7u7

45.7K 317 30
                                    


Una vez que salimos del colegio, Héctor me alcanzó a la parada del bus y me preguntó si me podía acompañar a mi casa, emocionada le dije que sí, en el camino hablamos puras tonteras pero al llegar me dijo si quería ser su novia y me besó, a mí me encantó pero creo que a él no tanto, le pregunté qué cuántas novias había tenido y me dijo que seis, yo me sentí insignificante, con el pasar de los días ya no me venía a dejar a mi casa y yo lloraba a solas por las noches, de repente sonó mi celular:
YO: Aló
IRMA: Hola, pendeja (Así me dice de cariño), ¿No te llevó a tu casa el papacito?
YO: No, creo que porque no sé besar.
IRMA: Ay, pendeja, yo aprendí a los 7 con un tío.
YO: ¿De verdad, Irma? ¿Y cuántos años tenía tu tío?
IRMA: 33 y me hizo ver las estrellas.
YO: Pero era un viejo para ti.
IRMA: ¿Y qué? Yo quería aprender y me enseñó de todo.
YO: ¿De todo?... ¿Ya no eres virgen?
IRMA: Claro que no, pendeja. Él me enseñó a mamar y a coger.
YO: ¿Tan chiquita?
IRMA: Eso me pasó a los 11 y si hubiera sabido lo rico que es hubiera empezado antes, tienes que probarlo, pendeja. Ah se me olvidaba contarte que Sofía, la chica de tercero, se le está insinuando al papacito, te vas a tener que aplicar, pendeja.
YO: ¡Ayúdame? Tú tienes más experiencia que yo.
IRMA: Tú eres bonita, tienes todo a tu favor, en cambio yo soy flaca, casi no tengo culo y tengo la nariz horrible, pero a los hombres eso no les importa, solo quieren darte por tu panochita.
YO: ¡Dios!
Esa imagen de ver a Irma con su tío me llenó la cabeza de morbosidades que nunca antes había imaginado, sentía que era una tarada, que yo también necesitaba probar que era ser una verdadera mujer, esa Sofía no sabe con quién se está metiendo, le voy a demostrar que yo también puedo ser toda una mujer, así que me dispuse a coquetearle al tío Chato. Cuando regresaba del colegio ya no me ponía mi viejo pants, corté unos jeans y los convertí en unos mini shorts que casi se me salían las nalgas, creo que me pasé. Al servir el almuerzo mi tío me dijo:
TÍO: Nunca te había visto con esa ropita tan sexi ¿Lo haces para mí?
YO: No sea tonto, tío; lo que pasa es que hace mucho calor.
TÍO: ¿Y tienes que enseñar las nalgas?
YO: … no me malinterprete, si quiere me voy a cambiar.
TÍO: No, así estás perfecta… y dime ¿Cómo vas con el chico que te gusta?
YO: Pues para serle sincera… muy mal… ya somos novios, pero creo que no le gusta como beso. La primera vez me vino a dejar a mi casa pero ya no lo hace y casi ni se me acerca.
TÍO: Te lo dije, pero como no quieres aceptar mi ayuda… ni modo.
YO: ¿Pero qué dirían mis papás si se enteraran?
TÍO: No tienen por qué saberlo ¿o tú se los vas a contar?
YO: Ni que estuviera loca, mi papá me mata y sería una gran decepción para mí mamá… nunca les contaría semejante cosa.
TÍO: Va a ser un gran secreto entre nosotros dos… te voy a enseñar a besar para que tu novio se vuelva loco contigo.
YO: ¿De verdad, tío, haría eso por mí?
TÍO: Ven y déjate hacer.
Me tomó de la cara y me besó, sentí su lengua enredarse con la mía y confieso que me gustó, sin darme cuenta ya lo estaba abrazando, ese beso duró una eternidad, de repente me besó el cuello, yo sentí delicioso y lo dejé que siguiera, luego metió su lengua en mi oreja y me recorrió una especie de escalofrío, pero muy rico, por instinto me pegué más a él y pude sentir su cosota en mi ombligo y me asusté.
YO: ¿Tío, tuviste una erección?
TÍO: Es normal, Lucky, a nosotros los hombres se nos para la paloma y ustedes se mojan en medio de las piernas… ¿Te gustó cómo te besé?
YO: La verdad… sí, tío Chato, también me gustó sentir en mi cuello y en mi oreja, es rico ¿Yo también se lo debo hacer a mi novio?
TÍO: Por supuesto, ven practica conmigo.
Ahora fui yo la que metí mi lengua en su boca, le chupaba la lengua, hice lo mismo que él me había hecho y lo oí gemir.
YO: ¿Le duele, tío?
TÍO: No, Lucky, cuando nos gusta algo gemimos y hasta pujamos de placer.
YO: Yo nunca pujaré, eso solo lo hacen las prostitutas.
Inmediatamente me fui al baño a ver si era cierto que las mujeres nos mojábamos entre las piernas… ¡Cierto! Tenía una mancha en mi calzoncito, lo probé y sabía rico

Mi tio me usa y a mi me gusta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora