Momentos

Nosotros

Sus respiraciones acompasadas era todo lo que se escuchaba en el departamento. Andrei dormitaba sobre el pecho de Hernán mientras este le acariciaba el cabello, ambos disfrutando de su fin de semana, recostados en el sofá y sin compromisos que cumplir.

Habían pasado la mayor parte de la semana de un lado a otro, cumpliendo compromisos personales y en el canal, viéndose todo el día, pero sin embargo no teniendo un tiempo real para ellos.

Sus nuevos roles en el programa les traían beneficios, entre ellos tener agendas más despejadas el fin de semana, si tenían algún compromiso, generalmente se trataba de un evento externo, lo que les daba la libertad de elegir si tomarlos o no. Ese fin de semana en particular, ambos estaban libres.

- Amor... - susurró Hernán comprobando si Andrei se había dormido.

- ¿Si?... - le respondió con la voz suave, el moreno pudo intuir que había estado a punto de rendirse al sueño.

- Necesito que hagas algo por mí... - Andrei giró el rostro para observar a Hernán y asentir - necesito que vayas a la pieza y armes un bolso con ropa... quiero llevarte a un lugar...

El rostro de Andrei se iluminó ante la propuesta, le encantaban las escapadas express con Hernán, siempre conocían lugares hermosos y pasaban momentos increíblemente románticos.

- ¿Dónde iremos? 

- Es sorpresa... aunque después de un rato en el auto lo sabrás sin preguntar.

- Ya, ¿pero qué ropa llevo? - se puso de pie y comenzó a caminar a la habitación - ¿qué vas a llevar tú? ¿ No vienes a armar tu bolso?

Hernán sintió su corazón dar un salto al ver el entusiasmo de su novio - lleva ropa cómoda, algo para abrigarte en la noche y traje de baño, yo voy en un segundo, sólo haré la confirmación de la reserva...

- O sea llevo ropa que me sirva para ir a la playa o a la montaña... - el moreno rió ante el comentario - espera... ¿confirmar la reserva? ¿ya tenías planeado esto?

- Un poco, o sea, siempre estoy buscando lugares para conocer contigo y encontré este... y acabo de decidir que quiero llevarte ahora...

- Voy a empezar a armar nuestra maleta - le dijo conteniendo un saltito mientras se perdía en la habitación.

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Luego de un par de horas Hernán estacionó su auto junto a una hermosa cabaña de madera, estaban en el corazón del Cajón del Maipo, perdidos en el bosque y alejados del ruido de la ciudad, el lugar olía a tierra mojada y se podía escuchar sólo el tranquilizante sonido de los pájaros, árboles agitándose por el viento y el río chocando con fuerza contra las rocas. Andrei bajó del auto y corrió hacia la cabaña cómo un niño llegando a una fiesta de cumpleaños, Hernán bajó los bolsos del asiento trasero y lo siguió al interior, tendrían sólo esa tarde y noche y el día siguiente en el lugar, pero la sonrisa que su novio tenía en el rostro mientras lo estudiaba compensaba la falta de tiempo.

La cabaña tenía un estilo rústico y estaba completamente decorada en madera y roca, se trataba de un espacio abierto con una gran chimenea de piedra que era básicamente el corazón del lugar. Frente a ella se ubicaba una felpuda alfombra y un gran sofá en el que Andrei estaba seguro podría dormir tan cómodo como en una cama; tras él se encontraba una pequeña cocina y frente a ella una mesa dónde ya podía visualizar una romántica cena. Al fondo de la cabaña y aún en el plano de visión desde la chimenea se encontraba la habitación; una cama tamaño King con un gran respaldar de madera tallada se ubicaba justo en el centro, rodeada de grandes ventanales que hacían posible observar el paisaje y sobre ella un tragaluz. Ideas de hacer a Andrei ver estrellas literales y figurativas durante la noche se agolpaban en la mente de Hernán.