{Part 2}

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Luego del desayuno, Gemma me llevó de compras, según ella era para "Pasar tiempo de calidad con el nuevo miembro de la familia". Según yo, era que se sentía aburrida y necesitaba la terapia de las compras. Definitivamente, la hermana de Harry era increíblemente divertida, hablaba hasta por los codos y tenía un gusto excelente en ropa. Mi hermoso novio se quedó con su madre preparando la cena, les encantaba cocinar juntos, tenían a Robin yendo y viniendo de la tienda, con todo lo que necesitaban. En una de esas idas y venidas, Gemma le pidió que nos levara al centro comercial, que estaba repleto de gente comprando obsequios navideños.

-Es que no salió-se burló-según ella porque estaba oscuro y hacía demasiado frío-rió-Pobre Barry-volvió a reír-.

-Espera, espera...-tomé un sorbo de mi té-adornó el puentecito con velas, ¿En vano?-ella asintió, no pude evitar soltar una risita-.

-Llegó con la cabeza baja, y se encerró en su habitación, él siempre fue bastante visceral, bastante romántico y sensible también-miró al vacío con dulzura, seguramente recordando los momentos compartidos con su hermano-desde pequeño era coqueto, sabía que era guapo, era como "Te presto mis apuntes si me das un beso"-solté una risotada, y negué con la cabeza-.

-Todo un Casanova...-Gemma asintió-¿Crees que le gustará lo que le compré?-Gemma enarcó una ceja-.

-¿En serio? Esas cosas son raras, pero a él le gustan...bueno o al menos le gustaban-rió entre dientes-de todos modos, se lo regalas tú, así que... ¡Por supuesto! Se enamorará más de ti-ladeó la cabeza-un momento...-hizo gestos con las manos-¡No puede enamorarse más de ti!-me señaló y guiñó un ojo, reímos fuerte y por un largo rato-.

De veras esperaba que le agradara, cuando Gemma se escabulló hacia la zona de joyería, para comprarle algo a Anne, me dispuse a buscar su regalo. Recorrí varias tiendas, pero no se me ocurrió nada. Saqué el celular para llamar a Harry, hasta que miré al frente y encontré exactamente lo que le compraría. En la vidriera de un anticuario. El comentario de mi novio en el camino en auto a Holmes Chapel "Papá nos hacía escuchar The Beatles cuando éramos unos niños". Sonreí, era algo que tenía en común con Gemma, ella era más fanática que Harry.

Love Songs, en vinilo. Había visto un tocadiscos en la casa, pero no sabía si funcionaba o no. Así que de todos modos llamé a Harry para preguntarle. Contestó cariñosamente.

-Habla Harry Styles, el hombre más enamorado sobre la faz de la tierra-dijo divertido, solté una risita de colegiala-.

-Hola, cariño-murmuré-.

-Hola, pequeña-respondió en voz baja-¿Cómo la están pasando? Espero que mi hermana no te haya contado los detalles sórdidos de mi adolescencia-reí, y negué con la cabeza, sin darme cuenta de que él no me estaba viendo-.

-Me lo ha contado todo-dije en tono sombrío, carraspeé-solo llamaba para preguntarte cómo estás y si funciona el tocadiscos que tienen en la sala.

-Estoy bien, nena. Sí, si funciona, de maravilla, por cierto, justo ahora mamá puso uno de sus vinilos de Hendrix-y justamente, de fondo escuchaba Little Wings, de Jimi Hendrix-.

-Es muy hermosa-suspiré-.

-¿Quién?-preguntó, reí-.

-La canción.

-Oh, sí, de hecho me recuerda a ti-me ruboricé, ¿Cómo podía estando lejos, hacerme enrojecer?-.

-Ay, Harry-volví a reír como tonta, él se unió a mi risa bobalicona-.

-Quiero que estés aquí, te extraño-susurró-.

-En un momento volvemos, no desesperes.

-Bien.

Luego de unos "Cuelga tú" "No, cuelga tú" "¿Cómo puedo colgar cuando tu voz es tan sexy del otro lado?". Al fin entré al anticuario y el dependiente me habló de que el vinilo estaba en perfectas condiciones. El precio era de veinticinco libras, ya que estaba en el empaque original del vinilo, e incluía un folleto de once por once pulgadas, con la letra de las canciones impresas, simulando la caligrafía de un pergamino. Casi lo compré para mí, pero ya tenía suficientes artículos de ellos.

****

La mañana de Navidad, me hice con broche de safiro, de parte de Anne y Gemma-demasiado valioso-. A Anne, Harry y yo, le regalamos una colección de libros de poesía y a Robin DVD con los conciertos de The Doors, su banda favorita. Harry recibió un gorro de lana y un portaretratos con una fotografía de Anne, Gemma y él cuando eran más jóvenes. No pude evitar soltar un suspiro de alivio cuando Gemma abrió su regalo.

-¡Wow! Te amo-gritó, Gemma, levantó el empaque e improvisó un baile-¿Cómo lo conseguiste?-me encogí de hombros-.

-¿Te gusta?-pregunté divertida, ella se echó a mis brazos y respondió con un fuerte grito, que casi me deja sorda de un lado-.

-Creo que sí-murmuró Harry, bebiendo un poco del chocolate que preparé, le sonreí y le lancé un beso-.

-Abre el tuyo, cariño-le dije, entregándole la caja envuelta con papel de regalo con cochecitos y un moño azul, agitó la caja, y luego rasgó el papel, Gemma me sonrió al ver la expresión de su hermano-.

-Te lo dije-susurró-.

-Me encantan-le enseñó a Anne su regalo-.

-Súper sofisticados-felicitó su madre, y me dirigió un asentimiento de cabeza-.

Eran de plata con incrustaciones de diamantes, me recordaron a él en cuanto los vi, por poco no llevaban las iniciales de Harry. Aunque de eso me encargué. En la joyería pudieron grabar HS a los gemelos.

-Tiene un excelente gusto-dijo, una sonriente Gemma, que tenía el folleto amarillento entre las manos-.

-Dejen de alabarme-rogué cubriéndome el rostro, Harry rió y me llevó a sus brazos-.

-Oh, hay más-instantáneamente sonrió-Dios, corbatines-asentí, de seguro estaba de un rojo intenso. Eran dos, hechos de satén opaco negro y marrón-.

-¿Te gustan?-él asintió-los vi y a Gemma le parecieron bien...-me encogí de hombros-.

-¿Tienes idea de lo mucho que me gustan? Me veré endemoniadamente sexy con esto-dijo sosteniendo el corbatín marrón, me guiñó un ojo-.

La chefDonde viven las historias. Descúbrelo ahora