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Había sido una larga jornada laboral y el solo pensar que al llegar a casa, todavía faltaba más de una hora para que mi esposo llegara y tenía que soportar a mis padres, era un completo asco de solo pensarlo.

Quería que mi esposo ya les haya encontrado un lugar para que se larguen de una vez por todas.

Suelto un suspiro mientras bajo de mi Jeep, pongo la alarma y me dirijo a mi departamento.

Al momento de entrar, solo con escuchar esa estúpida voz, que estaba hablando en mi sala, me hacía arrepentirme de llegar a casa y largarme de aquí.

Pero antes de entrar en la sala por completo, algo llamó mi atención, o mejor dicho, su conversación llamó mi atención.

—...Si Papi, ¿Puedes creer que ahora tiene mucho dinero? Tú me dijiste que él tenía aires de fracasar, que por eso me convenía su hermano pero mira ahora, estoy de arrimada, todo por culpa de mi estúpido hermano. ¿Cómo se le ocurre vaciar las cuentas de la familia utilizando mi identidad? Da gracias a que en el momento estaba con ellos cuando les llegó la notificación y dije que mi identificación había sido robada, ¿Te imaginas si descubren que yo tengo algo que ver? ... si, Papi, voy a tratar de insinuármele... a los dos, por separado, haber quien deja a quien y con quien me caso está vez... si, porfis, dile a mi mamá que vaya preparando algún chisme de mi esposo, ajá, quiero ser la víctima obvio...

Presione el botón de stop, para la terminación de la grabación, sonreí y en mi mente, la pobre ilusa, era arrollada por un camión.

Me coloqué los audífonos, con la excusa de venir escuchando música y que piense que no escuche nada de su conversación, abrí la puerta y me adentre, mirando de reojo que se puso blanca en cuanto me vio, pero al notar que iba más entretenido en mi celular y llevaba audífonos, se tranquilizó un poco.

—Domi— hablo, pero no le tome importancia y me seguí de largo a mi habitación.

Estaba tan cansado, pero también tenía hambre, pero no quería cocinar, así que, solo me quité el traje y me coloqué un pijama, sí, a las cinco de la tarde, me tiré en la cama y tome mi celular para llamar a mi esposo.

—¿Ya me extrañas?— se escucho su respuesta al otro lado de la línea.

—Tengo hambre— susurré mientras me giraba en la cama y tomaba su almohada, mientras la apretaba fuerte.

—Pues tendrás que pedir a domicilio o confiar en la aplicación Delivery* en veinte minutos salgo, pero voy a ver a Camila por la pócima— al decir esa palabra, una sonrisa inunda mi boca, pues esa es otra de las cosas que solo ambos sabemos, y sí ambos descubrimos esa pócima en unas vacaciones que habíamos tenido.

¿Cómo olvidarlo?

BRAZIL April

La mañana era calurosa como para que tuviésemos algo de ropa encima, por lo que ambos, en esta pequeña cabaña, estábamos desnudos y recién despertando, además de despertar otras cosas.

Por lo que, la mayoría del tiempo nos la pasábamos así, digo, era una cabaña en donde no teníamos vecinos molestos al menos a cinco kilómetros a la redonda.

—Hoy quiero visitar la cascada que está cruzando el puente, según el folleto que nos dieron, si tenemos suerte podemos encontrar los pajarillos exóticos — susurré mientras comía mi desayuno, sentado en las piernas de mi novio.

C R I M I N A LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora