Dos Formas Diferentes

CAPÍTULO 45

*NARRA ELSA*

Me desperté por el sonido de la alarma, tome un baño y me puse algo de lo que tenía en mi armario, la única ropa que me gustaba estaba en la lavandería y no iba a estar hasta hoy en la tarde, así que era irme en pijama o ponerme la que había en el armario.

Por más que pensé en llevarme la pijama, no lo hice ya que esta consistía en unos shorts y una blusa de tirantes, creo que entenderán el dilema en el que me encontraba, y dirán puedes llevarte la que tenias puesta ayer, pero díganme ustedes usarían una ropa que tuvieron todo un día puesto?.... yo obviamente no.

Me puse algo que fuera similar a lo que normalmente usaba pero no pude hacer mucho.

Mi outfit consistía de un pantalón de cuadros blancos y negros, una blusa negra y unos tenis blancos.

Después de fijarme en el espejo y ver que todo se viera bien (digo tampoco me interesaba mucho verme bien, pero ok…), baje a desayunar un poco de cereal y al terminar tome mi mochila y me fui en mi auto, ya que el día de hoy no me apetecía mucho la moto.

Llegue a la escuela y al adentrarme por los pasillos escuchaba otra vez esos susurros molestos y satisfactorios a la vez, aunque en ese momento no eran muy satisfactorios, porque estaban hablando de mi ropa. Ya que yo, la persona con menos sentido de la moda y poco femenina, iba con ropa increíblemente a la moda y sobretodo femenina.

Yo solo veía a las personas con desprecio y con una mirada que inculcaba miedo a todo aquel que la viera, ya que al ver esa cara sabrían que tendrían problemas conmigo.

Seguí caminando hasta llegar a mi casillero y tome algunas cosas que me faltaban, porque pronto dejaríamos esta escuela y debíamos dejar nuestros casilleros sin nada. La verdad yo casi no lo usaba pero si llegue a guardar unas cuantas cosas.

Mientras cerraba mi locker me di cuenta que detrás de él se encontraba aquel ser repulsivo y asqueroso que siempre me está molestando.

Isaac-hola Elsa…-dijo coqueto mientras me veía de arriba para abajo.

Isaac ↑↑↑

Yo lo azote contra los casilleros y lo agarre del cuello de su camisa.

-Mira estupido engendro no estoy para tus estupideces así que más vale que no empieces porque si no te irá muy mal-dije furiosa.

Isaac se soltó de mi agarre y me tomo por la cintura.

Isaac- tranquila preciosa solo quería ver si era verdad-

-que cosa?!-

Isaac- que estás mas sexi que nunca-dijo mientras me susurraba al oído.

Me quedé observándolo y me fui acercando a su boca, yo sentía que él se ponía tenso y que esperaba que yo lo besara, pero antes de llegar a rozar sus labios sonreí maliciosamente.

-acaso esperabas que besara a una alimaña como tú?-susurre.

En eso voltee de reojo y vi a Jack observando desde lejos.

Una vez más sentí un nudo en la garganta y una presión en mi pecho, pero me olvidé rapidamente de eso.

Me solté del agarre de Isaac y me fui de ahí, note que el parásito de Isaac iba detrás de mí, así que me detuve, me voltee y le di un abrazo, el se sorprendió, pero en un movimiento rápido lo golpeé en su parte sensible y antes de dejar que se retorciera le susurré al oído.

-Te dije que me dejaras en paz idiota-

Y deje que se retorciera del dolor.

Caminé a mi clase (la cual ya no había, pero si no ibas te contaba en la asistencia)

Entre en el salón donde no había nadie, me senté y me puse mis auriculares.

Note que alguien entró al salón y me doy cuenta que es Jack, el solo se sienta saca su teléfono y empieza a jugar o no sé qué hacía en el.

Yo lo ignoro completamente y sigo con mis pensamientos.

Hasta que después de un rato entran más personas al salón.

Me sorprendió mucho que Jack no se acercara a mi, ya que el siempre aprovecha el momento cuando estamos solos para intentar hablar conmigo, pero esta vez me ignoro completamente.

Dejando atrás ese pensamiento, me di cuenta de que ya habían sonado el timbre y teníamos que dirigirnos a clase de teatro.

Esta vez me tocaba con Punzi, Mer, Anna, Frost y Monse.

Por alguna extraña razón sentí otra vez ese dolor como si fuera aquella vez cuando era una persona con unas cuantas heridas, que sintió como una herida más se abría.

Me senté lo más alejada posible de las personas pero las tres mosquecosas se sentaron junto a mi.

Punzi- hola Elsa… veo que ya estás usando la ropa que te compramos-

Anna- si, que por cierto se te ve hermosa-

Mer- chicas… creo que esto no fue una buena idea-dijo viendo mi rostro.

Mi cara era como reflejando nada pero reflejando furia.

Anna- El...Elsa.. ve el lado positivo, ya no tendrás que buscar entre tu ropa algo adecuado para usar en la empresa- dijo nerviosa.

-Pueden dejarme en paz?-dije fría.

Punzi- Elsa… esa actitud debe de cambiar, ya no eres una adolescente o una puberta, tienes 19 y tienes que asumir tus responsabilidades siendo una persona madura-

-me estás diciendo que olvide completamente mi dolor, que deje de estar triste por los problemas que sucedieron en el pasado?... Dime una forma en la que se logre hacer eso, porque he intentado todo y créeme que no funciona- dije cortante.

Mer- Elsa, nosotras siempre estuvimos aquí para apoyarte, no quisimos que todo esto lo cargaras tú sola, somos tus amigas y queremos ayudarte- dijo sincera.

Anna- si Elsa, no quisimos que tuvieras que pasar todo esto sola, pero nos alejaste y no nos permitiste ayudarte-

Punzi- Elsa, sé que duele mucho que tus padres se hayan ido, pero no significa que ellos hubieran querido verte de esta manera, estoy segura que ellos quisieron que tuvieras esa misma mirada que tenías antes, llena de alegría, que a pesar de lo que te hizo Hans y a pesar de las cosas malas que sucedian tú seguías pensando de manera positiva, aunque llevaras esas heridas dentro...Elsa ayúdanos a ayudarte- dijo mientras ponía su mano sobre la mía.

Mientras ellas me decían todo eso solo sentía que por dentro de mí se hacía una gran tormenta, la cual estaba buscando la forma de salir, pero yo no lo permitía, no ahí enfrente de todos, donde podrian ver lo débil y frágil que soy, donde verían que en realidad no soy tan fuerte como aparento.

Yo al ver que ya no iba soportar más decidí irme de ahí lo más tranquila posible.

Me fui directamente al baño y lo cerré con llave.

Me desborde, todo lo que creía que había ocultado y tapado, salió y volvió a resurgir. Sentía como mis lágrimas caían por mis mejillas y como mi corazón volvía a quedar en pedazos (aunque realmente nunca estuvo sanado).

Sentí como la atmósfera se tornaba más fría y como mi piel se volvía más pálida.

-es verdad mis padres no les gustaría verme así, ¿pero que hago? ¿como sano mi corazón?- dije quebrada.
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