¡Vongola Love Love Lucky Memorial!

Love Love Rain II!

Decir que Colonnello estaba nervioso era un eufemismo. Todo el sueño que tenía de cuando Lal lo saco a rastras de su cama y lo llevo a un lindo edificio se le fue al notar a las personas que habitaban dentro del apartamento donde la mujer entro como Pedro por su casa.

En el sofa jugando Mario Kart con la princesa Peach como avatar, estaba Skull el inmortal, conocido acrobata y doble de riesgo, al que estaba seguro de que vio morir al menos cuatro veces durante sus presentaciones.

En la mesa disfrutando de una taza de te, estaba Fon, la temida tormenta de las Triadas, que se suponia podia masacrar a una pequeña aldea sin derramar una sola gota de sangre.

Del otro lado de la mesa estaba el experto en armamento y flamas, un científico de renombre y genio, El segundo Da Vinci, decían muchos, Verde, quien ahora con la boca llena de panqueques parecía mas bien una ardilla (Puede que Verde haya estado muy ocupado en un trabajo y no haya comido en un par de dias).Y como cereza del pastel, el mejor hitman del mundo, estaba tomando Espresso, apoyado contra la encimera de la cocina, vestido con un lindo gorro de pijama y un mameluco rosado con camaleones verdes ¿Como podia usar eso y aun lucir amenazante? Colonnello no estaba seguro.

¿Acaso Lal lo trajo a una trampa? ¿Se unio a alguna clase de culto y el era el sacrificio? Realmente estaba lamentando haberla molestado por su nuevo broche ...

— ¿Quien es él? — Pregunto la castaña que estaba jugando videojuegos con Skull que habia estado muy concentrada por lo que no noto cuando los militares entraron.

— Dijiste que te aburrias cuando Skull no podia jugar contigo, traje un reemplazó. — Respondió Lal pegándole al Rubio en la espalda para que se acercara un poco mas y Collonello sintió las pesadas miradas de todos los presentes sobré él, estudiandolo y juzgando lo en silenció.

— ¿Sabes jugar? — Preguntó suavemente la adolescente y trago duro asintiendo tentativamente con la cabeza. — Bien, puede quedarse. — Le extendio uno de los mandos y las miradas se suavizaron volviendo a lo que hacían, pestañeo un par de veces y se sento en el sofá tomando el control, bueno... Esto no era tan malo.

— ¿Le explicaste algo antes de venir? — Pregunto Verde limpiando su rostro con una servilleta. Despues de que se decidió que una lluvia siempre debía estar con Ange para calmarla frente a accidentes como el de la ultima vez, Lal ofrecio traer a Colonnello, ya que aunque le pesara no siempre podia estar con la chica por su trabajo y otros cosas.

— No importa, caera de todas formas. — Nego suavemente Lal con una sonrisa confiada tomando algo de te que Fon amablemente le sirvió.

— Creo que ya cayó. — Señalo Renato la sala donde Colonnello y Ange hacían el baile de la victoria luego de dejar en último lugar a Skull.

— ¿No lo hicimos todos? — Preguntó Fon divertido y al ver al cielito prácticamente bailar sobre la tumba del ego caído del acrobata tan solo pudieron asentir con la cabeza, todos habian caido por ella, el encanto del cielo era algo de temer (aunque estaban seguros de que no era culpa exclusivamente de aquel encanto).