diez

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Después de la eterna lluvia del día de ayer, el sol comenzó a brillar llegada la tarde, dos muchachos estaban sentados tratando de expresar todo aquello que les molestaba; pero muchas veces expresar no debería ser sinónimo de herir.

Yangyang lo observa suspirar y sabe que es el momento de empezar a hablar. 

—Creo que ya lo sabes —murmura para que el otro lo escuchara. Kun asiente con la cabeza. —ahora al que se le escapa un suspiro es al menor —No tengo ninguna excusa, Kun.

—Intentaba no creerlo —La voz del mayor se escucha entrecortada parecía que empezaría a llorar—Pero Sicheng me lo dijo, intenté no creerlo —dice nuevamente —¿Por qué?

Yangyang sabía que Kun preguntaría el porque de su accionar, pero él no tenía un respuesta en concreto.

—No lo sé —era tan difícil esta situación.

Kun trataba de mirarlo a sus ojos y ver si en ellos podía encontrar una verdad, la verdad que no quería creer.

"Deberías dejar de decir no lo "

—Yangyang —llama al nombre del menor—¿Sabes cuántas veces me pregunté si el del problema era yo? —el mayor estalló en lágrimas que se había guardado para no quedar en ridículo con el menor, pero ya no podía ocultar el dolor que sentía en este mismo instante.

Cada palabra que dice el mayor le duele a Yangyang, le había sucedido lo mismo con Xiaojun, sólo que lo de ellos fue una despedida que se debían, y él no quería despedir a Kun de su vida.

—¿Por qué? —dice con melancolia en sus palabras—¿Por qué no fui suficiente para ti?

La culpa le pesaba tanto en sus hombros, y ver llorar a Kun sobre uno de ellos. Era todavía peor.

—Te di todo de mí, por favor —pide mientras su mano se acerca hacía el corazón del menor, lo señala con su dedo índice—¿Dime en qué fallé? ¿Por qué no logré hacerlo vibrar?

Yangyang debió solucionar el problema cuando pudo, debió hablar, y no dejar que sus sentimientos no fueran expresados cuando pudo; porque el silencio siempre dominaba en su relación y ahora el vaso comenzaba a rebalsar.

—Tú no hiciste nada de malo, Kun—le acaricia sus cabellos negros —Fui yo, definitivamente fui yo.

"Culpable"

Lleno de heridas sin sanar, cicatrices que no podía curar. Su corazón era todo un enrredo de malos entendidos que se iban acumulando hasta el día de hoy.

Kun hipaba de tanto llorar, y observa el perfil del menor.

—Me he enamorado de alguien que le teme al amor —las palabras salen solas de sus labios

Kun estaba en lo correcto. Yangyang tenía miedo. Y cuando uno teme, se daña.  Porque Yangyang de verdad no necesitaba a alguien que lo destruyera, porque él mismo se destruía, y a sí mismo a los demás.

"Miedoso"

Porque Yangyang era una hermosa flor con espinas que se clavan en lo profundo de tu ser, podías admirarlo, pero mas no tocarlo.  Un día, Kun, fue quien se arriesgó, y lo amo pese a sus heridas.

flor que lastima ; kyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora