flor que lastima ; ky

once

🥀; t

¿Cuánto tarda en sanar un corazón roto? Pregunta pero nadie sabe como responderle.

Caminando sin rumbo alguno por la gran ciudad, observa el movimiento de sus pies que habían llegado hasta el parque donde su corazón salió herido días atrás. Se sienta en una banca sin voltear y ver que había alguien a su lado, contempla el cielo que está ante sus ojos, un pequeño recuerdo viene a su mente.

"Siempre sale el sol para todos" le dijeron, pero ¿por qué su cielo todos los días se hallaba repleto de nubes grises y deprimentes?

Las lágrimas pronto comienzan a fluir naturalmente por su rostro, y la voz de alguien hace que se levante su mirada y lo mire a los ojos.

—¿Por qué lloras? —le pregunta aquel muchacho desconocido sacando y ofreciéndole un pequeño pañuelo azul. Kun por sus lágrimas no podía distinguir bien el rostro del chico e intenta sonreirle pero su cara formó una mueca.

—No lo entenderías —responde al mismo tiempo que acepta el pequeño pañuelo de la mano del chico.

—Si no te explicas, no sabré como ayudarte.

—¿Por qué crees que necesito ayuda?

—Mmm—dice pensativo—Quizá porque no es normal llorar así

—¿Así cómo?

—Tan desconsoladamente. Como si te hubieran quitado algo.

Kun sabía que el chico tenía razón y hablar sobre el tema con un desconocido no tenía de malo ¿o sí?

—Me rompieron el corazón —dice pero se retracta —Me rompí yo mismo el corazón.

El muchacho observa las facciones del chico que antes lloraba.

—¿Y por qué no intentas repararlo? —dice —Hace dos años también rompí un corazón, pensé que el chico se lo merecía por herir a mi hermano—le cuenta —Pero me dolió verlo llorar así como tú. Él no merecía que alguien juegue con sus sentimientos, y yo no merecía su amor—reflexiona.

Kun lo mira, el chico tiene cabellos totalmente rubios y unos ojos demasiado grandes y llamativos.

—Quiero repararlo pero él único que puede hacerlo es aquella persona que hizo que se rompiera —Kun vuelve a tener aquella aura deprimente.

—Hazlo. Vuelve a hablarle, busca la manera de encontrar la felicidad siempre —El chico de cabellos rubios se estaba por ir pero Kun lo detiene.

—¿Y si no funciona?

—Por lo menos lo has intentado.

—Gracias —dice Kun.

—Me llamo Lucas—comenta.

—Kun—responde.

—Bueno, Kun. Es hora de irme —El desconocido, ahora llamado Lucas,  corre lejos de su lado y desaparece de la vista de Kun.

Su cielo totalmente nublado comenzaba a verse un pequeño pero muy importante rayito de sol.

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Chittaphon se encuentra saliendo del edificio donde dicta clases de baile de lunes a viernes por la tarde, camina hacia la parada de autobuses hasta que un auto muy conocido para él se acerca. Intenta alejarse, pero esa voz le habla.

—Súbete—ordena una voz totalmente demandante. Chittaphon niega con la cabeza, resistiendose. El chico de la voz demandante sale del automóvil y toma a Chittaphon del brazo y lo mete al auto. Ya en marcha se aleja lentamente del lugar.

—¿Por qué volviste? —Chittaphon miró sus brazos con las pequeñas marcas de los dígitos del contrario que comenzaron a aparecer después del agarre de éste.

—A recuperar lo que es mío.

Chittaphon siente como su sangre se hela por completo al oírlo, le daba náuseas pensar lo que pudiera hacerle. A pesar de eso, lo primero que vino a su mente fue Hendery.

Quizá la cita que tuvo con Hendery fue la última vez que pudo verlo. Y le dolía.

El auto todavía en marcha, se detiene en una carretera donde el conductor sale por un momento. Chittaphon intenta tomar su teléfono y dejarle una infinidad de mensajes a Hendery. Pero el ruido de la puerta lo alerta. El chico regresa y Chittaphon esconde el  móvil bajo la intensa y atenda mirada del otro.

—Espero que no hayas intentado pedir ayuda y escapar. Te espera un lindo fin de semana —comenta  encendiendo nuevamente el auto. Pero Chittaphon no quería pasar más tiempo junto a ese monstruo al que llamo pareja, él quiere tener a Hendery a su lado por siempre.

En medio del trayecto, Chittaphon se desabrocha el cinturón de seguridad y  abre la puerta del auto y salta.

—¡Chittaphon! ¡Qué has hecho!—grita enojado pero el sonido de la bocina de la patrulla de policía hace que encienda nuevamente el auto y desaparezca en el acto.

Chittaphon ve como su cuerpo ahora se encuentra lleno de raspones y su tobillo le dolía horrores. El sonido de la bocina se escucha todavía mas cerca. Intenta caminar pero dolía hacerlo y su corazón también lo hacía.

La policía se acerca a él.

—Por favor, ayudenme —suplica para luego desplomarse sobre el suelo.

Ambos policías se miran y toman el cuerpo del chico pelinegro.

Chittaphon pronto estaría bien.

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NA: Último capítulo del maratón.

Por fin Lucas apareció❤

Ahora si, quedan 3 capítulos y el epílogo😔

Espero que les haya gustado y perdonen si hay alguna incoherencia o error.

Nos vemos en la próxima actualización~

Mañana hay actualización por las dudas jeje.