— Contesto sacando su celular.

— Ange es mejor que nos apuremos, si sigues asi puedes pescar un resfriado. — Le extendió una mano Fon y ella la tomo colocándose de pié.

— Vamos, nos espera una taza de cafe y una ducha caliente. — Dijo la castaña y Skull tomo su mano antes de que pudiera pensar mejor en que se estaba metiendo y esta vez por primera vez en meses no fue Tsuna la ingenua.