capítulo veinticuatro.

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no me odien lmaO .. xo.

El martes a la noche nadie quería ir al cine conmigo. Literalmente, porque mi hermana consideraba más importante asistir a una competencia canina sobre qué perro era el más lindo de Australia, y Michael quería ver televisión, Chloe había viajado a otra ciudad en busca de un perfume  y no iría con Lindsay al cine. También le había preguntado a Pam, pero ella estaba bastante entretenida con su novio. Y casi iba a darme por vencido cuando decidí enviarle un mensaje de texto a Calum, que me dijo que no podía porque no se sentía bien, pero que podía preguntarle a Luke a ver si estaba disponible.

Y terminé haciéndolo al ver que no tenía nadie para que me acompañase.

Para mi suerte, él aceptó diciendo que estaba bastante aburrido de ver High School Musical –y yo me pregunté cómo, porque esa película era, sin dudas, la mejor del mundo entero–, y que si no lo sacaba de su casa en un rato, terminaría haciendo crème brûlée como Zeke del filme.

Luego de dejar a mi hermana en su estúpida competencia canina –ni siquiera teníamos un perro, no sabía por qué tenía tantas ganas de ir–, conduje lo más rápido posible hasta llegar a la casa de Luke. Básicamente, mi viaje duró lo mismo que el álbum de Foo Fighters que estaba escuchando.

Vi salir a Luke después de enviarle un mensaje. Traía puesto una camiseta negra sin mangas y unos pantalones del mismo color, además de sus vans. Y traía en su mano una campera azul oscuro y lo que reconocí como un CD… de High School Musical 3.

— Lo siento. –se excusó, una vez que se subió al auto. Se colocó el cinturón antes de continuar. –Yo simplemente no puedo dejar de escuchar esto.

Le sonreí y puso el CD en el estéreo sin siquiera pedirme permiso. Salteó un par de canciones hasta llegar a The Boys are back.

— ¿Sabes? –dijo, aún cuando las voces no sonaban. –Hace mucho que no pasamos tiempo juntos, y quiero decir, somos amigos.

Todo lo que dijo era correcto. Principalmente la parte que éramos amigos, y por más ilusiones que me hiciese en la mente, nunca seríamos nada más.

Recordé la frase que mi hermana me había dicho un par de días atrás. “Una buena canción para un buen momento”. Así era.

▪■◆■▪

Como el centro comercial quedaba aún más lejos desde la casa de Luke, tardamos aproximadamente media hora en ir, y durante todo ese rato no dejamos de cantar ninguna canción. Y fue bastante divertido ver las mímicas de Luke cada vez que cantaba, él tenía especial talento para esto.

Eran un poco más de las nueve y treinta cuando llegamos a la entrada del cine, podía decir que los dos estábamos en silencio pero no era para nada incómodo.

— Oye, ¿comeremos antes o después? –él indagó en un susurro, me encogí de hombros.

— ¿Y si llevamos hamburguesas de McDonald’s adentro? –contesté y una sonrisa cómplice apareció en su rostro.

Solíamos hacer eso con Michael todo el tiempo. Y Luke solía ser la voz de la razón que decía que algún día nos atraparían. Sin embargo, pareció no recordar eso al asentir con la cabeza y, después de comprar los tickets para ver la tenebrosa Annabelle, los dos caminamos hacia el McDonald’s que había en el sector de comidas. Faltaban veinte minutos, y confiábamos que podríamos llevar nuestras grasosas hamburguesas a la función sin ser descubiertos.

La operación, al final, casi falló. De no ser que Luke tenía su campera, nuestra preciada comida habría sido confiscada cuando el señor que sostenía la puerta del cine nos preguntó la edad.

brokenhearted; lashton.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora