Ella. Amada Falsa.

Ella es hermosa. Esculpida en el cuerpo de una Diosa, dotada con la fuerza de una guerrera, justa y fiera al mismo tiempo. Ella es la mujer que posee el corazón del Dios del Trueno.

Pero, al mismo tiempo, no lo es.

Ella es una mentira. Una embustera llena de trucos, una traidora en la espera de la oportunidad para atacar, una orquestadora de tragedias con beneficios para ella misma. Ella es un disfraz perfecto.

Ella es y no es, la mujer que Thor más ama.

Camina por los pasillos del nuevo palacio que, desgraciadamente, terminó alzándose en el planeta más repugnante según su criterio, por decisión de Thor.

Oh Thor, es un "Rey" de corazón débil y noble cuyo pensamiento se basa en lo más fácil. Sí, en Midgard tiene el respaldo de sus "amigos" Vengadores y, el amor de los midgardianos es tan grande como para aceptar que una raza más fuerte y dominante, se establezca en sus dominios. No, no es así de simple, pero Thor no lo ve, nunca lo verá.

Thor, el magnífico Dios del Trueno, el orgullo de Odín, su "hermano". Con todas sus cualidades aún sigue cometiendo errores y, continúa siendo ciego a pesar de que él camina frente suyo con el cuerpo de ella, su amada esposa.

Loki tiene un plan para todo, hasta su muerte la planea, hasta la cantidad de pena y sufrimiento a infligir está calculado. Sí, a veces sus planes se "desvían" un poco, pero esta vez, esta vez todo lo tiene fuertemente arraigado en sus manos. Nada podría salirle mal.

Se ha hecho del cuerpo de Sif, la hermosa esposa de Thor y, a ella, la ha dejado pudriéndose en el cuerpo de una anciana. La muy desgraciada se sigue aferrando a la vida, se niega a morir pero, a Loki no le importa; las fuerzas se le acabarán y él podrá reclamar ese cuerpo como suyo. Aunque no lo necesita más que para un propósito y ya lo ha conseguido.

El cuerpo femenino sólo es parte de la fachada. Ha cambiado por completo, asegura. Ya no es el mismo traidor, ahora hay bondad en "ella". Prueba de ello es el cambio abrupto que ha sufrido en su "resurrección". No sólo se le otorgó un nuevo cuerpo si no también, una oportunidad para enderezar su camino. Pero eso, eso definitivamente no está en sus planes.

No hay más que un retorcido e iracundo plan de venganza en su mente. Porque traerá a la casa de Odín una vez más la muerte y, esta vez no fallará.

El Dios del Engaño tiene todo a su favor. Oh, ya ni siquiera debería usar ese nombramiento, si lo piensa con calma, la Diosa del Engaño suena mil veces mejor.

Diosa del Engaño, Diosa de las Travesuras, Diosa del Caos, Diosa de las Mentiras. Reina de Asgard... si es que Nuevo Asgard sobrevive a su ira.

Loki se ha hecho con el mejor disfraz. Hermosa, no lo puede negar pues un tiempo deseo la atención de la Diosa Asgardiana. Y ahora él atraerá la atención de todos con ese cuerpo.

O son muy estúpidos o todos están ciegos como Thor.

Nadie puede reconocer quién es en realidad, a quién pertenece ese cuerpo. Loki ríe en sus aposentos deleitándose con la ingenuidad de todos los que le rodean, con el hidromiel de los dioses en un cuerno dorado. Llenándose la boca de dulce gloria.

El primer paso es fácil. Convencer de que ha cambiado y lo ha logrado. Una mirada noble, una sonrisa dulce; el contoneo de sus caderas en esa ropa verde y entallada que se cubre con anillos de oro y cinturones de cuero oscuro, han hecho perder a muchos en el delirio de poseerla. Balder es de los primeros en caer en su red.

Balder, el hermano de Thor, el Dios de Luz, el legítimo Rey de Asgard está a centímetros de arrodillarse para ella.

—Thor lo sabe— susurra ella en el oído del más noble de los Dioses Asgardianos.— Tu eres Hijo de Odín y Frigga, tú eres quien debería estar sentado en el trono.— ambos miran los enormes campos de siembra bajo Nuevo Asgard, él tiene apoyadas ambas manos en el bajo borde de piedra de la muralla.— Y nunca te lo dijo. Tú eres el Rey, Balder, hermano— y Loki tiene que seguir refiriéndose a ellos como familia para que su obra se sostenga.