capítulo dieciocho.

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El partido de rugby entre Argentina y Australia acababa de terminar, eran pasadas las siete de la tarde y faltaban un par de horas para que Michael tuviese oficialmente diecisiete –aunque no lo parecía, a decir verdad–, así que todos nos habíamos juntado en mi casa –a pesar de la insistencia de mi mamá en que fuese en lo de Luke, ya que yo estaba castigado, no verdaderamente, por tener una llegada tarde–.

Aún así, sólo éramos nosotros tres. Michael, mi hermana y yo. Lindsay llegaría en cualquier momento, pero se iría antes de las doce. Chloe, Luke y Calum vendrían después de las nueve, y traerían algunas cosas que necesitábamos, como ser más papas fritas y coca cola. Y helado. Luego veríamos más televisión, escucharíamos mucho Pierce The Veil y hablaríamos de cualquier cosa que se nos pasase por la mente, como siempre.

— ¿No les pasa que la música de Falling in Reverse les parece fantástica pero cuando se enteran la historia del cantante no quieren volver a escucharlos?  –Lauren soltó, buscando una forma de evitar el silencio.

— No. Tienen buenas canciones, e incluso si el tipo es un loco, su música es excelente. –Michael contestó, una expresión de malhumor apareció en el rostro de mi hermana.

— ¿Pero has oído las letras? –dijo ella. –Tu gusto musical es pésimo, Clifford.

— ¿Lo dice quién solía escuchar Ariana Grande el año pasado?

La castaña le pegó una patada desde su posición en el sillón.

— ¡Oye! –exclamó mi mejor amigo. –No dije nada ofensivo.

— Claro que sí. El año pasado no conocía la buena música.

En mi opinión, FIR eran buenos, aunque no había escuchado más que un solo álbum de ellos antes que Lauren me prohibiese terriblemente volver a escucharlos por todos los cargos penales de Ronnie Radke. Sin embargo, no quería decir nada así que me mantuve callado y mirando atentamente la pantalla de mi televisión, hice zapping a través de los canales hasta llegar a MTV y para mi suerte estaban dando Daria. Me hubiese gustado que repitiesen My life as Liz, porque Lauren y yo solíamos ver ese programa siempre.

No estaba prestando atención a lo que mi hermana y Michael hablaban, o más bien, discutían. Y mucho menos cuando me dirigí a la puerta de mi casa a abrir porque alguien había llegado.

— ¡Hola, hola! –Lindsay saludó antes de entrar, después se dirigió hacia el living donde Michael y Lauren estaban, ahora callados. Se acercó a Michael y le dio un rápido beso en los labios y luego saludó a mi hermana con un pequeño abrazo. -¿Cómo están? Michael, amor, tengo que irme ya sólo venía a saludar. Adiós, Ashton.

Todos nos quedamos aún más callados, ya que no teníamos ninguna oportunidad para decir algo. Michael y Lauren no se miraron en todo el rato, y yo no entendía que había pasado durante todo el tiempo –que en realidad fueron menos de tres minutos– en los que no había estado.

Una vez que Lindsay se fue, decidí que sería buena idea poner una película hasta que los demás llegasen. Busqué en las categorías de Netflix hasta encontrar una que me gustase,  pero ninguna captaba mi atención y terminé poniendo una maratón de How I Met Your Mother.

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Luke, Calum y Chloe llegaron justo cuando el tercer episodio consecutivo de How I Met Your Mother empezaba. Todos nos saludamos cordialmente, y Chloe se sentó a mi lado, quedando en medio de Lauren y yo. Calum ocupó el otro sofá y a Luke no le quedó otra que quedarse justo a mi costado vacío.

Traían con ellos palomitas de maíz recién hechas –saladas para mí, y seguro fue idea de Luke porque él era el único que sabía mi amor por ellas–, dos tubos de Pringles y una botella de Coca Cola, al menos estábamos proveídos de alimento.

— ¿Qué tal todo? ¿Cómo va la fiesta pre-cumpleaños, Mikey? –Chloe inquirió, tomando el control de la televisión y buscando algo en Netflix. Se detuvo en las películas de terror. -¿Quieren ver Cuarentena?

Cuarentena era una estúpida película de zombies que ya había visto alguna vez, sin embargo era demasiado mala como para verla otra vez. Sacudí la cabeza en negación, pero si hacíamos esto como una democracia, entonces yo era la minoría. Todos asintieron, incluso Luke –y él era intolerable a esta clase de filme–.

— Lo lamento, Ash, vamos a verla. –sonrió la rubia, y sólo me encogí de hombros al no saber qué decir.

Solté un suspiro, empezó. A decir verdad, me parecía más entretenido escuchar las extrañas onomatopeyas que salían de la boca de Michael que ver la película, y a decir verdad, eso tampoco era lo mejor del mundo. En los primeros quince minutos, me había quedado sin nada interesante en qué pensar, y miraba de soslayo a Luke que estaba aterrado hasta la médula, era simplemente hermoso. Dolía quererlo y que no sintiese lo mismo.

Resoplé.

Y se me ocurrió un fragmento para alguna canción.

Rápidamente, saqué mi teléfono intentando no molestar a Chloe que estaba atenta a la pantalla. Entré a las notas, que era el lugar donde usualmente guardaba todo lo que se me ocurriese para nuestra banda.

And it hurts in my head and my heart and my chest,
And I'm having trouble catching my breath.

— Eso es bueno. –Luke dijo a mi lado, su voz me asustó, y eso en parte se debía al ambiente tan tenso. — ¿Es de una canción?

Asentí con la cabeza.

— ¿Quieres que la escribamos juntos?

Me iba a morir.

— Por mí está bien. –no pude ocultar una enorme sonrisa, no podía estar más contento. –Eh, por cierto, Ash… ¿por qué la letra?

No contesté, pero el rubio se retractó al instante.

— Eso es privado, mejor ignóralo. –él musitó antes de volver a centrar su atención en la película.

Durante los próximos veinte minutos, yo intenté concentrarme en la película también, pero no podía. Había muchas razones:

A)     La idea que Luke y yo compondríamos una canción juntos aún seguía en mi cabeza.

B)      Me había preguntado la causa de la canción, y no podía decirle que era justamente por él. Quizás debería decírselo alguna vez, alguna vez.

C)      Él me tomó la mano de repente, por una escena algo fuerte. Empezó a trazar círculos nerviosos en mi palma y el contacto era tan malditamente reconfortante que estaba haciendo el intento de no desfallecer allí mismo. Y así, tan vivificante como que era, me relajaba y yo no pude evitar cerrar los ojos y caer en un profundo sueño, sin importar que en menos de dos horas sería el cumpleaños de Michael. 

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updated. two days ago. edited: septiembre, 17. 

esto solía tener una nota de autor bastante larga pero tbh no tengo ganas de repetir salvo para agradecer que haya llegado a los 7.6 reads, +700 votes y +200 comments. de todas formas gracias por el apoyo y todo n.n ustedes son lo mejor del mundo. 

brokenhearted; lashton.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora