capítulo uno.

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El cover de Arctic Monkeys de la canción de Drake era mucho mejor que la versión original o al menos eso era lo que yo opinaba al respecto. Mi hermana Lauren decía la original era mejor, pero sólo lo hacía para enojarme. Por suerte teníamos gustos musicales similares, de no serlo, en mi casa ardería Troya cada vez que hablásemos de música. Luke asintió vagamente con la cabeza cuando mi hermana le preguntó qué creía.

— ¿Por qué afirmas si ni prestas atención a la conversación? —Lauren inquirió.

— Sólo estoy algo cansado. —Luke replicó mientras se acomodaba en el sillón del living. —Pero sí estaba escuchando, y todos sabemos que la versión de Arctic Monkeys es mil veces mejor.

Lauren se quedó callada al igual que yo. Ninguno de los tres sabía que decir y el silencio que se había formado era incómodo e incluso había una capa de tensión que podía cortarse con un cuchillo. Luke había cerrado los ojos, como si estuviese a punto de dormir. A decir verdad yo también estaba cansado.

La noche anterior habíamos tenido una fiesta, que había sido organizada por mis compañeros de curso. Luke era dos años menor, pero desde que nos habíamos conocido —a mediados de septiembre, cuando él tenía trece y yo quince—, solíamos pasar casi todo el tiempo juntos; era mi mejor amigo y la persona con la que más trato tenía. Michael y yo también nos llevábamos bien, pero Luke y yo nos habíamos vuelto inseparables con el paso del tiempo y él había sido quién me había ayudado cuando lo necesitaba, y quién arregló mi corazón después de una dolorosa ruptura.

Igualmente, no era de mucha importancia. La fiesta de anoche, por ejemplo, había estado casi buena... hasta que Michael se emborrachó y comenzó a cantar esa canción Don't let me go a todo pulmón y luego bailó con un chico que estaba así o aún peor que él. Fue divertido en parte, pero luego me di cuenta que no podía dejar a Michael en ese estado y Luke y yo lo llevamos a su casa. Eran las tres de la mañana.

— ¿Puedo quedarme en tu casa? —Luke había preguntado antes de que doblase en la esquina mientras manejaba, para ir a su casa. Yo entonces asentí y cambié de dirección. —Huelo a vómito de Michael. Y él ni siquiera vomitó.

Reí, quizás por la incoherencia que tenía en ese momento o porque el comentario de Luke me había parecido verdaderamente correcto.

En fin, se podría decir que la fiesta estaba buena, pero dadas las circunstancias tuvimos que volvernos un poco antes y no se podría negar que, en efecto, ya era tarde y el cansancio se apoderaba de mí a cada instante.

Cuando despertamos, esta mañana o tarde, eran pasadas las dos y mamá ya había ido a trabajar, así que nos había dejado un poco de pizza para calentar y una bonita nota donde aclaraba que tenía que cuidar a mi hermana y que había hablado con los padres de Luke. Ellos pasarían a buscarlo durante la tarde.

— Así que... —Lauren dijo, para cortar el silencio. — ¿Luke, puedo teñirte el cabello?

— No quiero ser una versión gay de Michael, gracias. —él comentó. Sabía que lo de ser gay era mentira, lo decía sólo por bromear.

Yo era el único gay del grupo. Michael juraba que amaba a las chicas y honestamente no había persona más heterosexual que él. Luke tenía ciertas dudas, pero de momento podría contarse como hetero, aunque no estuviese seguro del todo.

— Ni siquiera eres gay.

— Ya déjalo. —intervine.

Si bien Lauren y Luke se llevaban bien la mayoría del tiempo, a veces discutían por cosas estúpidas y terminaban sin hablarse. De alguna forma tendría que preocuparme por si a Lauren le gustase él, pero tenía razones para no hacerlo.

brokenhearted; lashton.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora