Capitulo 6 // Herbología

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Abril esa noche tuvo un sueño rarisimo, en primer lugar se encontraba en frente de un gran roble, mas alto que cualquier árbol que hubiera visto, este brillaba con una luz pálida y al rededor habia una densa niebla que impedía ver mas allá del árbol.

Una raíz se acerco a la frente de Abril, la toco y pudo escuchar una voz.

—Tus poderes comienzan a despertar, pequeña Grindelwald, debes estar preparada para lo que viene — la voz era amable y reconfortante.

—¿Quien eres? — su voz resonó como si estuviera en una cueva, pero pensó mejor la pregunta — ¿Que eres?

—Mi nombre y que soy no es importante, por el momento, lo que tienes que saber es que no puedes morir.

—Tranquilo no pensaba hacerlo — dijo algo irónica.

De alguna manera Abril supo que sonrió.

—Tienes que tener cuidado, Hogwarts no es seguro este año, ése lugar fue abierto nuevamente.

—¿Que quieres decir? ¿Que lugar?

—No puedo decir mas, pero cuidate — su voz sonó cargada de un profunda tristeza — Si el destino lo quiere nos veremos cara a cara algún día, Abril Maximus.

El sueño se desvaneció y Abril se levantó sobresaltada en su cama.

—¡Vaya! estaba apunto de levantarte —dijo Hermione mientras se intentaba peinar — ¿A pasado algo? — dijo al ver la cara de confusión de Abril.

—No, nada, solo un raro sueño — dijo y se levanto para arreglarse.

Al bajar a gran comedor, Abril se dio cuenta que el cielo estaba de un triste color gris, las cuatro grandes mesas correspondientes a las cuatro casas estaban repletas de tazones de avena, fuentes de arenques ahumados, montones de tostadas y platos con huevos y beicon.

Al sentarse Hermione saco un ejemplar de Viajes con los vampiros y comenzó a leer.

—No puedo creer que te gusten sus libros — dijo Abril un poco disgustada con su amiga — Ese tipo es un charlatán.

—No lo creo.

—¿Sabes?, tengo una amiga Vampira y me a contado que ella y  toda su familia odia ese libro, dicen que son puras sandeces.

—Bueno, yo creo que sus libros son muy interesantes — contraatacó Hermione.

Abril se llevó la varita a la garganta.

—Creo que es muy guapo — dijo Abril con la voz de Hermione.

—¡Abril! — Hermione oculto su rostro tras el libro — no hagas eso.

Abril se rió de a reacción de su amiga hasta que llegaron Harry y Ron.

—Buenos días, chicas — dijeron ambos.

—Buenos días — dijo Hermione con frialdad sin voltear a verlos.

—Buenos días — respondió Abril e hizo unas señas para que no hablaran con Hermione que seguía enojada con ellos.

Ambos asintieron y se sentaron cerca de Neville, Neville Longbottom, por el contrario, les saludó alegremente.

Neville era un muchacho de cara redonda, propenso a los accidentes, y era la persona con peor memoria de entre todas las que Abril había conocido nunca.

—El correo llegará en cualquier momento —comentó Neville—; supongoque mi abuela me enviará las cosas que me he olvidado.

Efectivamente, Abril acababa de empezar a comer su cereal cuando un centenar de lechuzas penetraron con gran estrépito en la sala, volando sobre sus cabezas, dando vueltas por la estancia y dejando caer cartas y paquetes sobre la alborotada multitud.

Abril en Hogwarts: La Camara SecretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora