Capitulo 1 // La Madriguera

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Abril se encontraba sentada mirando su plato fijamente mientras comía. Las vacaciones estaban a nada de terminar y se mantenía en contacto con sus amigos mediante el uso de cartas, pero habia algo que la molestaba y era que su amigo, Harry Potter, nunca se digno en contestar ninguna de sus cartas sin importar cuantas escribiera. Frustrada por no saber nada de su amigo, Abril clavo el cuchillo en la mesa.

Mike, que estaba sentado enfrente suya, levantó la mirada de su periódico y alzó una ceja.

—Hey, la mesa no tiene la culpa de tus problemas, si no te gusto el desayuno puedo pedir que te hagan otra cosa.

Abril negó con la cabeza y sacó el cuchillo de la mesa.

—No, no es eso —suspiró —Lo siento, es solo que Harry no me ha contestado ninguna carta.

—¿Las esta recibiendo?— preguntó dudoso Mike.

—Por supuesto, de lo contrario, Venus, regresaría con las cartas — dijo llevándose a la boca un trozo de salchicha.

—¿Quien es Venus?

—¿No te lo dije? Es el nombre de mi lechuza — dijo como si nada — en fin, me preocupa que sus tíos le hicieran algo.

—No te preocupes, ya contestará —Mike le sonrió cálidamente, pues pensaba que su hermana estaba exagerando, pero pudo notar que la pequeña seguía inquieta — Bien... si aun no tienes noticias de Harry en una semana, lo iremos a buscar en la casa de sus tíos.

Los ojos de Abril brillaron ante la idea. Al terminar el desayuno, Abril subió a su habitación junto a Sebastian para mandar algunas cartas a sus amigos.

El abuelo Dumbledore junto a Severus visitaron a Mike esa misma tarde para hablar de algunos temas que no dejaron escuchar a la pequeña pelinegra, Abril podía sentir como extrañamente se llevaba mejor con su maestro de pociones, tal vez por la revelación de que sus padres y él se llevaban particularmente bien en su época de estudiantes.

El día siguiente fue particularmente caluroso, pero Abril esperaba impaciente la llegada de su amiga enfrente de la chimenea, Hermione habia enviado una carta en la que avisaba a Abril que podría ir a su casa durante el fin de semana.

Abril se aburría, mientras practicaba algunos movimientos de varita la chimenea se prendió en un extraño fuego verde y de este salio Hermione Granger.

—¡Ay!— exclamo para seguidamente ser atacada por la tos.

Mike se acercó rápidamente para evitar que se cayera al suelo.

—¿Estas bien, Hermione?— se acercó preocupada Abril.

—Si, eso creo — dijo restándole importancia y tosiendo un poco mas —solo me entró un poco de... —tosió nuevamente — bastante ceniza en los pulmones, Ugh.

—¿Segura que estas bien?— le pregunto Mike, ella asintió — Bien, iré a buscar algo para que merienden.

—Bien, hermano, esperáremos en mi habitación — le hizo una seña a Hermione para que la sugiera.

—De acuerdo... — dijo Mike mientras veía irse a las niñas — a propósito dile las reglas de la casa.

—Esta bien — grito mientras se alejaban.

Subieron las escaleras, caminaron por un largo corredor y entraron en la habitación de Abril.

La habitación es bastante bonita, tiene una gran cama donde fácilmente podrían dormir ambas, un ventanal que da al jardín trasero y ocupa gran parte de la pared, a un lado hay un largo escritorio repleto de pergaminos y frascos de tinta vacías, al lado contrario tiene grandes estantes repletos de libros. Hay un sillón de lectura, una lampara de pie, un armario, un televisor y varios estandartes de Gryffindor y afiches varios.

Abril en Hogwarts: La Camara SecretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora