capítulo XI

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Toda la familia Loud se apresuro para ver que había ocurrido con la hermana mayor de la casa, excepto por Lynn.

-Ustedes vayan! Yo me encargare de vigilar a este tonto-

Todos los Loud asintieron y siguieron su camino a la habitación de la niña genio, Rita se detuvo un momento y volteo a ver a Lynn.

-Hija, entiendo que estas enojada pero voy a pedirte que por favor no hagas algo tonto, no quiero encontrar a un chico molido a golpes cuando regrese ¿Queda claro?-

Con un gruñido, Lynn observo a su madre y asintió. Aliviada por la respuesta, Rita siguió al resto de su familia. En ese momento solo quedaron Lynn y Brandon en la habitación, aun que no lo demostrara. Brandon se encontraba aliviado de haber evitado el golpe de la chica, sabia golpear. Al menos le daría eso, Lynn jalo una silla de la cocina y se sentó enfrente del chico. Ambos se observaron por algunos segundos hasta que Lynn hablo:

-¿Y bien?-

-¿Y bien que?-

-Vas a contarme con detalles que ocurrió ese día con mi hermana Lola en el restaurante?

-¿Por qué te interesa, golpee a tu hermana. ¿No es eso lo que mas importa? ¿A quien le importa los detalles?-

-A mi, no te equivoques, amo a Lola al igual que a todos mis hermanos pero también se lo precipitada que puede llegar a ser a veces, quiero saber que te llevo a nalguear a una niña de 6 años en publico, simplemente no puedo creer que lo hicieras adrede-

-¿Y si de todas maneras no quiero decirte?-

-Simplemente asumiré lo peor y te golpeare hasta el cansancio, tu lo dijiste. Es mi hermana y es mi deber darle una lección a quien la lastime-

-¿Que hay de lo que te dijo tu madre?

-Me castigara claro pero no será nada serio, estoy segura, puedo vivir una semana castigada, créeme. Nunca llega mas lejos que eso-

-Tu no hubieras sobrevivido ni un mes en un orfanato- Pensó Brandon, decidió acceder a contarle a Lynn lo que paso ese día, no por miedo. La chica era ruda y pegaba fuerte pero no lo suficiente para intimidarlo, pensó que no haría ningún daño contarle, no era como que fuera a creerle pero era mejor que la otra opción, no estaba seguro si ella se arriesgaría a desobedecer a su madre pero el si sabia que no tomaría ese riesgo, no estaba de humor de recibir una paliza.

-Ok. . . yo estaba en el restaurante pidiendo mi hamburguesa. . .-

....

Lisa Loud era un prodigio desde el principio de su existencia, comenzó a hablar antes de cumplir siete meses de edad, para cuando tenia dos años, ya resolvía ecuaciones de nivel universitario, a los tres. Su habilidad para crear maquinara científica y dominio de químicos desafiaba toda lógica humana, incluso la familia temía que el gobierno en algún momento quisiera llevársela cuando gano su premio novel infantil, ahora a sus cuatro años de edad. La pequeña genio seguía sorprendiendo al mundo con sus avances en la ciencia. No cabía duda que alguno día inventaría algo que marcara un antes y un después en la historia de la humanidad.

Sin embargo, todos sus logros, todos sus avances tecnológicos y científicos, todo su intelecto acumulado en esa pequeña cabeza jamás la prepararon para lo que veía en frente de sus monitores, rara vez aceptaba haber cometido errores, ya fueran de algún calculo o variable incorrecto, nada del otro mundo. Pero en ese momento ya no podía darse ese lujo, incluso corrió la prueba tres veces mas pero el resultado siempre fue el mismo. Por primera vez en su existencia, la pequeña prodigio se quedo sentada en su silla sin decir una palabra por mas de cinco minutos.

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