Escuela de Pecado [ChanBaek]

Cantos del cielo

ADVERTENCIA.

Este capítulo contiene lenguaje fuerte y contenido sexual explícito. Se recomienda discreción. 

Si usted se considera sensible a este contenido, por favor absténgase de seguir leyendo.  

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«Ser tentado, para mí, significa caer.»

—Robert Louis Stevenson

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El corazón se me había acelerado a más no poder y mi sangre se estaba bombeando directamente a mi entrepierna lo cual me provocó un dolor horrible. Necesitaba aligerar esa presión de inmediato porque se estaba volviendo insoportable todo.

Jongin se quedó en silencio y por lo que noté estaba bastante tenso, seguramente se había enojado por la presencia de Chanyeol, pero eso a mí ahora mismo me tenía sin cuidado. Necesitaba liberarme, necesitaba un orgasmo o me volvería loco por completo y fue allí donde un gemido me traicionó escapándose de mi garganta. Cuando el sonido rebotó por las frías y blancas paredes del baño, ambos fijaron sus ojos en mí como tratando de cuestionarme y eso me enojo. Yo no tenía que rendirle cuentas a ninguno de ellos, me importaba una mierda si se odiaban en este momento, yo solo deseaba un hermoso orgasmo y si ninguno estaba dispuesto a dármelo, entonces me iba a autocomplacer, al fin y al cabo, yo era el necesitado aquí y ellos eran unos odiosos.

—¿Qué? ¿Se van a quedar parados ahí como unos idiotas? —dije algo alterado y con la respiración agitada—. Si no van a hacer nada, entonces lárguense de aquí que necesito arreglar esta situación—miré a mi erección.

—Deja de contestar así—dijo Jongin—. Además, te había dicho que no quería nada gemidos o te iba a dejar así como estás. Me estás desobedeciendo.

—¡Me vale una mierda Jongin! ¡Lárguense! —casi grité. En definitiva, la abstinencia me volvía irritable, pero mis respuestas lograron enojar a ambos, cosa que me pareció una maravillosa idea en ese mismo instante.

Joongin se levantó del suelo, tomó mi cuello lo suficientemente fuerte y me estampó fuerte contra la dura pared mientras veía que sus ojos echaban chispas. Luego, el profesor Park llegó y por el lado de Jongin, tomó fuertemente mi miembro y dijo con una voz bastante ronca que jamás había escuchado.

—Quieres llegar a los infiernos ¿no es así? —me miró fijamente con una sonrisa torcida en sus labios y al ver que no articulé una respuesta, apretó más mi miembro lo que hizo que me mordiera el labio inferior con fuerza mientras Jongin estrujaba más mi cuello.

—Creo que el profesor te hizo una pregunta Baekhyun— contestó Jongin con una voz demasiado gruesa en la que se podía notar el placer y la excitación que le recorrían.

—Sí señor—conteste mientras me empinaba un poco sobre la punta de mis dedos. Entonces, Jongin quitó su mano de mi cuello, sacó su móvil y con sólo pulsar un par de veces detuvo el vibrador que me estaba torturando, luego me giró bruscamente y lo sacó de mi entrada ya bastante mojada.

—Oh diablos Baek, estás tan húmedo— soltó el moreno acercándose por detrás y pegándose a mi espalda mientras yo tenía el pecho contra la pared, pude sentir su dureza contra mi espalda baja—. ¿Sientes como estoy de duro? Es por todo lo que haces pequeño. No sabes cuánto me excitas— mientras Jongin me decía eso mi cuerpo reaccionaba a él y a sus palabras y por instinto acercaba mi trasero más a él—, pero hoy voy a tener que compartir un poco de ti con el profesor. De seguro será algo inolvidable— el pestillo de la puerta sonó en señal de que había sido cerrado con seguro.