Hermione pasó varias semanas en la enfermería. Corrieron rumores sobre su desaparición cuando el resto del colegio regresó a Hogwarts al final de las vacaciones de Navidad, porque naturalmente todos creyeron que la habían atacado.Eran tantos los alumnos que se daban una vuelta por la enfermería tratando de echarle la vista encima, que la señora Pomfrey quitó las cortinas de su propia cama y las puso en la de Hermione para ahorrarle la vergüenza de que la vieran con la cara peluda.
Harry y Ron iban a visitarla todas las mañanas, mientras que Abril pasaba todos los días para darle los apuntes de todas las clases. Pero esa tarde, iba únicamente para saludar, el piso estaba resbaloso por la nieve derretida, Abril se resbaló y cayó al suelo golpeándose la cabeza.
—Eres muy despistada — le dijo Hermione cuando a Abril le colocaban una venda sobre la cabeza.
—Debo tener mas cuidado — le respondió ella con una media sonrisa — estos zapatos no son buenos para la nieve — le dijo un poco avergonzada.
—Hey, Hermione — saludó Ron que recién llegaba — ¡¿Abril?! — dijo desconcertado — ¿Que te pasó?
—Me resbale y me golpeé la cabeza — dijo mientras señalaba la venda sobre su cabeza.
Ron intercambio miradas con Harry y ambos negaron con la cabeza, luego Ron voltea con Hermione y está estaba repasando los apuntes de Herbología.
—Si a mí me hubieran salido bigotes de gato, aprovecharía para descansar —le dijo Ron.
—No seas tonto, Ron, tengo que mantenerme al día —replicó Hermione rotundamente. Estaba de mucho mejor humor porque ya le había desaparecido el pelo de la cara, y los ojos, poco a poco, recuperaban su habitual color marrón —. ¿Tenéis alguna pista nueva? —añadió en un susurro, para que la señora Pomfrey no pudiera oírla.
—Nada —dijo Harry con tristeza.
—Estaba tan convencido de que era Malfoy... —dijo Ron por millonésima vez.
—¿Qué es eso? —preguntó Abril, señalando algo dorado que sobresalía debajo de la almohada de Hermione.
—Nada, una tarjeta para desearme que me ponga bien —dijo Hermione a toda prisa, intentando esconderla, pero Ron fue más rápido que ella. La sacó, la abrió y leyó en voz alta:
A la señorita Granger deseándole que se recupere muy pronto, de su preocupado profesor Gilderoy Lockhart, Caballero de tercera clase de la Orden de Merlín, Miembro Honorario de la Liga para la Defensa Contra las Fuerzas Oscuras y cinco veces ganador del Premio a la Sonrisa más Encantadora, otorgado por la revista «Corazón de Bruja».
Ron miró a Hermione con disgusto.
—¿Duermes con esto debajo de la almohada?
Pero Hermione no necesitó responder, porque la señora Pomfrey llegó con su medicina.
—¿A que Lockhart es el tío más pelota que han conocido en tu vida? —dijo Ron al abandonar la enfermería y empezar a subir hacia la torre de Gryffindor.
—Jamas entenderé a Hermione — apoyó Abril.
—Lo que yo jamas entenderé — terció Harry — es la cantidad de tarea que nos dejo Snape.
—¡Diablos! — soltó Ron de repente — se me olvido preguntarle a Hermione ¿Cuantas colas de rata hay que echar en la poción crecepelo?
—No creo que sea buena idea mencionarle algo que tenga que ver con el pelo, podría ponerse como loca — dijo Abril — estuvo escupiendo bolas de pelo durante dos días.
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Abril en Hogwarts: La Camara Secreta
Hayran KurguLuego de ayudar a su amigo, Harry Potter, a derrotar a lord Voldemort tras la búsqueda de la piedra Filosofal, Abril espera con impaciencia en la mansión el inicio del segundo curso del Colegio Hogwarts de Magia y hechicería. Tras un fin de semana...