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El mayor estaba en su estudio, trabajando arduamente, cuando su pareja decidió recompensarlo con un regalo.

Fue con su amado, sonriendo y al mismo tiempo lleno de nervios.

Habían pasado sólo un par de días desde que le había entregado su cuerpo por primera vez y ahora se sentía listo para repetir lo de aquella noche.

Abrió la puerta, y disimuladamente puso el candado.

No era un cuarto muy grande, pero estaba bien. Toda la habitación estaba impregnada de aquel aroma tan masculino que tanto le encantaba. Esa fragancia que sólo su hombre tenía.

Lo encontró sentado en una silla de cuero, frente a su ordenador.

El, al verlo entrar, sonrió.

La cercanía aumentaba, al mismo tiempo que el calor en sus cuerpos.

Ambos lo sabían.

El menor posó su mano en la mejilla de su hyung, acariciando levemente hasta tocar sus labios.

La poca distancia que había entre ambos desapareció en un instante con un beso apasionado.

Lento y dulce al principio, fuerte y adictivo después.

Justo como el vino.

Se sentó en su regazo moviendo sus caderas sobre el miembro aún cautivo de su mayor.

Escucho la silla rechinar un poco debido al movimiento, ahora también su amado comenzaba a moverse en busca de más contacto.

Sentía como su miembro se endurecia, marcandose en su ropa. Ambos estaban deseosos por más.

El menor peino sus cabellos oscuros hacía atrás y luego besó el blanquecino cuello de su hyung.

Dio una leve mordida, sacandole un jadeo.

Así es como le gustaba. El sabía perfectamente que su amado tenía un delicioso gusto hacia las mordidas.

No podía verlo desde su posición, pero lo sintió sonreír.

La fría mano de su mayor se coló entre sus ropas, subiendo de a poco para quitar la prenda superior.

Una vez expuesto ante la lujuriosa mirada de su hyung, decidió jugar un poco.

Froto con más fuerza su trasero contra la intimidad de su amado a la vez que pellizcaba sus propios pezones.

Jugaría a provocarlo.

Quería ver como sus labios rosas se abrían para dejar escapar jadeos y suspiros.

Se moría por verlo cerrar con fuerza los ojos y hechar hacía atrás su cabeza.

Deseaba oírlo gemir.

Le ponía, adoraba la forma en que su hyung demostraba que lo deseaba sin decirlo.

Sintió algo de humedad en los pantalones de su contrario y en los propios.

Ya estaban suficientemente calientes como para seguir.

Bajo un poco los pantalones de su mayor, sólo lo suficiente para dejar expuesta su ropa interior.

Dejó varias caricias en el miembro ajeno, asegurándose de dejarlo lo suficientemente duro como para continuar.

Bajo sus propios pantalones, mostrando que, además de no llevar ropa interior, ya se había preparado para recibir el pene de su hyung, habiendo dilatado poco tiempo antes su entrada con sus dedos.

Levantó las caderas e introdujo la hombría de su mayor dentro de el.

Era calido, lo sentía palpitar.

No pasó mucho cuando ya estaba dando saltos leves sobre el, metiendo y sacando el miembro de su amado, haciendo que la silla rechinara varias veces y creando un constante sonido similar a aplausos.

Su mayor mantenía los ojos cerrados, a diferencia de su boca, de donde escapaban jadeos y una que otra palabra sucia.

- Oh, carajo, sigue así... tomalo todo, cariño-

Le encantaba oírlo. Le encantaba complacer a su amado hyung.

Llevó su mano temblorosa a su propio miembro y comenzó a masturbarse al ritmo de sus saltos.

Se dejo caer con fuerza sobre el al sentir como llegaba a su lugar favorito. Movió en círculos sus caderas y luego retomó sus saltos, ésta vez con aún más fuerza.

- Estoy por llegar...- Advirtió su mayor, a lo que el asintió mordiendo sus labios. El también se sentía cerca del clímax.

Sus paredes internas se apretaron para después venirse y manchar con su blanquecina escencia el abdomen de su amado.

Su mayor movio sus caderas de arriba a abajo un poco más,  y luego de un par de embestidas, también se corrió, llenando el interior del pequeño castaño.

Ambos respiraron con pesadez y sonriendo se abrazaron uniendo nuevamente sus labios en un Casto beso.

- Por Dios, Jimin, eso fue increíble...-  mencionó Min Yoongi aún respirando con dificultad intentando recuperar la calma que el reciente encuentro sexual con su pareja le había quitado.

...Y entonces, rompiendo el abrazo, la sonrisa en el rostro de Jeon Jungkook se borró por completo.

- ¿"Jimin"?-


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⏰ Última actualización: Mar 10, 2019 ⏰

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Domino Effect ¤ White LieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora