Predestinados al pecado

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«Vivir sus deseos, agotarlos en la vida, es el destino de toda existencia. »

—Henry Miller.

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Ese era mi padre biológico y por desgracia sí tenía su sangre ¿Cómo se le había ocurrido aparecerse así de la nada? Hace once años nos dejó, por once años no apareció ni un sólo segundo, jamás llamó ni escribió. Jamás se le ocurrió aparecer en los cumpleaños de sus hijos y ni siquiera se le ocurrió mandar una postal de un país bastante lejano con una inscripción que dijera algo como: "Hijo, feliz cumpleaños. No puedo estar contigo porque estoy viajando por el mundo y trabajando duro, pero jamás olvides que te amo". Vi y escuché a mi mamá llorar por él durante mucho tiempo y desde muy pequeño decidí que él no era más mi papá porque después de todo la familia es la que está contigo en las buenas y en las malas.

Fue por eso que cuando mi mamá volvió a abrir su corazón, me alegre mucho de no verla tan triste todo el tiempo, la felicidad de ella lo era todo para mí y desde el momento en que me presentó a su nueva pareja supe que las cosas estarían mejor. Se casaron y a partir de ese momento ya no éramos solo tres, éramos cuatro. La confianza creció y me di cuenta de que ese hombre nos amaba como un padre amaba a su hijo y desde ahí comencé a llamarlo papá y poco tiempo después Tae también hizo lo mismo. Nos habíamos olvidado del que nos olvidó antes. Pero ahora, años después aparecía justo frente a nuestra casa. No, no se lo iba a permitir y fue por eso por lo que cuando se acercó más a la puerta se la cerré justo en la cara.

Aún seguía algo en shock y mi primera reacción fue quedarme parado justo frente a la puerta hasta que el timbre sonó y mamá salió de la cocina.

—Baekhyun, me vas a dejar la puerta giratoria, ¿Qué demonios te pasa? Abre la puerta que están tocando el timbre—dijo molesta y al ver que no le obedecí, se acercó y se paró justo frente a mí—. ¿Viste un fantasma?

—Mamá...—no pude articular otra palabra más y al verme de esa manera me tomó la cara algo preocupada.

—Me estás asustando, ¿Qué pasa? —dijo abriendo más los ojos y Taehyung se acercó a nosotros para ver cuál era el problema y para empeorar las cosas bajo el hombre al que en serio llamo papá y pregunto que quién había tocado la puerta. Fue allí que reaccioné y me lancé a los brazos de papá, me sentía como un niño vulnerable que necesitaba de su protección.

—Mamá, no abras esa puerta—dije estando en brazos de mi padre—. No lo hagas— volvieron a tocar el timbre.

—Baek, cálmate. Dime quién está afuera, ¿Es alguien que te molesta en la escuela de casualidad?

—A Baek nadie lo molesta en la escuela—dijo Tae algo asustado por mi reacción. Por suerte Tae no se acordaba mucho del que solíamos llamar papá.

—Hijo, ¿Qué tienes? —dijo papá mientras me abrazaba fuertemente.

—Diablos— dije y me solté del abrazo para decirlo—. Es el maldito que te dejo hace once años— mamá palideció al punto de casi caerse al suelo.

—Dime que es un chiste...

—No lo es mamá— mi hermano estaba atónito, mamá estaba al borde de un colapso nervioso y papá se había sentado mientras se tapaba la boca incrédulo de toda la situación. Justo en ese momento Sehun me envió un mensaje.

Sugar daddy Sehunnie ✨: Ricura, estoy a media cuadra de tu casa. Espero que estés listo.

Yo: ¿Me puedes esperar un poco? Tengo un pequeño problema. Si me esperas puede que lleguemos un poco tarde a la escuela.

Escuela de Pecado [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora