Las experiencias nos cambian.

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*POV Brandon.

En cuanto me levanté de la cama, aunque no había logrado dormir en toda la noche, Stef irrumpió en mi cuarto.

-Brandon, Lena y yo tenemos que irnos.- Me miró, y pude ver como una lágrima cayó por su mejilla. Era la primera vez que veía a mi madre llorar.- Te quedas al mando.

No dejé que siguiera.

-¿A dónde vais?

-A...- suspiró, y pienso que se debatió consigo misma si contármelo. Al final, asintió.- Al juicio de Callie.

Salté en el sitio. ¿La iban a juzgar? ¿Qué había hecho? Por solo escaparse de casa, ¿podían hacer eso?

-Callie robó ayer en una tienda.

Di un paso atrás. No... Eso no podía ser verdad. Ella nunca hubiese hecho algo siquiera parecido. No había robado en su vida.

Miré a mi madre, y ella se sentó en la cama, a mi lado. Luego, pasó la mano por mi hombro, y se apoyó en él.

-Necesito que me digas la verdad, cariño.- hizo una pausa.- ¿Sabes por qué se ha ido?

Sí. Estaba más que claro, Jude me lo había dado a entender en repetidas ocasiones; y había estado pensando toda la noche en ello, no había otra posible razón. Pero también yo tenía que debatir si contárselo o no. Era algo que podría acarrearle problemas a Callie en el juicio. Sin embargo, también notaba que tenía que hablar con alguien de ello, y mi madre siempre estaba ahí para escucharme. La culpa me estaba comiendo por dentro.

-La...- respiré hondo, y decidí no demorarme más.- La besé, mamá. Callie se ha ido porque la besé.

Yo mismo no quería creérmelo. Y cuando noté que mi madre se separaba de mí bruscamente, dejé de respirar.

Stef se levantó de la cama, y abandonó el cuarto sin decir nada más. Y fue entonces cuando yo deseé no haber dicho nada, por mucho que supiera perfectamente que mi madre no contaría al juzgado lo que acababa de decirle. 

*POV Callie.

-Señorita Jacob, ¿tiene alguna defensa contra esa acusación?

El abogado que me habían asignado, de oficio, intentó contestar a eso. Sin embargo, yo le retuve. 

-No. Lo hice.

Quizás me consideraría idiota por haberlo dicho, pero no iba a cambiar mi declaración. Había sido yo misma la que me había entregado.

-¿Cómo se declara?

Creí que con lo anterior hubiese quedado claro, pero si hacía falta repetirlo, lo haría. Sin embargo, mi abogado se me adelantó.

-Señoria, es un mal menor. No olvidemos que mi cliente tiene tan solo dieciseis años, aún no puede ser del todo consciente de sus actos de rebeldía.

En este caso, se equivocaba. Era perfectamente consciente, y sabía que eso eran meras excusas para que no fuera de vuelta al reformatorio.

-Callie Jacob. Su expediente está ya lo suficientemente manchado con los sucesos en las casas de acogida anteriores, y usted- señaló a mi abogado.- no me diga que no sabe lo que hace. Es suficientemente mayor para ello.

Parecía que el juez lo había pillado más rápido. No se podía acusar a una chica normal de 16 años de sus actos, pero sí a una fugitiva, y exgrado 3* del reformatorio. Me había puesto injustamente ese título, debido a que el motivo no era ni más ni menos que proteger a Jude en mi tercera casa de acogida, pero era con lo que tenía que vivir ahora.

-Por otra parte, es un delito menor, ya que el hurto fue de exactamente 5 dólares con setenta centavos. Pero al estar con la condicional...- hizo una pausa.- ¿Me puede decir por qué lo hizo? ¿No está contenta con su nueva familia de acogida?

Miré al mi alrededor, tal y como había estado evitando todo el juicio. Los Foster estaban allí desde el principio, aunque solo Lena y Stef. Ni siquiera Jude, aunque lo agradecía en cierto modo. Todo lo hacía por él, y no quisiera que tuviera que verme en este estado. Seguro que ellas se lo habían ocultado a todos.

-Visto que no va a hablar, se le impondrá, de manera excepcional, la pena para este tipo de delitos. Trabajos sociales.

Suspiré, y di golpecitos con mis pies en el suelo. Todavía no me había dicho si seguiría o no en casa de los Foster.

-¿Puede volver con nosotras?- Stef y Lena hablaron al mismo tiempo, con un tono ligeramente amargo.

Tal y como si me hubiesen leído el pensamient; necesitaba saberlo al menos tanto como ellas. Deseaba que el juez dictase que no.

-Eso es su decisión, no la mía. Callie, ¿quieres volver con la familia Adams Foster?

Respiré hondo, y no pude mirar a la cara a mis madres de acogida.

-¿Tengo la opción de que se me asigne una nueva casa de acogida?- Mantuve la respiración.

Pasaron interminables segundos hasta que le juez se pasó la lengua por los labios, y comenzó a hablar quedamente.

-Una nueva casa no, pero podrías formar parte de una asociación, si quieres.- Miró los papeles de encima de su mesa.- Hay una cerca de aquí, se llama Girls United.

Una mecha de tristeza se encendió en mi cuerpo. Ya estaba todo hecho. Tenía que alejarme de toda posibilidad de hacer más daño a mi hermano.

-Vale... Pues de monento, prefiero quedarme allí.

*Grado 3= Se refiere a los sujetos menores de edad, considerados especialmente peligrosos y agresivos, en un reformatorio o centro de menores.

When the stars fall. (Brallie The Fosters FanFiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora