18.- Una vez al año no hace daño.
Caleb Russell.
—Antes de contarte todo, quiero que no me critiques ni me juzgues, aunque sé que lo merezco...—la mire un momento, estaba viéndome fijamente, con curiosidad e intriga, a la vez algo de inseguridad hacia mí.
Se limitó a asentir, frunció las cejas levemente, se relajó un poco, al menos ya no le causo tanto temor.
—Anne, digo, Leanne —deje de mirarla para concentrarme en la alfombra de la habitación—nunca he sido la mejor persona del mundo, de hecho, soy un hijo de puta, y no tengo porque negarlo. Leanne, mi pasado no es el mejor, y no me enorgullece en lo absoluto, me arrepiento cada segundo de lo que he hecho, pero sé que no hay forma de volver el tiempo atrás y corregir todos mis errores, y aunque se pudiera, no lo haría, mis errores me han hecho la persona que soy, y sin ellos, no sería yo. En el pasado, era un insolente, me importaba una mierda todos, solo pensaba en mí, era un egoísta de mierda—la mire atentamente, conozco muy bien que pasara cuando le diga lo que le planeo decir— era un asesino, un genocida sin control.
»—La cara de Leanne era todo un dilema, su corazón empezó a acelerarse y empezó a sudar, estaba nerviosa, ¿Cómo no estarlo? — sí, lo sé, era una mierda. Pero... Toda acción tiene su consecuencia o beneficio, la mía no fue la excepción, y sinceramente, no sé si fue un beneficio o una consecuencia. En resumidas cuenta, en mis épocas "doradas" fui bastante reconocido, y aun lo sigo siendo, aunque ahora soy más como un mito para contárselo a los niños malos para obedezcan. Mate a Arianna Morózov —Los ojos de Leanne se abrieron de par en par, reconoció el nombre enseguida, no es que la haya conocido, en la actualidad, es una bruja bastante conocida, y se decía que era la más poderosa en su época, según las leyendas, murió porque su poder era tanto, que su cuerpo no lo soporto, una gran mentira, obviamente —si, a la bruja más poderosa que se ha conocido, ¿Increíble no? Aunque no la asesine porque era más fuerte que ella, estaba anciana, y su época de gloria había pasado hacia años.
—Pero... Las leyendas dicen que ella murió porque su poder era tanto, que su cuerpo no lo soporto, y literalmente exploto —su voz temblaba, pero no tartamudeaba, mi Anne nunca tartamudeaba, siempre decía que era una forma de mostrar debilidad, y ella no era débil.
—Las leyendas se equivocan. —Hable más frio de lo normal—en fin, en algo en lo que no se equivocaban las historias, es que era la bruja más poderosa que jamás podría existir, y no iba a morir a manos de un hijo de puta así como así. Aún al borde de la muerte su poder era gigante, y hasta alcanzo para regalarme una maldición...—fruncí el ceño, me calle por un momento, siempre que contaba esta puta historia, esta es la parte que más se me complicaba.
— ¿Cuál fue esa maldición? —arqueo una ceja.
—No fue solo una, fueron dos la verdad...—me relamí los labios—"Una niña nacerá, su belleza será enorme, enamorara a todo hombre que se cruce por su camino, no solo su belleza encantara, si no su personalidad y su carisma. Tu no serás la excepción, estúpido bastardo, quedaras encantado con ella, y lo mejor, ella también de ti, os amareis y respetareis, olvidaras todo el tema del asesinato, solo por ella... Suena genial, ¿no? Pero recuerda, estoy es una maldición, no un beneficio, ella...—mordí mi labio levemente—ella morirá un año después de conocerte, el dolor será tal, que tu vida se iría a la mierda, ella volverá a renacer, te enamoras de nuevo de ella, ella de ti, pero volverá a morir, ese siclo será eterno, y ni siquiera pienses en la opción de suicidarte o algo parecido, desde ahora, te concedo la inmortalidad, así tu sufrimiento será eterno, un sufrimiento que no se compara en nada a los daños que has cometido..."—repetí las palabras de aquella bruja, esas palabras que recordaba perfectamente.
Leanne no es tonta, había entendido todo...
—Y esa chica es...—comento abrumada y a la vez aterrada.
—Tú...
✤✤✤✤✤
Leanne Griffin.
Me levante del sillón de repente, aunque eso no sorprendió ni exalto a Caleb, en lo absoluto solo se limitó a verme.
—No, estas mintiendo, yo no puedo ser ella, yo... ¡Yo soy yo! ¡Es una tontería eso de la rencarnaciones y mierda de la inmortalidad! —mis manos empezaron a sudar, esto ya se había puesto serio, y no me gustaba en lo absoluto.
—Leanne, ¿enserio crees que mentiría con algo como eso? ¿Por qué crees que nos conocimos de esa forma? ¡¿Por qué mierda crees que has tenido eso recuerdos?! ¿Las fotos? ¿Lo familiar de todo? —apretó los dientes.
Oh, ahora se enojó el, no, yo soy la única con derecho a enojarme aquí, ¡Si toda esa mierda es real significa que moriré en un año!
Estamos jodidas.
Y bien jodidas.
—Espera... Si lo que dices es verdad... ¡Significa que moriré en un año! —lo mire horrorizada, él se levantó rápidamente y se acercó a mí.
—No. —dijo seguro de si mismo. —Te prometí que no dejaría que esta mierda siguiera, te prometí que pararía este siclo de sufrimiento —paso sus fuertes brazos por mi espalda y me abrazo.
Me encantaría decir que lo había separado y le habría dado una cachetada, también me encantaría decir que no le creí ni una mierda, me habría ido de ese departamento y seguir mi vida como si nada de esto hubiera pasado; pero no, necesitaba un abrazo, y por muy loco que sonara, le creí.
Correspondí al abrazo y me aferre a su espalda, para luego romper en llanto, no es fácil enterarse de que tal vez morirás en un año, y volverás a renacer, olvidando todo, como si nada hubiera pasado.
Si lo que dice es verdad, seguramente mis antiguas yo pensaban lo mismo que yo al saber toda la verdad.
—Caleb...—Lo llame entre sollozos.
—Dime, preciosa—aflojo un poco su agarre, saque mi cara de su pecho y lo mire.
—Por favor, no dejes que muera—solloce.
De nuevo...
—Lo prometo—me abrazo aún más fuerte.
Genial, estamos siendo abrazadas por un asesino.
Una vez al año no hace daño.
ESTÁS LEYENDO
The Curse. © (ABANDONADA)
Ciencia Ficción¿Qué pasa cuando un extraño te abraza como si fueran los mejores amigos desde pequeños? ¿Qué pasa si ese extraño resulta ser tu profesor? Oh, pasan muchas cosas. Pasan cosas que tal vez la pequeña e inocente Leanne no podrá soportar. Este desconocid...