La leyenda de La doncella del Muelle de San Blass

Capitulo 13: Confesión (Leochilt)

Narra Doña Toñita

Al regresar a Puebla, quería que Nando buscará ayuda pero el se negaba, yo sabía que no lo superaría, a pesar de ya haber pasado unos años. Leo lo ayuda mucho y lo consola cuando llora en las noches, me doy cuenta de eso cuando voy a despertarlos, los encuentro abrazados y ambos sonriendo. Hoy era uno de esos días, Leo no durmió en toda la noche por esperar a Nando quien llego a las 4 de la mañana por revueltas, ambos durmieron solo 2 horas pero aún así los puse a trabajar que si no ambos se pondrán a hacer nada.

Caminaba por las calles para dirigirme a mi trabajo hasta que una voz se hizo presente

-Siuaiknitl (Hermana)- escuche una voz familiar y vi a mi hermano

- Centli- le dije- Keskin kauitl atle teitta? (¿Cuanto tiempo sin verte?)

- Aski yei xiutin (Casi 3 años)

Mi hermano jamás creí volverlo a ver, el es dos años mayor que yo, el nunca quiso venirse para el centro de Puebla ni quiso aprender a hablar español, solo hablábamos por cartas y gracias a que mis nietos aprendieron, me ayudaban a poner bien las letras porque ya tengo la vista un tanto mala.

- ¿Kenin otimopanolti ni ixiuitl? (¿Como has estado tu y tus nietos?)

- Senka kuali(Muy bien)- me detuve un poco, mi hermano sabía de Leo y Nando pero creo que olvide mencionarle que ellos ya saben hablar- ¿Moneki tlajtoa intlok?(¿Quieres hablar con ellos?)

- Kenaj(Si)

Entramos a la casa y vi a Dionisia trabajando

- Dionisia-

- Doña Toñita, pensé que iría a trabajar- ve a mi hermano y se apena- ¿Es su...-

- Hermano mayor-

- ¿Akin yeuatl?-

- Siuaikniutli-

Dionisia se pone a reír, ella sabe que ambos somos indígenas y que mi hermano no sabe español, mejor dicho le suena raro que yo hable así, le dí un café a Centli y nos sentamos en la mesa 

- Dionisia ¿Y mis nietos?

- Ambos se estaban a punto de quemar con las charolas porque se estaban durmiendo, así que los mande a dormir-

- ¿Tlein pano nikan? (¿Que pasa aquí)

- Nando y Leo katej kochitok- (Estan dormidos)

- Ah, tlasojkamati- (Gracias)

Mis nietos, me levante y subí a verlos, Nando estaba pero Leo

- Nando- se medio desperto- ¿Y Leo?

- Duchándose para confesar-

- ¿A quien?

- Tu a quien crees abue- Escuche la puerta abrirse, Leo estaba buscando su ropa, yo baje para seguir con mi hermano

 Bajo cambiado y listo, salió de la casa como rayo dejando a mi pobre hermano con dudas

- ¿Tepatilistli?-

- Mieke sotl-

Narra Leo

Llegue a la casona justo cuando Xochitl iba saliendo, ambos nos dirigimos a una banca en la plaza

- ¿Te quedaste dormido?

- Si me quede anoche a esperar a Nando entonces...-

- Eso es gracioso- se quedan en un silencio muy bonito, ver el atardecer es muy hermoso- Leo

- ¿Que pasa?- Xochitl pone su cabeza en el hombro de Leo

- Ixachi nimitstlamonekiltia, ka okse tlamantli

- Noiuan-

- ¿Que dijiste?

- Siempre te he entendido-

- ¿Enserio?

- Si, me gustaba que me lo dijeras pero no me atrevía a hablar-

- ¿Por qué?

- Miedo

- ¿A?

- Que tu me rechazaras por haber besado a otra persona?

- No, se que esa vez fue un agradecimiento

- Eso si-

- Nimitstlasojtla (Te amo)

- Noiuan (También)

Le di un beso pequeño, soy un tanto tímido con respecto al amor que siento, perderla fue una locura pero recuperarla era mi meta.

Esa noche, ambos estuvimos juntos el Día de Muertos, no quería que acabara porque al fin estaba con ella, yo pude decirle que sentía a pesar de saber lo que ella sentía por mi, jamás creí que se enamoraría de alguien tan ratón de biblioteca como yo.