Toxic (Johnny x TaeYong) OMEGAVERSE

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-Y como le llamarás?
Decía el menor viendo al bebé

-Me gusta el Nombre TaeYong

Así llamarían al bebé que semanas atrás  le habían vendido, aunque no permitiría que un bebé Omega se pasease por la mansión, no dejaría que sus más obscuros deseos fueran oprimidos,  tenía un plan, y sonaba muy bien.

- y que se supone que haras con el? Me diras que te gusta cambiar pañales?
Se rió el menor haciendo que sus ojos se escondieran.

-no, y es por eso que tengo un plan
Decía sonriendo, viendo como el bebé dormía, Johnny no sentía nada por el bebé, pero no le quitaba esa sensación de paternidad, se veía demasiado tierno.

-Plan?
Decía confundido el rubio.

-no lo quiero aquí en la casa, quiero que cuando cumpla 12 años lo traigan de regreso aquí, sabes, quiero divertirme
Sonrió, dejando que brillarán sus ojos avellanados.

-ammm ok, sabes que das miedo?
Decía el menor alejándose un poco de él.

-miedo?
Decía acercándose más y más a el, el menor se sentía aveces ligeramente atraído por su hermano mayor, y le ponía los nervios de punta aveces, pero no podía hacer mayor cosa ni nada, ya que el era alfa al igual que su hermano.

-se podría decir
Dijo levantando su cabeza teniendo a escasos centímetros al mayor, este lo había topado ya hacia la pared.

-tonto
Se rió alejándose lentamente de el, soltando una risa burlona.

-bueno, me voy, disfruta siendo raro como siempre
Decía el menor aliviado, saliendo de la habitación.

Y así hizo, mando al bebé a Japón, donde viviría con unos Betas, estaría en cautiverio, nadie tenía que enterarse del pequeño, ahi lo cuidarian hasta que cumpliera la edad que establecía el enfermizo Señor y dueño de todo, Johnny Seo.

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Pasaron los 9 otoños casi en un parpadeo, ya era diciembre, ya hace más de cinco meses que el pequeño TaeYong había cumplido los tan afamados doce años, quería ir directo por el, además no le caería mal ir a visitar a algunos parientes en Osaka.

El vuelo fue algo tardado, la idea de conocer al pequeño le zumbaba en la cabeza, de la nada una erección en su pantalón se hizo presente, desde que el bebé había llegado a su vida, no era motivo para saciar sus deseos carnales con cualquiera que se le atravesase, pero el hecho de que sabía que tenía un Omega muy bien cuidado, pequeño y virgen hacia que sus deseos más obsesivos y pervertidos se asomaran.
El pequeño era cuidado por dos betas, al llegar el pequeño se escondió detrás de uno de ellos.

-es tu nuevo amigo
Decía uno de ellos acercándolo.

-hola señor
Decía tímido el pequeño, era precioso, tenía ojos cafés oscuros, cabellos castaño claro y piel muy bella, delgado y un poco alto.

-hola TaeYong, es hora de irnos
Decía el hombre

-a donde?
Decía curioso, jamás había salido de la casa, ya sabía leer y escribir, y su único amigo era un peluche de un gato llamado Tete.

-a casa
Sonrió el hombre, el pequeño se sintió abrumado, el hombre que tenía enfrente era muy guapo, y algunas mariposas rondaron su pequeña barriguita, la altura lo hizo pensar que era quizá un gigante. Sin pensarlo tomo la mano extendida del castaño oscuro, el azabache camino agarrado de la mano al auto polarizado, despidiéndo con la otra mano a las dos personas que lo cuidaban que con algunas lágrimas lo despedían, sabían que le esperaba al pequeño, y sabían que no durarían ellos mucho, sabían que el señor Seo los mataría, así que comenzaron a hacer sus plegarias.
Al cerrarse la puerta de la camioneta, TaeYong vio a su imponente acompañante. Se escuchó como si dos costales de papas cayeran afuera del auto, ya habían sido asesinados las dos personas que cuidaron y criaron a TaeYong, el pequeño no tenía ni la menor idea de lo que sucedía afuera, solo abrazo a su gatito de peluche y se despidió con su manita hacia la ventana. No podía ver nada ya que Johnny lo dejo enmedio del asiento de la camioneta, luego le dio unos dulces, haciendo que quedara completamente dormido.