Capítulo 4: La llegada a Nayarit

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Nayarit 1812

Los jóvenes llegaron a la playa de San Blas, los mayores bajaron las maletas y ayudaron a la mayor a bajar, Leo estaba emocionado era la primera vez que veía la costa, a pesar del calor al menor no le importó

-Ya no te acuerdas ¿verdad?- dice Nando

-¿Vine aquí?- pregunta Leo a su hermano que esta sentado en la carreta

-Fue hace mucho, tu tenías 2 años y yo 4, papá y mamá nos traían aquí cada vez que papá podía, lo visitamos varias veces, al morir ambos pues la abuela ya no tenia para volverte a traer así que tu solo viniste una vez - dice el mayor agarrándose su estomago

-Vaya quisiera recordar un poco más- dice Leo subiéndose a la carreta sentándose junto al mayor- Perdón por lo que te dije en el cuarto, no debí pasarme- se lamenta el menor

-No importa- dice Nando, Leo ve de nuevo esos golpes- No me los hice por cargar cosas estos me los hicieron- finalmente lo confeso

-¿Por qué?- se sorprende el menor

-Simplemente porque querían, Licona me golpeaba y me insultaba por ser mestizo, el general Torre Blanca me daba de bofetadas cada vez que hacia algo mal según él, odie cada segundo en ese lugar pero yo no tenia ni voz ni voto debido a nuestra sangre- dice y Leo se queda sorprendido ante la confesión de su hermano

-¿Que sucede?- pregunta García

-Nada ahorita ya vamos a la posada- dice el mayor bajándose de la carreta- Vente hermano o que ¿Te quieres poner como chicharrón?- le bromea

Leo respiro tranquilo y un poco molesto al ver que su hermano ya tenia de nuevo ese animo, ambos se meten a la posada y les dan su habitación un lugar cómodo de dos camas una para la abuela y la otra para los hermanos

-Yo ya me voy a dormir- ambos hermanos asienten

- No te preocupes abuela, nosotros nos salimos a explorar y regresamos después- dice Leo sacando a Nando de la habitación, el mayor no pone resistencia alguna

-¿A dónde quieres ir?- le pregunta el peli-castaño grisaseo

-Al muelle- dice el menor

-Pero ya casi es de noche- le cuestiona el mayor

-Por eso en la noche es cuando ella se aparece- dice el menor viendo el atardecer

-En serio ¿crees que la puedas ver?- Leo analiza la pregunta su hermano tenia razón, ¿La lograría ver?

-No lo se hermano, solo espero que logre resolver este misterio- ambos hermanos ven hacia el atardecer esperando saber la respuesta.

La noche cayó rápidamente, toda la gente dormía pacíficamente para evitar visualizar a la mujer del muelle, ambos hermanos dormían en la misma cama un poco abrumados por la idea de volverse a enfrentar a un fantasma, en un momento el menor abrió los ojos vio a su abuela y vio a su hermano ambos dormidos profundamente o eso creía

-¿Qué sucede hermano?- Nando le pregunta debido a que lo ve muy nervioso

- No lo se mi mente esta confundida- dice mirando a la ventana

- Duerme mañana puedes pensar- dice el mayor agarrando el brazo del menor y trayéndolo hacia abajo

- Esta bien- dice el menor volviéndose a dormir

Por fuera de la posada una mujer con el pelo corto y hermosas joyas mira a los dos hermanos, especialmente a Leo, la mujer sonríe y pone la mano en el vidrio

- Al fin te librare del dolor- dice y se desaparece haciendo que el mayor se despierte y vea hacia la ventana








La leyenda de La doncella del Muelle de San BlassDonde viven las historias. Descúbrelo ahora