Es como un sueño del que no puedo despertar.

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*POV Callie.

Tres días. Tres días y ya odiaba estar en este sitio. Mi compañera de cuarto ni me dirigía la palabra (más o menos como todas las que estaban allí), tenía que ver todos los días a la chica del reformatorio, las reuniones eran cada vez más aburridas, y no daba a basto con todas las tareas que tenía que hacer. Necesitaba casi todo el tiempo pensar en qué me había llevado a hacer esto, para querer continuar. Pero ahí estaba un problema, la misma razón que me había hecho venir, era la misma por la que quería ahora irme: echaba de menos a mi hermano. Había estado tanto tiempo sin él en el pasado, que no podía soportar no estar a su lado para saber si estaba bien, aunque tenía que presuponer que así era. Los Foster eran una buena familia, y estaba más que segura de que no le pasaría nada con ellos; y solo por eso pude irme.

-¿Callie? Te necesitamos para preparar la cena.

Me levanté del sofá, y me despedí de mis cinco minutos de descanso. Ahora me tocaba otra vez trabajar.

*POV Brandon.

-Es simple, solo tienes que...- Oí como Jesús le explicaba a Jude cómo jugar a la consola desde la puerta del salón. Era el único de los chicos que todavía me hablaba, puesto que Jude y Mariana habían dejado siquiera de mirarme. No podía más con esa situación, aunque sabía que me lo merecía.

Entre en el salón, pero fui sin hacer ruido hacia la cocina. Ninguno de los dos se percató de mi presencia, así que siguieron a lo suyo. Sin embargo, en cuanto entré en el comedor, vi a mis madres sentadas en la mesa, hablando entre ellas.

¡Todo había cambiado tanto! Ni siquiera pensaba que siguieran o pudieran volver a confiar en mí después de aquello. Había sido un idiota, y no había medido las posibles consecuencias. Me había dejado llevar, lo que era peor aún; porque yo siempre solía tener el control de la situación. Con Callie todo había sido distinto, y ahora ella estaba por mi culpa ella ya no estaba en casa.

Mis madres se giraron para mirarme, y se quedaron en silencio de golpe.

-Hola.

Apenas había intercambiado dos o tres palabras con ellas desde el incidente, y ni siquiera había habido conversaciones relevantes.

-Hola, Brandon.- Lena hizo una pausa, e intento fingir que no pasaba nada con una sonrisa.- ¿No practicas el piano?

Negué con la cabeza. ¿Cómo podía siquiera insinuarme que debería poder hacer otra cosa que no fuese pensar en todo lo que había pasado?

-No. Hoy no.

No sabría decir en qué momento preciso deje de ser responsable. Quizás en el momento en que deje a Talya, o quizás en el momento en el que me involucré con Callie. 

-¿Qué quieres, Brandon?- Stef habló con voz cansada. Era la segunda o la tercera vez que oía hablar así a mi madre, en lo que la conocía. Solo utilizaba ese tono cuando estaba realmente enfadada.

Esa pregunta tenía díficil respuesta. ¿Qué quería? No lo tenía claro. ¿Por qué había bajado a hablar con ellas? ¿Para solucionarlo? Quizás más que eso, quizás necesitaba desahogarme, desprenderme de la culpa. Que se hubiese ido Callie... la verdad es que tendría más sentido que me hubiese ido yo. Ella no tenía la culpa de nada.

-Quiero que Callie vuelva a casa.- Me sorprendí a mi mismo soltando finalente esas palabras.

Lena puse su cabeza apoyada en el codo, y se le escapó una lágrima. No podría convivir con esto mucho más, no con la frase de Mariana en mi cabeza todo el tiempo, a sabiendas de que en el fondo, tenía razón. Había destruido la familia, y quería hacer lo que pudiese para recuperarla; pero posiblemente era ya demasiado tarde para eso.

-Haberlo pensado antes de besarla.- Mi madre me miraba seria.- No podemos hacer nada ya, ella es la que ha decidido.- Tomó un respiro. Se le notaba que necesitaba tranquilizarse.- Solo nos queda respetarla.

Sí, pero yo no podía dejar eso así. Callie había decidido quedarse en otra casa... ¿pero en dónde? Quizás si pudiese... aunque fuese solo por un momento... verla, podría hacer que cambiase de idea. Pedirle perdón, y suplicarle para que volviera. Jude la necesitaba, Mariana la necesitaba, Stef y Lena la necesitaban... y yo... supongo que yo también la necesitaba.

*POV Callie.

Después de la cena todas acabábamos visiblemente cansadas, así que no nos quedaba otra que irnos pronto a dormir. Mi vida se había convertido en la total rutina desde que había llegado. Me levantaba, hacía el desayuno, hacía tareas, comía, tenía la reunión, hacía la cena, cenaba y a dormir. Como no estaban permitidos ningún tipo de aparato electrónico, había tenido que guardar el móvil de emergencia de los Foster en un lugar seguro, en el que nadie pudiese quitármelo. No podía perder mi única forma de comunicación con el exterior. 

When the stars fall. (Brallie The Fosters FanFiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora