Sexo con olor a pecado.

145 6 2
                                    

"MAESTRO DE PECADOS. TERCERA PARTE"

«Y aunque sea pecado, invítame a comerte de vez en cuando.»

«Si deseas saborear tu virtud, peca de vez en cuando.»

—Hugo Ojetti.

________________________________________________________________________________________________________________________

Me quedé atónito con la muestra de cariño que le mostró Baekhyun a ese otro. Había sido algo breve, sólo un beso corto y casto, nada lascivo, pero eso no pareció importarme mucho porque en ese preciso momento sentí muchas más ganas de poseer a ese chico. Lo que antes era simple atracción y curiosidad, se había convertido ahora en un deseo bastante fuerte impulsado por el peligro y la posesión.

Era como cuando de niño veías que el nuevo juguete sería lanzado, de seguro no lo querías para dormir con él o jugar todos los días, lo querías para presumirle a todos tus amigos que era tuyo y que tú lo tenías, pero si otro niño llegaba con el juguete antes que tú de seguro lo ansiabas más y hacía todo lo posible para tenerlo. Ese instinto de posesión aplicaba aún cuando uno era mayor, siempre se desea lo ajeno y el saber que ese chico de cabello platinado era de otro chico, era la cereza del pastel.

Después de ese corto beso, se acercó a sus amigos para que presentarles al moreno, les estaba presentando al chico con el que estaba borrando toda su inocencia y me dio una picada de celos el saber que esa pureza que estaba en su rostro se estaba desvaneciendo en manos de otro, y ese otro no era yo... Por ahora.

Todo parecía bastante normal, sólo hablaban y conversaban hasta que el moreno puso su brazo en la cintura de Baekhyun como queriendo marcar su territorio mientras le daba la mano al pelinegro. Y fue en ese preciso instante que Byun volteo a ver quienes estaban a su alrededor como si sintiera el peso de las miradas y fue allí donde me encontró mirándolo fijamente, sostuvimos miradas por un momento, pero el decidió apartarla primero, lo que me provocó una sonrisa en mi rostro pues me encantaba lo penoso que era, parecía ser recatado y calmado, pero me lo podía imaginar en la cama.

Esas imágenes obscenas comenzaron a recorrer mi cabeza torturandome lentamente. En mi cabeza me lo imaginaba a él gimiendo otros nombres, me lo imaginaba atado a otra cama con otras manos tocando su pálida piel, me imaginaba otras manos cortando su tan perfecta palidez, otros labios bebiendo su sangre. Otra alma tomando la suya. La sola idea me sacaba de quicio, pero también me excitaba de sobremanera imaginarme sus gemidos y la forma en la que se sentiría todo él. No pude evitar la erección naciente y con el pantalón que llevaba se notaba mucho más.

Ay mierda, sólo me pasa esto a mi dije en voz baja quitando todos los pensamientos de ese chico de mi mente y volviendo a ver la escenita, alcance a notar como Baekhyun estaba delante de Jongin y este lo acercó más a él, pareció que le dijo algo al oído, pero no estoy seguro porque la verdad me estaba dando la espalda. Lo que sí noté perfectamente fue el beso que le dio y todo lo casto del anterior quedo atrás, pude notar ambas bocas moviéndose rítmicamente y ver la placidez y el deseo en el rostro del platinado, me excitó aún más. No podía seguir imaginándomelo en una cama gimiendo o terminaría con una erección completa, y aún peor, mi preseminal comenzaría a salir sin necesidad de nada más.

Mi imaginación era bastante potente y era por ello que había decidido ponerme el casco rápidamente y subirme a mi moto, la encendí y arranqué lo más pronto posible para dejar la escena atrás. Sólo fui consiente del estruendo que causo mi motocicleta al arrancar y de la nada la imagen de ese chico moreno y yo atándo a la cama o colgándo a Baekhyun me provocó un éxtasis inmediato e hizo surgir en mi la necesidad inminente de sexo. Así que con una erección en medio de mis piernas y con la gran velocidad que llevaba, me las arreglé para llamar a Helena, una chica española que bota la baba por mí y no importa el día ni la hora en que la llame, ella está para mí.

Helena no es el tipo de persona con la que me gustaría mantener una relación. No me gusta salir con ella en sitios públicos ni nada por el estilo, simplemente la llamo cuando mi amiguito necesita una ayuda y nada más.

Ella por el contrario me ruega que salga con ella a cine, a comer, de compras, pero la verdad es que soy incapaz de siquiera pisar un centro comercial con ella, de tomarla de la mano y toda esa muestra de cariño que la verdad no la tengo. Prefiero ser claro con ella y decirle que sólo hay un lazo sexual entre los dos, nada más allá del sexo.

Hola, ¿Helena?

Hola Channiedice entre suspiros.

¿Interrumpo algo?

Estoy ... Con un clientedice entre gemidos. La verdad me lo esperaba.

Si quieres hablamos después...

Noooo. Channie, ya vamos a terminar y te recibo en mi apartamento, ¿Vienes cerca?

Llego en cinco minutos y es urgente.

Listo. Ve subiendo tranquilo... Ahhhvuelve a gemir y suena como si fuera a llegar al orgasmo.

No vemos entoncescuelgo y acelero más mi moto mientras pienso en Helena, tal vez es por eso por lo que no me gustaría tener algo más con ella. Ella ha tenido muchos dueños, a muchos les ha entregado algo y yo únicamente deseo que alguien me pertenezca, que sea mío o por lo menos que la esencia de ese alguien sea mío. No deseo a alguien tocado y besado por incontables personas y no es que esté en contra de su trabajo ni nada, pero ese estilo de vida no va conmigo.

Cuando llego a su apartamento, dejo la moto al frente y entro caminando rápido sabiendo la urgencia que cargo.

Mierda, es increíble que no se me haya bajado todavíadigo entre dientes. Mientras sigo a la recepción y saludo al hombre que está sentado. Él sólo me sonríe y me deja seguir, ya sabe quien soy y probablemente también sabe que hago aquí. Cuando entro al ascensor, oprimo el piso diez y ruego porque ese hombre haya terminado rápido para que siga mi turno, si no es así, probablemente tendré que entrar a un baño y masturbarme porque juro que no aguanto más y la presión del pantalón me tortura más de lo que deseo.

Al salir del ascensor, me dirijo al ya conocido apartamento y justo cuando voy a tocar la puerta, esta se abre y sale de allí un hombre bajo y algo gordo, que se ve ya bastante entrado en edad por las canas que le sobresalen y las entradas que poco a poco se quedan sin cabello.

Gracias Helena. Ahí te quedo depositado en la cuenta el dinero y te deje para que te compres unos regalitosse le acerca y la rodea con su brazo y toma su nalga y la aprieta. Ya sabes a lo que me refiero muñeca.

Gracias cielo. Mándales besos a tus chiquitosdespués de eso el tipo se va y quedo yo delante de ella.

—¿Usaron condón?le suelto así nada más.

Si, él siempre se cuida con su respuesta fue suficiente y me lancé contra ella. Me abalancé a sus labios y la imagen de Baekhyun besando a Jongin se me pasó y quise besarla como si fuera él. Cerré la puerta detrás de mí y la guié a la bien conocida habitación que tantos orgasmos había presenciado, esa habitación que tantas infidelidades y deseos lujuriosos había ocultado. Y aquí iba uno más: deseaba a ese chico, deseaba lo que era de otro.

Estás usando pastillas ¿Cierto?le pregunté con un tono desesperado y con la respiración entre cortada.

Si. No te pongas condón.

Desde allí no hubo más palabras, sólo gemidos y respiraciones entrecortadas en medio de las embestidas, sólo gritos y rasguños cuando íbamos a llegar al clímax. Sólo cuerpos que se tocaban y bocas que eran devoradas. Sólo sexo con olor pecado.

Escuela de Pecado [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora