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Andrei había soñado muchas veces con ese momento y aunque sabía que no era su show propio, de todos modos se sentía más cerca del verdadero sueño. Que la gente coreara sus canciones de esa manera era algo impagable y que hacía que todos los sacrificios y malos ratos valieran la pena, le reafirmaban que iba por buen camino y que había tomado la decisión correcta cuando había decidido que quería que esa fuera su vida.

Hernán siempre había soñado con que los bailarines tuviesen el mismo reconocimiento que otros artistas y se había sentido más cerca de aquello cuando la gente había gritado y aplaudido al escuchar su nombre, y estaba contento porque ese momento lo había compartido con dos de las personas más importantes de su vida, su menor amiga y su novio.

Cuando Andrei había presentado su canción el público se había descontrolado, la habían cantado de principio a fin y la energía que eso les había proyectado a ambos los había llenado de una euforia que estaba buscando la manera de salir.

Cuando el show había terminado, las luces se habían apagado y los gritos habían enmudecido, se retiraron junto a todos tras bambalinas para saborear el momento y calmar las emociones, aún tenían que cumplir con cosas del programa, grabar para el backstage y tomarse las fotos correspondientes, pero ellos tenían otros planes.

Andrei siguió a Hernán a los camarines en cuanto lo vio hacerle una seña y alejarse del grupo, no tenían demasiado tiempo para estar solos porque pronto todos llegarían por sus cosas para retirarse en las van que el programa había dispuesto, por eso tenían que saber aprovecharlo.

Andrei cerró la puerta tras de si y de inmediato se lanzó a los brazos abiertos de Hernán, se besaron con pasión, porque ambos tenían demasiada energía corriendo a toda prisa por sus cuerpos y porque el momento que habían vivido era demasiado especial y lo hablan vivido juntos, como cada cosa maravillosa que les había sucedido en el último año.

- Estoy tan feliz, no puedo creer lo que acaba de pasar - le dijo Andrei contra los labios, sonriendo porque si bien el momento sobre el escenario había sido mágico ahora, solo con Hernán, estaba completo. 

- Fue hermoso shasho... había mucha gente... Y cuando cantaron contigo...

- Pensé que me iba a poner a llorar...

- Yo también pensé que lo harías - le respondió riendo para volver a besarlo moviendo sus manos para acariciarlo en la espalda y atraerlo más a su cuerpo.

- Se te veía tan bien esa camisa negra... - le dijo Andrei entre besos.

- ¿Ah sí? ¿Te gustó?

- Mucho... y después tu mano subiendo por mi pierna... 

- Tuve que usar todo mi autocontrol para no seguir tocándote...

- La única parte que no me gustó de estar frente a tanta gente - continuó riendo para morderle provocadoramente el labio inferior - quedé más caliente...

- Ay amor no me tientes... no podemos, no debemos... nuestros papás nos están esperando.

- Siempre se puede y lo sabes... Y nuestros papás ya saben como somos... - le dijo bajando sus manos desde sus costados a su trasero para sostenerlo y apretarlo lo suficiente para hacer que el moreno contuviera la respiración - un rapidito para celebrar...

Hernán lo miró y lo besó profundamente pegandolo a su cuerpo de manera que no quedará un lugar donde no se tocaran, apenas había bajado del escenario la euforia se había apoderado de él haciéndolo desear tener a Andrei entre sus brazos pero el lugar no parecía acompañarlos, sin embargo no era la primera vez que hacían algo así, no se caracterizaban por quedarse con las ganas y menos en una situación así que ameritaba celebración, porque aún podía escuchar los aplausos y a la gente coreando a Andrei.

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