매트겨쥬

1.5K 198 59
                                    

las cosas habían mejorado, de verdad que lo habían hecho.

ahora frank y yo salíamos, de vez en cuando. él comenzó a fumar conmigo detrás del internado.

con el pasar del tiempo, ray y yo decidimos que necesitabamos ayuda extra, y frank era el candidato perfecto.

solíamos turnarnos para entregar el producto, y poco a poco fuimos obteniendo más dinero para comprar drogas de distintos tipos.

nunca nos atrevimos a comprar cosas tan fuertes.

bob solía venir a ver a frank, pero este solo mentía diciendo que estaba ocupado haciendo un par de cosas.

así que ahora frank siempre estaba con nosotros, y mis notas habían mejorado bastante, pues el avellana siempre realizaba mis trabajos.

él se quedaba en la habitación, cubriéndonos cuando ray y yo debíamos salir de instituto para poder conseguir más provisiones.

entonces ahora eso se había convertido en una rutina para los tres.

y luego de dos meses, no nos habían atrapado con las manos en la masa.

era sábado, y frank se hallaba sentado sobre mis piernas, con las suyas a cada lado de mi cadera.

─¿cuál es el plan, gee?

─no hay plan, frank─ rodé los ojos.

─dijiste que iríamos a algún lugar. hoy.

─no tengo tiempo para eso, ¿sí?─ murmuré dejando un suave beso sobre sus labios.

la puerta sonó, dos golpes. entonces frank se levantó de un brinco y rápidamente se sentó en su cama.

yo me dirigí hasta la puerta y me encontré con ray frente a esta.

─tenemos una entrega nueva─ el de afro sonrió y yo me giré para ver a frank.

¡maldición era sábado! quería cogerme a frank, no vender droga.

─¿ahora mismo?─ mordí mi labio inferior con insistencia.

ray asintió, haciendo una mueca ─no tomará más de diez minutos, vamos.

─bien─ un suspiro salió de mis labios y rendido me giré hacia frank ─hey, debo hacer algo no tardo.

pero ese día en particular, algo pasó.

me hallaba en los cubículos del baño, a punto de entregar una pequeña bolsa con polvo blanco, cuando alguien abrió la puerta del baño.

─¿gerard? ¿estás aquí?─ la voz de frank resonó por todo el lugar y me quedé inmóvil.

pude escuchar a ray murmurar alguna maldición, y luego a frank salir del baño.

esperé unos segundos más y pasé la bolsa a quién sea que estuviera comprando aquella sustancia.

cuando volví a la habitación, entré hecho una furia y tomé a frank por su camiseta.

─¡casi nos descubren por tu culpa!─ escupí molesto.

ray me tomó por los hombros y me alejó de hacerle algún daño a frank.

yo estaba realmente enojado.

y el avellana solo temblaba tirado en suelo.

ʀᴜʟᴇᴢ ᶠʳᵉʳᵃʳᵈDonde viven las historias. Descúbrelo ahora